Medallas al Mérito Cultural de Castilla-La Mancha 2017

Vicente Carranza Escudero nació en Damiel. Su intenso amor por la cerámica le ha llevado a atesorar una importante colección, algunas de cuyas piezas se exhiben en importantes museos de nuestro país. Su dedicación y talento le han hecho merecedor de una admiración y de un prestigio que ha trascendido las fronteras de nuestra región y de nuestro país. En su trayectoria, ha acumulado un gran número de distinciones en los ámbitos artístico, cultural, académico e institucional. Es autor de publicaciones de referencia relacionadas con la cerámica y de importantes diseños y proyectos de ejecución. 

Esta institución ha puesto de manifiesto un compromiso inquebrantable con la protección y defensa de su Patrimonio Cultural, sorteando, para ello, obstáculos financieros y estableciendo cauces de cooperación con otras Administraciones y particulares. Eso ha permitido la recuperación, conservación y exhibición de espacios patrimoniales reconocidos, por su valor, a escala nacional e internacional. Mención especial merece su modelo de gestión, especialmente en lo relativo al acercamiento del patrimonio a la ciudadanía y en la creación de vías de acceso a su conocimiento y disfrute.
 

Alcalá de Henares, Ávila, Baeza, Cáceres, Córdoba, Cuenca, Ibiza, Mérida, Salamanca, San Cristóbal de la Laguna, Santiago de Compostela, Segovia, Tarragona, Toledo y Úbeda, lejos de conducirse como núcleos independientes y aislados, se rigen por una gestión municipal que ha sabido crear las vías de cooperación para que estas una realidad conjunta y sólida, con un modelo de gestión cultural innovador con muy diversos vectores: el patrimonio, el turismo, la protección ciudadana, que ha tenido, hasta el momento, un importante calado social y una no menos relevante resonancia mediática.
 

La ciudad de Cuenca es uno de los grandes espacios artísticos y culturales del mundo, por el conjunto de su patrimonio, por la riqueza de su pasado histórico, por la conjunción perfecta y armónica entre arte y naturaleza que exhibe la ciudad, y por tratarse de uno de los grandes espacios museísticos, particularmente, en el campo del arte contemporáneo. Todos esos factores han sido potenciados desde la Facultad de Bellas Artes emplazada en la ciudad, que ha sabido aprovechar el entorno urbano y el medio natural para estimular la creatividad, para favorecer la innovación, para potenciar el conocimiento y para promover la investigación. 
 

Ana Locking es una toledana que ha imprimido, al diseño, una impronta artística producto tanto de su sólida formación en el campo de las bellas artes como de su propio talento individual y su voluntad de estilo, lo que da, a sus producciones, un signo de autoría tan reconocible como sugestivo. Su ambición creativa y su extraordinario talento han despertado opiniones que defienden que “sus desfiles parecen intervenciones artísticas, y sus inquietudes tienen cabida en los museos”. Ha cosechado los más importantes premios de las firmar con más predicamento y en las citas que cuentan con mayor prestigio. 

El Festival Internacional de Cine de Albacete, Abycine, data, en su primera edición, de 1999. Pese a la juventud de esta cita cultural, su importancia en el panorama cinematográfico español es unánimemente reconocido, de la misma manera que su proyección comienza a trascender ya nuestras fronteras. En el otoño de La Mancha, los responsables del festival han logrado crear un formato tan amplio como exigente, lo que ha permitido que sirva de estímulo a la presencia de personas con muy distintas sensibilidades sin que, por ello, se resienta la calidad de las películas proyectadas. 
 

El caso de Ana Alcaide, compositora e investigadora toledana, es un ejemplo perfecto de cómo, en ocasiones, se unen el trabajo y la inspiración, la tradición y la modernidad.

Esta autora ha logrado ensamblar el corpus de la música tradicional y su propio talento individual, para ofrecernos una aportación cultural extraordinaria y una obra artística tan sugestiva y sorprendente como difícilmente comparable a ninguna otra por su personalísimo sello.

En el marco de nuestra de región y de su ciudad, Ana Alcaide es, a día de hoy, una de las banderas de nuestra música.

El Tenorio Mendocino, la representación itinerante de la popular obra de José Zorrilla, que, cada 31 de octubre, emplea como escenario los edificios que la familia Mendoza construyó en Guadalajara entre los siglos XV y XVII, es una de las manifestaciones culturales más emblemáticas y que despierta mayor interés y atención de cuantas componen la agenda cultural de nuestra región.

Su resonancia ha sido mayor con cada edición celebrada, desde la primera de ellas, que remite al año 1992. Estamos ante una de las expresiones más importantes y conocidas del teatro aficionado dentro y fuera de nuestra región. Es Fiesta de Interés Turístico Provincial y Regional.

Barcarola, nacida en 1979, es una referencia imprescindible entre las publicaciones periódicas de creación literaria en nuestro país. Sus contenidos respetan el rigor crítico, pero guardan un equilibrio, tan difícil como admirable, que la hacen estar abierta a la lectura de un público no especializado.

Su periodicidad cuatrimestral ha convertido los tres números anuales de Barcarola en fechas señaladas del calendario cultural de Castilla-La Mancha y de toda España. 

Pedro Manuel Víllora Gallardo, nacido en La Roda, es uno de los grandes nombres propios que Castilla-La Mancha puede aportar a las artes escénicas y a la literatura. Ha impartido clase en distintas universidades españolas y en la Real Escuela Superior de Arte Dramático.

Cuenta con una trayectoria dentro de importantes medios de comunicación. Es autor de una importante obra teatral como autor y como director. En su obra de creación, hay, también, varios títulos de género narrativo y memorialístico. Ha coordinado La Gran Historia del Cine.

Su predicamento como hombre de teatro le ha llevado a mostrar sus espectáculos dramáticos por algunos de los más importantes escenarios de toda Europa. 

La cultura en Guadalajara está ligada al nombre de la Fundación Siglo Futuro durante los últimos 25 años. A esta entidad se debe el hecho de que se haya ofertado un amplio espectro de expresiones cultural en la capital alcarreña y su provincia, y ha logrado ser una plataforma de información y formación, de difusión de ideas y de contraste de opinión y pensamiento.

Siglo Futuro ha ayudado a elevar la imagen y el prestigio cultural a Guadalajara y a la región promovida por un colectivo de personas que dedican parte de su tiempo, altruista y desinteresadamente a este fin.