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La histórica Cofradía de la Santísima Trinidad, heredera del antiguo “Gremio de Recueros” medieval, continúa cada domingo de Pentecostés con la conmemoración del episodio que dio lugar a esta fiesta: el traslado del monarca ALFONSO VIII DE CASTILLA (en su minoría de edad) desde la villa de Atienza hasta la ciudad de Ávila, burlando a las tropas de Fernando II de león del sitio al que tenían sometida la villa de Atienza.

Hasta la actualidad nos ha llegado la representación de este episodio en la historia de Castilla, manteniendo el legado que nos ha transmitido la leyenda y la historia.
La jerarquización, sin fisuras, de la Cofradía y la continuidad generacional de los sus integrantes han conseguido mantener inalterables en el tiempo los “Usos y Costumbres” de la misma.

EL “GREMIO DE RECUEROS Y MERCADERES” DE ATIENZA Y ALFONSO VIII DE CASTILLA.

El "Gremio de Recuerdos y Mercaderes" de Atienza (Guadalajara)

Bien es verdad que, como tradición aparejada a la historia, tenemos que hacer obligada referencia al “Gremio de los Recueros y Mercaderes de Atienza” (1) como probable y directo antecedente de esta "Cofradía de la Santísima Trinidad". 

Juan-Catalina García López recordaba a finales del siglo XIX:

“… En este asunto, ningún hecho más antiguo ni más importante se conoce en el orden civil que la creación de la Cofradía de Recueros y Mercaderes de Atienza y las antiquísimas ordenanzas…”. (2)


Por su parte, Antonio Rumeu de Armas apunta:

"Las dos cofradías gremiales de mayor interés (…) son, sin disputa, la de los tenderos de Soria y la de los recueros y mercaderes de Atienza (…) ésta de segura vida a finales del siglo XII o principios del XIII”. (3)

Valgan, pues, estos breves como necesaria introducción para aproximarnos a esta "Cofradía de la Santísima Trinidad" objeto de nuestro estudio. (4)

La "Cofradía de recuerdos y Mercaderes" en su contexto medieval. 

En cuanto a orígenes y normativa interna, con las existentes en otros lugares, creemos que acertamos al mencionar una axiomática cita:

“… Que la Cofradía religioso-benéfica (…) está comprobada su existencia en el siglo XII (…) Que de la conjunción de la “cofradía” y el “oficio” nace la “Cofradía gremial”. (5)

Estando, pues, perfectamente documentado el origen secular, digamos que la "Cofradía de la Santísima Trinidad" se ajustaba, como tal, y desarrollaba sus actividades siguiendo unos patrones perfectamente establecidos, de una manera general, para las cofradías en la Edad Media: 

“… En fin, es más que probable que las necesidades que impulsaban a miembros de cofradías -gremios- a agruparse en instituciones de un marcado carácter religioso les sirvieran de plataforma para toda una serie de cuestiones que, tal vez, les estaban vedadas por los cauces normales”. (6)


Aglutinando estas características, certificaremos el texto anterior con otra definición al respecto: la Cofradía que nos ocupa “estaba integrada por individuos de la misma profesión: mercaderes ambulantes, regidos hasta ahora por usos y costumbres, que se reorganizan en cofradía-hermandad bajo normativa escrita y reformable, con fines concretos: la defensa de los intereses personales y colectivos de la clase social y profesión que representan; la mutua ayuda moral, material y económica de sus afiliados…”.  (7)

 

ALFONSO VIII EN ATIENZA: REFUGIO Y TRASLADO DEL MONARCA. HISTORIOGRAFÍA.

A modo de exposición del origen de la fiesta de “La Caballada”, debemos detallar el argumento histórico-tradicional del mismo.

De una manera simple y populista señalemos que el hecho relacionado conmemora la liberación del rey Alfonso VIII de Castilla del sitio al que su tío Fernando II de León tenía sometida a la villa de Atienza. (8)

Fue Francisco Layna Serrano quien, en sendos trabajos publicados en 1942 y 1945  (9) que recogían las aportaciones previas de otros eruditos (muy particularmente, del sacerdote D. Julio de la Llana), hizo saltar definitivamente dicha tradición del plano de lo local a otro más amplio, fijando, además, su forma definitiva. Por otra parte, el reinado de Alfonso VIII de Castilla, (10) en general, cuenta hoy con dos sólidos estudios monográficos, debidos a Julio González y Gonzalo Martínez Díez (11) , que han limpiado la figura del monarca de más largo reinado de la historia de España de las muchas y fantásticas leyendas inventadas con el paso del tiempo.     

