El municipio de Campisábalos está situado al Noroeste de Guadalajara (1), en la vertiente meridional de la Sierra de Pela. La Sierra se inscribe en el territorio de la Sierra Norte de Guadalajara y presenta una orografía esculpida por cuencas hidrográficas, montañas, sierras y picos, estos últimos los de mayor altitud de Castilla la Mancha. Este espacio natural se reconoce por la heterogeneidad de su clima y biodiversidad. Campisábalos, desde una posición estratégica a 1200 msnm de media, conecta los dos grandes sistemas montañosos, el Central y el Ibérico, configurándose como corredor Este-Oeste y punto de inflexión Norte-Sur entre las dos mesetas. Su peculiar paisaje destaca por los llamativos escarpes calizos de aspecto ruiniforme, pendientes suaves y valles poco encajados por donde discurren los cauces del Arroyo de la Dehesa, el de Valdecastro y de Sandria, tributarios del rio Sorbe.
Intentamos aquí actualizar los datos referidos al arte rupestre de la región y, en consecuencia, los de la provincia alcarreña. Estos no siempre se ven reflejados en el conjunto de yacimientos verificados a nivel peninsular, lo que impide valorar su peso en la investigación e interpretación. En 2023 contabilizamos alrededor de 80 sitios con arte rupestre postpaleolítico, grabados o pinturas, distribuidos en la provincia de Guadalajara, sin incluir los de cronologías paleolíticas anteriores.
Esta tarea dio como resultado el registro de nuevos lugares decorados, antes inéditos. Hasta hoy, en Campisábalos, se han contabilizado cinco yacimientos, los conocidos Abrigo de Cueva Negra y Abrigo de la Cabrera, a los que se añadieron el Abrigo del Arroyo de Valdecastro, Abrigo del Portillo Molinero y Abrigo del Cerro de Santiago, en cuyo entorno se halla el menhir de Campisábalos. Pero esta labor no ha terminado.
Los abrigos rupestres con arte esquemático en la Sierra de Pela y término de Campisábalos
Los yacimientos se localizan en los valles, tanto en sus accesos como en zonas medias y solo en una ocasión (La Cabrera) en la parte alta del barranco. Actualmente se observan en ellos los restos constructivos de majadas para el ganado y en los terrenos adyacentes se distinguen muros que escalonadamente parcelan áreas de cultivo. En general estos sitios ejemplifican la tradición agroganadera que caracteriza este paisaje, acorde con las condiciones edafológicas.
La actividad del ser humano registrada en estos lugares, de relativo fácil acceso, se reconocen en las propias paredes que albergan las decoraciones, que muestran diferentes momentos de realización desde períodos neolíticos y calcolíticos como mínimo, hasta cronologías modernas visibles en los últimos grabados más difíciles de datar. El poblamiento en la zona a lo largo del tiempo se identifica en las propias expresiones gráficas y en los restos reutilizados. La Ermita de Ntra. Sra. de la Soledad y actual cementerio, es un ejemplo de recuperación de piezas y elementos constructivos anteriores, algunas de ellas probablemente de tradición prehistórica.
Las figuras representadas encajan sin problema dentro del repertorio esquemático, en Campisábalos son fácilmente reconocibles la figura humana, la figura animal y algunos signos geométricos, todos ellos estilísticamente comparables con el elenco visible en abrigos y cuevas distribuidos en toda la Península Ibérica. El pigmento que predomina en sus pinturas es el rojo en distinta gama, sin embargo, algunas figuras negras son también, claramente visibles. A juzgar por las manchas informes y degradadas que se distribuyen en los paneles, debió de haber un número mayor de símbolos, pero el paso del tiempo, la degradación del soporte calizo y la acción humana han hecho desaparecer muchas de ellas.
Breve descripción
Abrigo de Cueva Negra
Es un amplio abrigo situado en un pequeño valle adyacente al Valle de la Dehesa y el arroyo del mismo nombre, protegido por una visera cuya longitud es de 13 m. aproximadamente. El abrigo preside una plataforma construida con un muro perimetral realizado con piedra en seco del que quedan algunos restos. Predomina sobre el pequeño valle que se cierra en su cabecera de forma circular. En relación con el repertorio tipológico la figura humana tiene una presencia casi absoluta, representada en varias de sus expresiones formales, cruciformes diferentes y bitriangulares, de cronología diversa. Es uno de los dos abrigos en el que se observan representaciones en negro.
Abrigo del Portillo Molinero
El Abrigo del Portillo Molinero, en el mismo valle que el anterior en dirección N y con las mismas características que el conjunto. Conserva rastros de diferentes fases temporales: actuales en color negro; grabados anteriores a estos (cruz con peana y cruz con travesaños); y por último pinturas negras y rojas, anteriores a todos ellos, en las que distinguimos zoomorfos.
Abrigo del Cerro de Santiago
El abrigo lo forma una visera de unos 5 m de largo que protege un espacio de 3 m de profundo. Las representaciones se distribuyen en el tercio medio de la pared, se trata de indicios con puntuaciones en el extremo izquierdo del panel, posiblemente algunos tapados por el muro, a su derecha se observa un grupo de figuras (caprinos) y otros restos inidentificables.
Abrigo de La Cabrera
Al igual que Cueva Negra este abrigo está reflejado en la carta arqueológica. Se trata de una cueva modificada con muros y puerta a modo de refugio que se ubica en la parte superior del barranco con una amplia visibilidad hacia el valle de la Dehesa. Se distingue un solo signo con densa carga de pigmento rojo.
