En el extremo occidental del asentamiento se ubicaron varias instalaciones artesanales. Los restos hallados durante las excavaciones arqueológicas parece indicar que las actividades más importantes fueron el trabajo del metal (hierro y bronce) y la producción de objetos de vidrio, aunque también se piensa en la importancia del trabajo del cuero y la guarnicionería por la cantidad de hebillas, arreos de caballo y otros tipos de atalaje encontrados. Se han encontrado también dos fogones (uno interior y otro exterior) y una pila de agua posiblemente empleada para el temple del hierro.