De los tres cronistas contemporáneos que escribieron sobre el reinado de Alfonso VIII, es el arzobispo de Toledo don Rodrigo Jiménez de Rada quien con más detalle relata la turbulenta minoría del monarca, que ocupa los capítulos XV, XVI y XVII del libro VII de su obra. 

Y en ellos la dura pugna entre las dos grandes familias de magnates del reino, Castros y Laras, por la tutoría del rey “infantulo”  se tiñe de hechos violentos, engaños y traiciones entremezclados con alguna que otra increíble truculencia. Los Lara habían conseguido la tutoría desplazando al tutor nombrado por el monarca Sancho III, don Gutierre Fernández de Castro, sorprendiendo su buena fe: “Y estallando entonces entre ambas casas... un largo enfrentamiento, se sucedieron graves peligros y numerosos asesinatos por los dos bandos, hasta el extremo de que esta contienda dio a los leoneses la ocasión de imponerse, llegando a hacerse con algunas zonas de Castilla y Extremadura”. (12)

La intervención de Fernando II de León supuso un revés para los Lara, que, forzados por los acontecimientos y la pérdida de una parte sustancial de sus rentas, simularon un entendimiento con aquél, aceptando que el monarca prestara vasallaje a su tío en Soria.


“Y habiendo [don Manrique de Lara] llegado a Soria [donde estaba Alfonso VIII] -prosigue el arzobispo- junto a aquel rey [Fernando II] para que, de acuerdo con el homenaje, recibiera el vasallaje del rey niño, tras reunirse el concejo de Soria (…) Pero el conde Nuño [don Nuño Pérez de Lara] se les adelantó con el pretexto de buscarlo y, luego de sacar de allí al niño, se refugió al día siguiente en Atienza, e hizo caso omiso, en bien de la libertad de su señor, de la promesa y del homenaje…”. (13)

Esta Crónica sería la fuente básica en que bebieron casi todos los historiadores posteriores comenzando por la Primera Crónica General de España escrita bajo los auspicios de Alfonso X el Sabio, que en este episodio se limita a traducir a don Rodrigo: “Et veno estonçes el rey don Fernando con el conde don Malrric a Soria (…)”. (14)

Veremos de nuevo el mismo relato, con pequeños y no sustanciales añadidos, en la Crónica de veinte reyes (15)  y en las sucesivas redacciones posteriores de la Crónica General. La citada Crónica de veinte reyes sitúa la llegada a Ávila, previa estancia en el sitio de Huete con su ayo don Manrique (en el que fallecería éste, el 11 de julio de 1164) y en Zorita, durante la regencia de don Nuño Pérez de Lara (16)  , pero en otras fuentes no parece haber solución de continuidad entre las estancias en Atienza y en Ávila (17) , postura esta última que terminará prevaleciendo en las crónicas e historias posteriores.

Así se mantiene en pleno siglo XVI, por ejemplo, en el Compendio historial de Esteban de Garibay y Zamalloa (18) y también, por supuesto, en la Historia del Padre Mariana:

"… el mismo don Manrique... fue forzado (a) hacer homenaje al rey don Fernando, que le entregaría el gobierno del reino y las rentas reales, que las tuviese por espacio de doce años juntamente con la crianza del rey". Para confirmarlo fueron convocadas Cortes en Soria, mas "la resolución y esfuerzo de un hombre noble, llamado Nuño Almexir, sustentó y defendió el partido de Castilla". (19)

 Como hemos dicho, Ávila se señaló desde bastante pronto como el destino final de Alfonso:

“... los Laras, con pretexto de buscar al niño para entregarle en cumplimiento de su promesa, partieron a San Esteban, de donde don Nuño pasó a Atienza... Fue traído el rey a nuestra ciudad... Nuestras historias dicen que el rey fue llevado a Ávila”. (20)

La más extensa obra dedicada en el siglo XVII a Alfonso VIII fue la de Alonso Núñez de Castro: 

“(...) El conde y los demás ricos-hombres (...) se partieron de la ciudad de Soria en su busca, pero teniendo noticia de esto don Pedro Núñez pasó al rey don Alonso a la villa de Atiença (…). (21)
    
