Villa romana de El Saucedo

La villa romana de El Saucedo se encuentra situada en las inmediaciones de Talavera la Nueva (Toledo), junto al arroyo Baladies. El enclave apenas rebasa los 360 mts. de altitud, en plena llanura aluvial de la margen derecha del río Tajo y a 3 kms. escasos de distancia del curso actual.

Las noticias sobre hallazgos realizados en el entorno del yacimiento se remontan al siglo XVI; éstos consistieron en monedas, cerámicas y algunos mármoles.

Ya en épocas recientes y tras sucesivas campañas arqueológicas realizadas, se constata la existencia de una ocupación que va desde la Época Alto-Imperial (2ª mitad del siglo I d.C.) hasta el siglo VIII, pudiéndose dividir en tres fases claramente diferenciadas:

La primera fase, desde el siglo I d.C., se documenta en la zona la existencia de “villae” dedicada a la explotación de las ricas tierras de la zona aluvial. Tan sólo se han podido documentar algunas monedas y diversas piezas cerámicas, fechadas entre la 2ª mitad del siglo I y el último cuarto del siglo II d.C.

La segunda fase, desde principios del siglo IV, se produce en Hispania un desarrollo económico basado en una economía casi exclusivamente agrícola, siendo en este siglo cuando se produjo el momento de mayor esplendor de este tipo de asentamientos. Los grandes propietarios fueron construyendo residencias verdaderamente lujosas y convirtiendo las “villae” en centros de la vida económica y social. Es en este momento (finales del siglo III-principios del siglo IV), cuando se edificó en El Saucedo una villa palaciega. El área residencial (la única documentada por el momento) se articula en torno a un patio central con una gran fuente ornamental, rodeado por una galería porticada. Este patio estaría ajardinado, decorado con esculturas, creando un agradable espacio dedicado íntegramente al “otium”. Al jardín se abren las distintas habitaciones, de gran amplitud y planta compleja.

Entre las estancias que configuran la “pars urbana”, destacan las destinadas a las termas privadas. En el Saucedo podemos contemplar dos complejos termales. También destaca el “oecus” o sala de recepciones, situada en la parte principal de la casa. Esta arquitectura monumental se completaba además con una rica decoración a base de estucos en las paredes, placas de mármoles en zócalos y suelos y pavimentos musivarios.

En la tercera fase, a lo largo del siglo V, y debido al auge del cristianismo, muchas de estas villas cambiaron de titularidad, pasando a ser propiedad de la Iglesia. Por ello dejaron de tener un uso particular y algunas de sus habitaciones fueron reconvirtiéndose en basílicas. La villa de El Saucedo sufrió un proceso similar. A finales del siglo V, y a comienzos del VI d.C., el salón distribuidor de las termas fue remodelado para convertirlo en una basílica de culto cristiano con una piscina bautismal de inmersión.

Finalmente, a principios del siglo VIII, el edificio sufrió un importante incendio que destruyó toda la zona de almacenes; tras lo cual fue abandonado definitivamente.