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Museos de Castilla-La Mancha y Arqueología

La misión de los museos de Castilla-La Mancha consiste en conservar e interpretar el pasado, analizar el presente y proyectar el futuro, interesándonos por todo cuanto pueda despertar nuestra curiosidad y siendo un excelente activo social, reflejo del nivel de desarrollo de nuestra cultura.

La investigación arqueológica está estrechamente ligada a los museos, convirtiéndolos en lugares del saber. Muchas de las excavaciones arqueológicas se impulsaron y desarrollaron de su mano y en ellos se depositan los hallazgos que debemos conservar  para asegurar la transmisión de conocimiento.

El aprendizaje y el disfrute de los mismos es posible gracias a la labor de las y los  profesionales de los museos que tienen como tarea la catalogación, clasificación y documentación del patrimonio arqueológico de forma que sea accesible para todos los públicos. También nuestro patrimonio está disponible a la investigación externa realizada por otras instituciones como por ejemplo la universidad, los centros de investigación etc. a nivel nacional e internacional

En este apartado vamos a destacar algunas cosas puntuales de los museos principales  relacionadas con la temática.

¿Quién –en lenguaje coloquial-  no ha mencionado alguna vez a la Edad de piedra? 

Desde el siglo XVIII los artefactos eran ordenados según el Sistema de las tres edades (de piedra, de bronce y de hierro), pero fue en el siglo XIX cuando Christian Thomsen - director del Museo Nacional de Dinamarca - dio un paso adelante en el estudio de los objetos arqueológicos, asociándolos según los hallazgos y agrupándolos en periodos. El resultado de sus investigaciones las publicó en 1836 en la Guide to Northern Archaeology

Fue el primer paso para sistematizar la cronología prehistórica europea. Fue posible gracias a la observación, el estudio (ejercitar el entendimiento para alcanzar o comprender algo) y la investigación (realizar actividades intelectuales y experimentales de modo sistemático con el propósito de aumentar los conocimientos sobre una determinada materia)

El Museo de Albacete está profundamente ligado a la arqueología de la provincia, y durante muchos años las excavaciones y prospecciones estuvieron vinculadas a la institución. Es el lugar donde ha de ser entregado cualquier hallazgo: casual, fruto de prospecciones o de excavaciones. Sus colecciones arqueológicas y de numismática representan el 91,97% del total de las que conserva, como se aprecia en el gráfico adjunto relativo a los inventarios de piezas individualizadas.

Las salas de reserva (almacenes) contienen los resultados de los descubrimientos arqueológicos habidos en la provincia de Albacete. Toda la información (topografía, contenidos, etc.) está recogida en archivos digitales que se complementan con los archivos fotográfico y documental.

El Museo de Albacete, como otros museos, dispone de una sala de investigadores, está situada en la planta sótano junto a las salas de reserva, el archivo documental y la planta inferior de la biblioteca, así los objetos les son facilitados mediante desplazamientos en horizontal que minimizan los riesgos, o pueden acceder directamente a los muy pesados o voluminosos evitando movimientos innecesarios o de riesgo. El número de investigadores que han acudido al museo entre 2011 y 2019 ha sido de 317, de los cuales 242 han realizado consultas y exámenes de materiales arqueológicos, representando el 76,34% del total. 

Los resultados de las investigaciones tienen distintos mecanismos de difusión, de trasladar al conjunto del tejido social los avances en el conocimiento de la vida de quienes nos precedieron en el tiempo: libros, artículos, conferencias, presentaciones en salas, son algunas de las formas más usuales de difundir la arqueología, o propiciando talleres didácticos entre los más pequeños, o quienes ya no lo son tanto.

Y una de las más importantes de difundir los materiales arqueológicos es a través de la exposición en las salas del museo, con los objetos ordenados y seleccionados para que su visión y lectura sea accesible a los más variados públicos, presentándolos de manera que sean entendibles, que generen interés por el conocimiento, y a la vez preservándolos mediante su exposición en vitrinas, cuando son piezas de gran tamaño dispuestos sobre pedestales, o sobre la pared o el suelo cuando se trata de mosaicos. 

Más información del museo  AQUI

Estelas del Suroeste del Museo de Ciudad Real

El Museo de Ciudad Real cuenta en su colección con 7 ejemplares de estelas datadas en el Bronce Final e inicios de la Edad del Hierro. Tradicionalmente, estas estelas habían sido consideradas marcadores de tumbas, aunque su ubicación en cruces de caminos o pasos de montañas ha hecho variar esta interpretación, viéndose ahora como hitos en el paisaje que pudieron servir para demarcar límites territoriales, señalizar puntos de paso o rutas comerciales. 