 Todavía en el XVII, el conde de Cerbellón simplificaba, reduciendo a uno el “castillo fuerte” al que desde Soria llevó Nuño Almexir (sic) al rey niño (22) , pero el insigne erudito Luis de Salazar y Castro, en su genealogía de los Lara, tras señalar expresamente que fue don Manrique quien propició la hazaña de D. Pedro Núñez, señor de Fuente Almexir, “aliado y estrecho deudo suyo”, vuelve a anotar con exactitud la secuencia Soria-San Esteban de Gormaz-Atienza-Segovia-Ávila . (23)

 Unos años después, el Marqués de Mondéjar, se ocupaba también, de la figura de Alfonso VIII, el Noble, repitiendo escrupulosamente la secuencia que acabamos de ver en Salazar y Castro .(24)

 El siglo XIX no aportó grandes novedades. Modesto Lafuente publicó su monumental Historia de España: “Pasó el rey don Fernando a Soria(…) y de allí a Atienza y luego a Ávila. (...)”. (25)
    
Manuel Colmeiro solo alude a la estancia del rey pequeño en Atienza, desde donde “anduvo vagando y huyendo por varias partes hasta parar en Ávila, cuyos ciudadanos recibieron al rey con alegría, le criaron y le defendieron con grande amor y lealtad”. (26)

 José María Quadrado no olvidó reseñar la celebración al ocuparse de Atienza:

“No ha muchos años que sus recueros recordaban con una solemne cabalgata el servicio prestado a Alfonso VIII en su menor edad, cuando para librarle de las manos del rey de León, su tío, le acogió la villa en 1161 bajo el amparo de su fortaleza y, secundando el celo de los Laras, supieron sus naturales conducirle hasta Ávila sin tocar en poblado”. (27)

También Juan Catalina García López hizo en su ya aludido discurso de entrada en la Real Academia de la Historia, vinculando a los recueros de la villa con el traslado a Ávila del rey niño:

“... Todavía, desde tiempo inmemorial, la cofradía de recueros de que se habla aquí hace cierto día del año una especie de cabalgata a que llaman la Caballada, y se asegura que es en recuerdo de la conducción del rey D. Alfonso a Ávila”. (28)

Y será en el segundo tercio del siglo XX cuando Francisco Layna Serrano se dedicará al estudio de la tradición atencina que nos ocupa, subrayando la gran antigüedad de la “Cofradía de la Santísima Trinidad”, ofreciendo el primer estudio completo de sus vetustos documentos y fijando el relato tradicional de la intervención de los recueros de Atienza en el salvamento de Alfonso VIII de la persecución a que le estaba sometiendo su tío Fernando II de León. (29)

Las publicaciones de Layna, sin embargo, no encontraron eco inmediato en la historiografía y, por ejemplo, Luis García de Valdeavellano, en su inconclusa Historia de España prefiere atenerse al sucinto relato tradicional sin entrar en más detalles:

“... por entonces parece que Fernando II se dirigió a Soria para hacerse cargo de la persona de su sobrino Alfonso VIII (…) había escapado a Atienza con Alfonso VIII”. 
Poco después aparecería la obra ya citada de Julio González, punto de referencia inexcusable en todo cuanto al estudio de Alfonso VIII atañe. (30)

Estima Julio González que Jiménez de Rada, que no utilizaba documentos ni aun teniéndolos a mano y que redactó su crónica hacia 1243 siendo ya anciano, “para los años alejados de la época en que escribe es pobre y resulta fuente de inexactitudes, pues recoge leyendas”, siendo probable, concretamente, que para la minoría de Alfonso VIII utilizara “relatos anteriores, probablemente en forma de romances noticieros” .  (31)  

Como era de prever cuestiona algunos aspectos de la famosa escena de la entrega de Alfonso al monarca leonés en Soria .(32) También mira con escepticismo la marcha de los Lara de Soria hacia San Esteban de Gormaz en pos del monarca. (33)

Ya en la década final del siglo XX, Gonzalo Martínez Díez consagró otra monografía al rey castellano. Respecto a nuestro asunto, escribe:

“… Aunque ninguna crónica registra este episodio, es posible que el rey Fernando siguiera el rastro de su fugitivo sobrino, pues el 23 de julio se encontraba en campaña sobre San esteban de Gormaz, y que de allí siguiera hacia Atienza, pero no se entretuvo mucho tiempo, puesto que al mes siguiente, en agosto de 1163, se encontraba ya en León”. (34)


