Durante los siglos XVI y XVII Toledo fue, sin duda, una de las ciudades más pujantes de Europa, de manera que por aquí pasaron o vivieron todas las personas que eran o aspiraban a ser alguien en el Imperio español, incluyendo muchas de las grandes figuras de la cultura de nuestro Siglo de Oro. Muchas de ellas dejaron su huella en los documentos que conservamos en el Archivo Histórico Provincial de Toledo y, a veces, incluso su firma. Hoy os presentamos, pues, una pequeña antología de las firmas ilustres que conservamos en nuestro Archivo.

Hay que empezar, naturalmente, por el Greco. Nuestro centro es, sin duda, el archivo que conserva mayor número de documentos referidos al genial pintor: hemos contabilizado hasta 170, incluyendo 51 con su propia firma autógrafa. Aquí ofrecemos dos. Por un lado, la que aparece en un poder a su criado y discípulo Francisco Preboste en diciembre de 1596 para que haga gestiones relacionadas con el contrato del retablo del Colegio de Doña María de Aragón en Madrid. Observad que había escrito, tras su nombre, la palabra “Griego”, pero luego él mismo tachó para poner en su lugar su apellido real, “Theotocópuli”.

En segundo lugar, la última firma de su vida, y probablemente la última vez que pintó o escribió algo, apenas unos días antes de morir, en marzo de 1614, con letra temblona y apenas reconocible.

El caso del testamento de Garcilaso de la Vega es curioso, porque lo conservamos entre nuestros protocolos notariales, pero el poeta y militar lo otorgó en Barcelona en julio de 1529, siete años y medio antes de su muerte en Francia. El testamento fue otorgado cerrado de manera que el notario barcelonés lo mantuvo así hasta que, a la muerte de Garcilaso, lo envió cerrado a su viuda, Elena de Zúñiga, quien sí vivía en Toledo y lo abrió en presencia de un notario toledano. Por eso conservamos aquí este singular documento, que además de la firma autógrafa del protagonista cuenta con la de su amigo el también poeta Juan Boscán. Aquí vemos las firmas de ambos, junto con otros testigos de su otorgamiento y cierre.

Lope de Vega vivió largas temporadas en Toledo, y de ellas conservamos dos documentos firmados. Son sendos contratos de alquiler, el uno para una casa en la calle de la Sierpe, de 1590, y otro de 1604 para una casa cerca de la iglesia de San Justo. La firma que os ofrecemos procede de este último documento.

Miguel de Cervantes no vivió en Toledo, que sepamos, pero sí en la localidad sagreña de Esquivias, de donde era su mujer, Catalina de Palacios. Aquí, ante el notario local, otorgaron y firmaron ambos su carta de dote en 1586, detallando minuciosamente todos los bienes que ella aportaba al matrimonio. Contamos también con otro documento firmado por Cervantes al año siguiente, cuando, a la hora de marcharse a Andalucía para cumplir con su nuevo empleo de recaudador de impuestos, el escritor dio poder a su suegra para que administrase todos sus bienes. Pero hemos preferido exponer aquí el primer documento, con las firmas de los dos esposos.

A veces las firmas de personajes ilustres aparecen casi “camufladas”. Es el caso de la rúbrica de Tirso de Molina que podemos encontrar en un documento de febrero de 1615. Se trata de una escritura firmada por muchas personas, puesto que es un contrato entre el comendador de Santa Catalina y el convento de la Merced relacionado con la propiedad de una capellanía, y en él firman todos los frailes del convento. Entre ellos, encontramos no a “Tirso de Molina” que, como es sabido, era un seudónimo, sino el nombre real de nuestro autor, Gabriel Téllez.

Mucho más fácil de identificar es la firma de Santa Teresa de Jesús, no solo porque aparece destacada en el documento, sino también por su inconfundible escritura. Se trata de un acuerdo fechado en marzo de 1568 entre la Santa y su amiga Luisa de la Cerda para la financiación del convento que habría de fundarse en Malagón (Ciudad Real). En la imagen encontramos primero la firma de Luisa, difícil de leer, y luego las del notario y de Teresa. Hay que decir que en el AHPTO contamos con otros dos documentos con la firma autógrafa de Teresa de Jesús, pero alguien recortó las rúbricas en algún momento y hoy están perdidas.

Algo parecido sucede con las firmas de Fray Bartolomé de las Casas, el famoso obispo de Chiapas (México) e incansable defensor de los derechos de los indígenas. Contamos con dos documentos en los que aparecería su firma, pero uno de ellos ha sido también expoliado y hoy solo tenemos el hueco. Así que os ofrecemos la otra firma, afortunadamente íntegra, que procede de un poder otorgado por el clérigo en junio de 1581 a su agente genovés para recibir en su nombre las mercancías que llegasen de Indias.

Al principio destacábamos la más que notable colección de firmas del Greco con que contamos en nuestro Archivo, pero tampoco está mal la nómina de documentos firmados por la mano de Juanelo Turriano, el popular ingeniero cremonés afincado en Toledo y autor, entre otros, del “artificio” para elevar agua desde el río Tajo y del semi-legendario “hombre de palo” que da nombre a una de las calles más concurridas de la ciudad. Hemos localizado hasta siete firmas suyas entre nuestros documentos. Aquí os ofrecemos la que aparece en la institución de la dote para su nieta Emilia Felipa, consistente en dinero y bienes inmuebles en Milán y fechada en mayo de 1581.

Para terminar, nos alejaremos de los siglos XVI y XVII para fijarnos en la interesante colección de cartas que conservamos recibidas por el jurista y polígrafo Rafael Altamira entre los últimos años del siglo XIX y los primeros del XX. Hay escritos firmados por, entre otros, Giner de los Ríos, Eduardo Dato, Raymond Poincaré, Joaquín Costa, Antonio Cánovas del Castillo, Manuel Bartolomé Cossío, Américo Castro, Nicolás Salmerón, Claudio Sánchez-Albornoz o Armando Palacio Valdés. Pero nosotros destacamos esta carta escrita de su puño y letra en mayo de 1913 por Miguel de Unamuno en la que el escritor bilbaíno apoya al director de la Escuela de Maestros de Salamanca y a su homóloga de la Escuela de Maestras sobre la formación de los correspondientes escalafones de funcionario.

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Autor: 

Carlos Flores Varela. Director del Archivo Histórico Provincial de Toledo