Una de las estelas más representativas del Museo de Ciudad Real es la aparecida en la localidad de Alamillo (Ciudad Real). Realizada en piedra arenisca, en ella aparecen grabados dos guerreros esquemáticos acompañados de objetos relacionados con el poder, el prestigio y la relevancia social, como es el armamento.

Más información del museo AQUI

En el Museo de Cuenca se puede disfrutar de la exposición “Instrumentos y maquinaria de topografía y construcción en el mundo romano”. La exposición es el resultado del Proyecto educativo del Museo de Cuenca en el que participan los alumnos de la Escuela de Arte José María Cruz Novillo y el IES Santiago Grisolía de Cuenca. La exposición ha sido, comisariada por D. Emilio Guadalajara Guadalajara.

Se trata de dar a conocer los principales instrumentos de topografía y construcción romana que se usaron para el trazado de acueductos, calzadas o edificios en general. Además de la explicación de cada uno de los instrumentos que puedes ver a continuación, la exposición reúne la reproducción de estos instrumentos para su manipulación por parte de los visitantes.

En estos enlaces pueden descargarse una descripción de los elementos . 

Descripción didáctica CHOROBATE

Descripción didáctica  CUERDA

Descripción didáctica  DIOPTRA

Descripción didáctica ESCUADRA DE AGRIMENSOR

Descripción didáctica  GROMA

Descripción didáctica JALONES Y BANDEROLAS

Descripción didáctica  LÁMPARA

Descripción didáctica  LIBELLA

Descripción didáctica NORMA Y PERPENDÍCULA

Descripción didáctica ODÓMETRO

Más información del museo  AQUI

 

 

Guadalajara capital produjo entre los siglos XIV y XVI su propia cerámica de lujo, realizada en los alfares de Cacharrerías o de la Alcallería.

Se utilizaba la técnica de verde y manganeso, usando óxido de este material para perfilar las figuras y óxido de cobre para conseguir el color verde, sobre un fondo blanco de plomo, sílice y estaño. Se representaron los mismos temas que se dibujaban en el resto de los centros cerámicos importantes, especialmente animales y motivos geométricos, pero a diferencia de ellos, en Guadalajara no se han encontrado figuras humanas. Esta paloma pintada en el fondo de una fuente, que procede de los restos del ábside de San Gil de Guadalajara, es uno de los mejores ejemplos de esta cerámica mudéjar que se distribuyó por muchos lugares del centro peninsular.

Esta pequeña cabeza de toro era el pico vertedor de un jarrito zoomorfo de cerámica de época andalusí, casi con toda seguridad realizada a finales del siglo X en los alfares que se encontraban en la actual Plaza de la Antigua de Guadalajara. Seguramente el pequeño recipiente al que le sirvió de boca, se usaba para un ritual ancestral asimilado por los musulmanes cuando conquistaron Persia: beber vino en el amanecer de la festividad del año nuevo, el Nawruz

Entre las piezas relacionadas con las creencias en la Prehistoria, el Museo conserva esta figurita humana de cerámica, que debió ser un idolillo o un amuleto. Destinado a la protección de su propietario o al culto a alguna deidad, es una buena muestra de las relaciones de los habitantes de la Edad del Bronce con los seres que podían facilitarles la vida terrenal o el paso y disfrute de la otra vida, en la que seguramente creían y por la que enterraban a sus difuntos con ofrendas de comida y bebida. Procede del poblado de La Loma del Lomo de Cogolludo, uno de los enclaves más importantes y mejor estudiados de la Edad del Bronce y podría datarse entre 1600-1300 a.C

 

Hay veces que a primera vista la decoración en la cerámica nos desconcierta. ¿Qué significa el dibujo? Esta pieza, encontrada en el castillo de Cifuentes, es el fondo de un recipiente del siglo XV importado de Manises (Valencia). Unos cuantos trazos en azul nos quieren transmitir una idea que, visto el fragmento así, es difícil de comprender, sobre todo porque le falta la decoración dorada que debería mostrarlo de una manera entendible. Pero con la pieza en la mano jugamos con ventaja: la escena está en relieve, se grabó con un molde en el fondo y se pintaron encima unas líneas en azul y seguramente otras en dorado, ahora perdidas, que nos la mostrarían completa. La loza azul y dorada de Manises, era uno de los artículos de lujo que no podían faltar en las mesas de los más pudientes y se importó masivamente desde los obradores valencianos ya a finales de la Edad Media. En todos los castillos y palacios se encuentra esta cerámica que también era apreciada internacionalmente, tanto por su calidad como por la variedad de sus temas decorativos, entre los cuales, el que mostramos, es uno de los menos conocidos. ¿Qué escena completaban estos trazos? La solución en la próxima historia. Mientras tanto, se admiten interpretaciones; es un buen ejercicio de imaginación.