LA FIESTA DE “LA CABALLADA” EN LA ACTUALIDAD

 

ATIENZA celebra desde hace más de ocho siglos la fiesta de “LA CABALLADA” con la que se conmemora la liberación del rey de Castilla Alfonso VIII (1158-1214), durante la minoría de edad del monarca, por los arrieros de esta villa y su traslado, en siete jornadas, a la ciudad de Ávila.
El sábado, víspera de Pentecostés, es el día de las “Siete Tortillas”. El Prioste, el Mayordomo, los miembros de la Mesa de la Cofradía (seis últimos Seises) y el Fiel de Fechos, acompañados de la Priosta, Seisa y Mayordoma, se dirigen andando hasta la ermita de la Estrella, precedidos de los dulzaineros y el Manda, para realizar los preparativos de la fiesta del día siguiente. 

 

1 Santiago Bernal Gutiérrez
Fiesta de la Caballada de Atienza (Guadalajara). Santiago Bernal Gutiérrez


Los hombres plantan el ramo para la subasta de las roscas y las mujeres engalanan la imagen de la Virgen  y el altar de la ermita. La Junta Particular, en fraternal mesa, consume las siete tortillas -todas distintas y de vigilia- en recuerdo de las siete jornadas de camino hacia la salvación del rey Alfonso VIII, en aquel día de 1162. 
El Domingo de Pentecostés, el tamboril y la dulzaina despierta a los hermanos que, acompañados de sus caballerías, se dirigen -en perfecto estado de avío y con aquéllas debidamente enjaezadas- hacia la casa del Prioste. 

A las 10 en punto de la mañana, el Fiel de Fechos pasa lista y hace públicas las sanciones que los hermanos deben satisfacer en libras de cera. Se subasta, asimismo, quién portará la Bandera, siendo esta puja en cuartillos de vino. Una vez que la comitiva ha recogido al Abad, descienden hasta la ermita de la Estrella. Al llegar, desmontan a la voz del Manda: “Señores hermanos, a pie”. 

 

2 VIRGILIO HERNANDO VAÑÓ
Fiesta de la Caballada de Atienza (Guadalajara). Virgilio Hernando Vaño.

 

A las 12 de la mañana da comienzo la Procesión hasta la primera de las Peñas de la Bandera. A lo largo del recorrido se subastan los banzos en cinco ocasiones (el derecho a llevar las andas de la imagen). Las pujas, anotadas por el Fiel de Fechos, son siempre en celemines de trigo.

Concluida la procesión, comienza la Santa Misa, con los cofrades ocupando un lugar preferente, en la que late el recuerdo de los hermanos ausentes y la gesta sobre la que versa la homilía. 

Después de este acto religioso, se lleva a cabo la subasta de las roscas: “Diez celemines, diez y medio, doce... ¡buen provecho!”, dice el Manda, y así hasta  el fin de la subasta. 

Antes de la comida los cofrades honrar a la virgen con el baile de la Jota Castellana, como prueba de cariño y devoción y en recuerdo de la danza ejecutada por sus antecesores salvadores de Alfonso VIII ante sus perseguidores. 

Para reunir a los cofrades en la comida el Seis Principal (Seis más reciente) hace tocar el campanillo, reclamándoles para el “Trago de la Bandera”. 

La comida de ritual se hace en reunión privada, según mandan las “Ordenanzas” seculares. Entre tanto, las familias y visitantes celebran la fiesta en alegres corrillos, donde se come y bebe en franca armonía. Finalizada la comida, los cofrades repiten baile ante la imagen de la virgen.  

Al caer la tarde vuelven a montar en sus cabalgaduras y precedidos por dulzaina, tamboril y abanderado (deteniéndose en las dos Peñas de la Bandera, donde se reza por los difuntos de la Cofradía) se dirigen hasta los aledaños de la villa, en el lugar conocido como “Camino de las Cuevas”, atravesando la villa y el histórico arrabal de Puertacaballos. 

En la carrera, recuerdo de aquel veloz viaje hasta Ávila, los cofrades compiten por parejas, en una imagen irrepetible con el castillo y la villa al fondo... ¡es el galope de la memoria de Castilla!

