Los Archivos Históricos Provinciales se crearon en noviembre de 1931, a los pocos meses de proclamada la II República, aunque es verdad que ya desde varias décadas atrás había habido intentos de crear estos centros que recogiesen la documentación histórica, de la misma manera que se habían ido creando los museos o las bibliotecas provinciales. Por un lado, urgía ocuparse de la documentación procedente de las instituciones eclesiásticas desamortizadas, que debía depositarse en el Archivo Histórico Nacional pero que, por diversas razones, no siempre se enviaba a ese destino.
Este artículo pretende difundir y resaltar el valor patrimonial de una serie de documentos y planos originales, que se conservan en el Archivo Histórico Provincial de Ciudad Real, relacionados con el Catastro del Marqués de la Ensenada realizado en España a mediados del siglo XVIII, cuando todavía no existía la actual división provincial. Por aquel entonces, lo que hoy conocemos como Ciudad Real formaba parte de la provincia de La Mancha. Esta documentación muestra la representación gráfica de varias localidades y paisajes de la antigua demarcación administrativa.
Como no podía ser de otra manera, la enseñanza femenina parte y evoluciona supeditada a la masculina. En su origen fueron los municipios los encargados de la educación como una competencia más bajo su control y compartida en muchas ocasiones con la Iglesia y con maestros privados. Como cualquier gasto contraído por el ayuntamiento era necesaria la licencia real que lo autorizara, por ello las primeras noticias sobre los docentes aparecen en los libros de actas y de cuentas.