Esta es la solución a la anterior historia. Calcando el fondo sobre papel de seda, encontramos una escena conocida como “La Coronación”, bien documentada en los alfares de Manises en el siglo XV. Un personaje arrodillado es coronado por una figura en pie que parece llevar una mitra y un traje litúrgico. Se dibujaron en azul unas líneas principales, la pierna arrodillada, el marco arquitectónico, las vestiduras talares, y el resto iría, seguramente, en un color dorado ya perdido. La inspiración para crear estas escenas estaba muchas veces en las catedrales con sus magníficas portadas talladas y, en este caso, podría ser este capitel de la Puerta de La Almoina de la catedral valenciana que reproducimos invertido, en el que Moisés recibe las Tablas de la Ley, incluso la mano de Dios puede verse en ambos. Cerámicas de este tipo tan exclusivo se han encontrado en el Alcázar Real de Guadalajara, el Prao de los Judíos de Molina y éste en el castillo de Cifuentes.

Más información en: CERÁMICAS MEDIEVALES CON DECORACIÓN FIGURADA DEL MUSEO DE GUADALAJARA (SIGLOS X-XV): ALFARES DEL CENTRO PENINSULAR, LOZA MUDÉJAR DECORADA DE GUADALAJARA E IMPORTACIONES

 

El conocido como antiguo convento de Santa Fe, que forma parte del Museo de Santa Cruz y que ahora puede visitarse junto con la exposición de Colección Roberto Polo, es un espacio con una historia cuyos orígenes se remontan a la época de la dominación musulmana, hacia mediados del siglo VIII (la antigua Tulaytula), pero que pasa posteriormente por diferentes etapas constructivas y de ocupación hasta nuestros días que constituyen todo un compendio artístico y arquitectónico de primer nivel.

 

Actualmente, se pueden contemplar elementos arqueológicos tan importantes como lo son los restos de la muralla del Alficén, ciertas dependencias del palacio de Al Mamud, otros restos de la etapa califal, entre los que destaca la Capilla de Belén, o la iglesia mudéjar de los caballeros de Calatrava, a los que Alfonso VIII cedió los terrenos ya en el siglo XIII (1210) para asegurarse su participación en la campaña que terminó con la decisiva victoria de Las Navas de Tolosa, en 1212. En alguna de las dependencias de estos edificios, nace el 23 de noviembre de 1221 el futuro rey Alfonso X, El Sabio, hijo primogénito de Fernando III, El Santo y Beatriz de Suabia.
 

 

El edificio pasó más tarde a manos de la Orden de la Concepción Francisca, con su fundadora, doña Beatriz de Silva, época a la que corresponde el magnífico alfarje mudéjar, y tras un corto espacio de tiempo, fue ocupado por las Comendadoras de Santiago a partir del siglo XVI (1503), permaneciendo ahí durante cuatro siglos y construyendo la iglesia que actualmente conocemos, ahora desacralizada y utilizada hasta hace un año como salón de actos del Museo de Santa Cruz; es obra de Antón Egas, edificada al mismo tiempo que se construía el propio Hospital de Santa Cruz (Enrique y Antón Egas). 

En el siglo XIX es uno de los edificios que forman parte de la Desamortización de Madoz (1855) y sufre algunas pérdidas notables. Durante el siglo XX, en 1935 a punto está de desaparecer completamente todo el conjunto puesto que es vendido al Banco de España con la intención de edificar allí su nueva sede en Toledo. Sin embargo, el comienzo de la Guerra Civil frena el proyecto y, terminada la contienda, el espacio es adquirido en 1943 por las Ursulinas (religiosas de la Sagrada Familia de Loreto) para darle un uso como centro docente durante treinta años, hasta 1973, fecha a partir de la cual queda en abandono.

Finalmente, es comprado por el Estado para ser utilizado como ampliación del Museo de Santa Cruz con fines museísticos tras una importante restauración llevada a cabo a principios del siglo XXI por el Ministerio de Cultura. Es durante los trabajos arqueológicos que se realizan para dicha restauración  cuando tuvo lugar el descubrimiento de los restos de una espectacular arquería decorada con magníficas yeserías vidriadas en las que se combinan motivos vegetales y animales, algo bastante inusual en la iconografía hispano musulmana.

Recientemente, se ha procedido a la colocación de magníficas infografías que describen todas estas diferentes etapas históricas y arquitectónicas; el trabajo lo lleva a cabo la empresa PAR Arqueología y Patrimonio Virtual (www.parpatrimonio.com), a la que corresponden los enlaces que se facilitan a continuación:  

 Reconstrucción 3D de su estado actual

Reconstrucción 3D de sus fases históricas

Reconstrucción 3D de la Capilla de Belén.