 

3 JUAN LUIS GÓMEZ GARCÍA
Fiesta de la Caballada de Atienza (Guadalajara).. Juan Luis Gómez García. 

 

 

Ya de vuelta a la villa, en la casa del Abad de la Cofradía, éste despide a la comitiva a caballo con un vaso de limonada. Despedida que tendrá continuación en casa del Prioste con el tradicional trago en porrón deseándose, todos los hermanos, “¡que lleguemos al año que viene!”.

 

Fiesta de la Caballada de Atienza (Guadalajara).
Fiesta de la Caballada de Atienza (Guadalajara).José Ignacio Palau Rodríguez 

 

Esta fiesta fue declarada Bien de Interés Cultural el 28 de septiembre de 2018, más información AQUÍ

Referencias 

(1) “Nos los ricueros e los m[ercad]antes de atienza estableciemos aquesta ermandat a honnor de dios et de todos los santos et a de[fe]nsion de nuestros averes”, en A. TAMAYO LÓPEZ-MACHUCA y otros: Op. cit.

Véase “texto original” y “versión al castellano moderno” de F. LAYNA SERRANO: Historia de la villa de Atienza, Op. cit., p. 488: “Nós los ricueros e los mercadantes de atienza, estableciemos aquesta ermandat a honor de dios et de todos los santos e a defention de nuestros averes”.

(2) GARCÍA LÓPEZ, Juan-Catalina: La Alcarria en los dos primeros siglos de su Reconquista, Discurso de ingreso en la Real Academia de la Historia (1894), Reed.: Guadalajara, Institución Provincial de Cultura Marqués de Santillana, 1973, p.77.

(3) RUMEU DE ARMAS, Antonio: Historia de la Previsión Social en España: Cofradías, Gremios, Hermandades, Montepíos, Barcelona, Edit. El Albir, 1981, pp. 44-46. 

(4) Dejaremos en un segundo plano la cita de F. LAYNA SERRANO: “La Histórica Cofradía de La Caballada en Atienza (Guadalajara)”, en Hispania, Revista Española de Historia, CSIC-Instituto Jerónimo Zurita, Madrid, 1942, pp. 503-504, por el constante apunte de suposiciones en su exposición.

(5)  RUMEU DE ARMAS, Antonio: Op. cit., p. 44.

(6)  ROMERO MARTÍNEZ, Adelina: “El asociacionismo de poder: las cofradías de hidalgos y caballeros”, en En la España Medieval, Madrid, Servicio de publicaciones de la Universidad Complutense, 18 (1995), pp. 135-162.

(7) RIESCO TERRERO, Ángel y Jesús DOMÍNGUEZ APARICIO: Op. cit., p. 22.

(8) Una breve aproximación, en la que prevalece la divulgación del hecho tradicional en contra del rigor histórico, la vemos detallada en VEGA GARCÍA, Jesús de la: “La Cofradía de La Caballada de Atienza (Guadalajara-España): Galope de la memoria de Castilla”, en AZB, Revista de Cultura Internacional, núm. 7 (1995), Guadalajara, pp. 46-47.

(9) LAYNA SERRANO, Francisco: “La Histórica Cofradía de La Caballada en Atienza (Guadalajara), en Hispania, Revista Española de Historia, CSIC-Instituto Jerónimo Zurita, Madrid, 1942 / Historia de la villa de Atienza, Madrid, 1945. 

(10)  “Alfonso VIII, El de las Navas (1155-1158-1214)” / “Don Alonso el . IX., Rey de Castilla, y Toledo, hijo del Rey Don Sancho el Deseado…”. Así lo encontramos en el friso de la Sala de Reyes del Alcázar de la ciudad de Segovia, según detalle de la ordenación cronológica correspondiente al proyecto realizado por orden de Felipe II.

(11) GONZÁLEZ, Julio: El reino de Castilla en la época de Alfonso VIII, Madrid, CSIC, 1960, 3 vols. / MARTINEZ DÍEZ, Gonzalo.: Alfonso VIII, rey de Castilla y Toledo, Burgos, 1995.

(12) JIMÉNEZ DE RADA, Rodrigo.: Historia de los hechos de España. Introducción, traducción y notas de J. FERNÁNDEZ VALVERDE, Cap. XVI, Madrid, Alianza Universidad, 1989, p. 284.

(13) Ibídem, pp. 285-286.