Abrigo del Arroyo Valdecastro
Se emplaza en la vertiente derecha del arroyo homónimo. Tiene restos de una puerta de acceso y vigas apoyadas e insertadas en la roca para formar un tejado. Todo esto ha requerido de extracción de piedra de la propia pared decorada, lo que ha destruido parte de las pinturas que se aprecian en los bloques utilizados a modo de jambas y dintel de la puerta. Se reconocen figuras humanas y un zoomorfo, que se distribuyen tanto al interior como al exterior de la taína.
Menhir de Campisábalos
El Menhir de Campisábalos (conocido desde hace tiempo) se erige en el círculo calizo donde se aprecian las marcas de cantero y las profundas incisiones para la extracción de piedra. El monolito, que se sitúa a 100 m del abrigo del Cerro de Santiago, tiene forma de medialuna y una altura de 5 m y aparentemente no presenta decoraciones. Durante su revisión pudimos establecer una antigüedad aproximada, posiblemente prehistórica.
El lenguaje esquemático
Cuando hablamos de arte prehistórico nos referimos a un sistema de comunicación, un lenguaje gráfico que en investigación calificamos como grafías, manifestaciones gráficas, simbología de los grupos humanos, etc. Está relacionado, en este caso, con un período cronológico desde el Neolítico hasta la Edad del Hierro.
Este arte esquemático se expresa con motivos/signos/símbolos que podemos integrar en varios conjuntos: figuras humanas, figuras animales y signos geométricos incluidos los esteliformes. Todas adoptan una enorme variedad de formas desde las más complejas y realistas hasta su abstracción total. Están establecidas y ordenadas por grupos tipológicos de manera general, a veces caracterizadas con un estilo propio de un territorio o unidad paisajística, en los que se percibe un “aire de familia” o una forma de interpretar algunos signos. Hemos mencionado más arriba las técnicas aplicadas, a las que añadiremos la escultura. Seguiremos mencionando los soportes donde se reflejan: cuevas, abrigos, rocas, cerámicas, megalitos, plaquetas y cantos, en donde se han podido conservar.
Conocer, proteger, conservar y divulgar
El conjunto de abrigos de Campisábalos muestra una realidad arqueológica en esta provincia, muy alejada de los “vacíos” que presentan los trabajos de síntesis y mapas generales de la Península Ibérica. Con el mismo interés de documentar y presentar yacimientos que permanecían inéditos, ya se habían recopilado y cartografiado los catalogados en la provincia y en alguna ocasión en unidades de su paisaje, con especial atención a los análisis espaciales que permitían conocer la estrategia de su localización. Esta investigación ayudará al mejor y más amplio conocimiento de la Prehistoria y las dinámicas poblacionales en estos territorios.
El arte rupestre es, además, una figura protegida desde organismos mundiales como patrimonio cultural (UNESCO, ICOMOS), cuya fragilidad e inestabilidad exige estar alerta de los posibles deterioros, agresiones y actos vandálicos y finalmente su desaparición. En ese sentido la identificación, protección y divulgación han de ser inseparables. En España se legisla con La Ley de Patrimonio Histórico Español, Ley 16/1985 de 25 de junio, Título V, Del Patrimonio Arqueológico, Artículo cuarenta, por el que quedan protegidos los abrigos y lugares que contengan arte rupestre.
Por nuestra parte, trabajamos para poner en valor este bien patrimonial, siempre en colaboración con las administraciones correspondientes, Viceconsejería y Servicio de Patrimonio y Arqueología de la JCCLM y Servicio de Arqueología de Guadalajara, B. Maquedano y T. Sagardoy, con los que colaboramos en registrar y actualizar el arte prehistórico de la región. La cooperación del ayuntamiento de Campisábalos, agentes forestales y los propios vecinos ha facilitado los trabajos y es alentador el interés que muestran en conocer y proteger su legado. No queremos dejar de mencionar a José M.ª Huete Pedroche, Javier de Palacio (exalcalde y alcalde de Campisábalos), David Jiménez Requena (agente forestal), Jesús Chicharro, Antonio Simeón, además de otros vecinos de municipios cercanos como Enrique de Colsa y Álvaro Bastero, que de una manera u otra colaboran en la salvaguarda de nuestro patrimonio, así como a M. Romero y T. Castro.
Bibliografía:
- Lancharro, M.ª A. (2016). Modelo de distribución del arte rupestre post-glaciar en Madrid, Toledo y Guadalajara. ARPI 4 Extra, Homenaje a R. de Balbín Behrmann, pp. 133-150.
- Ley de Patrimonio Histórico Español
- ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) Carta de Venecia 1964.
(Las imágenes obtenidas fueron tratadas con el programa Adobe Photoshop CS5 y el software ImageJ).
[1] “Revisión y documentación de manifestaciones rupestres con arte pospaleolítico en el Sector Noroccidental de la provincia de Guadalajara, municipios de Valdepeñas de la Sierra, Valverde de los Arroyos, Cantalojas, Valdesotos, Tamajón, Cardoso de la Sierra y Campisábalos”. Expte.: 210501-P1
Autores:
Dirección: Dra. M.ª Á. Lancharro Gutiérrez, investigadora independiente (UAH),
Arqueólogos: D. J. Puerto Pérez y L. M.ª Saldaña Puentes
Fotografía: P. P. Cerrato Rubio©
Estos trabajos se inscriben dentro de las líneas de investigación del Dpto. de Prehistoria de la UAH: Proyecto PID2022-141188NB-I00 (responsable Dra. P. Bueno).
