Salinas de Saelices de la Sal
Las salinas de Saelices de la Sal están compuestas por un conjunto de inmuebles destinados a la explotación salinera, dos pozos y norias, cocederos, balsas, canalizaciones, almacén de sal y una ermita de morfología elipsoidal.
Los primeros documentos relativos a la extracción de sal en esta localidad se remontan a 1203, y posteriormente se cuenta con varias referencias a este tipo de explotación, si bien el aspecto actual de las instalaciones se atribuye al siglo XVIII. Hasta la transición entre la Edad Media y la Edad Moderna, la propiedad de las salinas recayó en distintos señores bajo el control del Rey, pero a partir de esa época la explotación pierde su independencia y se integra en el gran grupo de las salinas de Atienza, pasando a formar parte también del Patrimonio Real.
A mediados del siglo XVIII las salinas contaban con una producción considerable (cuatro mil fanegas), aunque no hay certeza de que en esta época se hubiesen ejecutado las obras de renovación que diesen a las instalaciones su actual apariencia.
En 1872 las salinas fueron adquiridas al Estado por un particular, que inició su explotación privada.
Tras la Guerra Civil, periodo en que tuvieron las salinas daños notables, se pusieron de nuevo en funcionamiento, sustituyéndose las norias por motores; primero movidos por combustible y más tarde mediante energía eléctrica. Pero su explotación duró, como mucho, hasta comienzos de los años 70, en lo que a la elaboración de sal se refiere, y hasta comienzos de los años 80 –concretamente 1981-, en lo que atañe al aprovechamiento del agua salada, que se vendía para diferentes actividades industriales.
Salinas de Saelices de la Sal
Salinas de Saelices de la Sal