(14) ALFONSO X: Primera Crónica General de España, que mandó componer___ , Ed. de Ramón MENÉNDEZ PIDAL, Madrid, 1955 (2ª ed.), pp. 670-671.

(15)  ANÓNIMO: Crónica de veinte reyes, Burgos, 1991, pp. 270-271.

(16) Ibídem, p. 272.

(17) GONZÁLEZ, Julio: Op. cit., p. 62.

(18) GARIBAY Y ZAMALLOA, Esteban.: Los quarenta libros del compendio historial de las chrónicas y universal historia de todos los Reynos de España, Amberes, 1571. Lejona, 1988 (ed. facsímil de la de Barcelona, 1628), pp. 104-105.

(19) MARIANA, P. Juan de.: Historia de España, en Obras, Introducción y ed. de D. F. P. y M. (D. Francisco Pi y Margall), Madrid, 1950, I, pp. 315-316.

(20) COLMENARES, Diego de.: Historia de la insigne ciudad de Segovia y compendio de las Historias de Castilla, Segovia, 1637. Reed.: 1969, pp. 288-290.

(21) NÚÑEZ DE CASTRO, Alonso: Corónica de los señores reyes de Castilla do Sancho el Deseado, don Alonso el Octavo y don Enrique el Primero, Madrid, 1665, pp. 48-49.

(22) MERCADER Y DE CERBELLÓN, Gaspar (Conde de Cerbellón): Retrato político del señor rey don Alfonso el VIII..., Valencia, 1679, p. 25.

(23) SALAZAR Y CASTRO, Luis de: Historia genealógica de la Casa de Lara ... , Madrid, 1696, pp. 121-122.

(24) IBÁÑEZ DE SEGOVIA PERALTA Y MENDOZA, Gaspar (Marqués de Mondéjar): Memorias históricas de la vida y acciones del rey don Alonso el noble, octavo del nombre, ilustradas con notas y apéndices por D. Francisco CERDÁ Y RICO, Madrid, 1783, p. 31.

(25) LAFUENTE, Modesto.: Historia general de España, desde los tiempos más remotos hasta nuestros días, Madrid, 1850-1867 (30 vols.), Vol. 5, p. 128.

(26) COLMEIRO, Manuel.: Reyes cristianos desde Alonso VI hasta Alfonso XI en Castilla, Aragón, Navarra y Portugal, en CÁNOVAS DEL CASTILLO, Antonio, dir.: Historia General de España..., Vol. VI, Tomo I, Madrid, 1892, p. 54.

(27) QUADRADO, José Mª y Vicente de la FUENTE: “Guadalajara y Cuenca”, Barcelona, 1886. Reed.: en España, sus monumentos y artes, su naturaleza e historia. Castilla la Nueva /2, Barcelona, El Albir, 1978, p. 62.

(28) GARCÍA LÓPEZ, Juan-Catalina: Op. cit., p. 77.

(29) Cifr. supra, n. 14. Relato que F. Layna consideraba rigurosamente histórico y que se ha resumido y repetido hasta la saciedad, con algún leve retoque en diversas publicaciones

(30) GARCÍA DE VALDEAVELLANO, Luis: Historia de España, I, De los orígenes a la Baja Edad Media, 2ª parte, Madrid, 1952, p. 558.

(31) GONZÁLEZ, Julio: Op. cit., I, p. 10.

(32) Ibídem, p. 164, n. 102.

(33)  Ibídem, p. 62, n.101.

(34) MARTÍNEZ DÍEZ, Gonzalo: Alfonso VIII, rey de Castilla y Toledo, Burgos, 1995, pp. 31-32.

 

Autor:  Jesús de la Vega García. Cofradía Santísima Trinidad.

GALERÍA DE IMÁGENES

Comentarios: 1

Jacinto Chicha… el Mar, 21/05/2024 - 18:52

Felicito efusivamente al autor de este académico estudio centrado en los orígenes de la fiesta

Sugiero a la autoridad que corresponda que se encargue a un historiador o a un profesor universitario coordinador de un grupo de estudiantes, que se encargue digo, un estudio sobre la HISTORIA DE LA COFRADIA (contexto, origen, evolución, documentos propios, adaptación al Concilio de Trento, integración de labradores, reinterpretación romántica, influencias de los tiempos de cristiandad, situación actual, etc, etc. Gracias !

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