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El Servicio de Publicaciones ha publicado el libro Fray Alberto. Arquitecto (1575-1635) de José Luis García Martínez y José Miguel Muñoz Jiménez.

Una aproximación a la figura del arquitecto carmelita  Fray Alberto de la Madre de Dios, a su genialidad artística y a la imprescindible aportación de su obra a la arquitectura española de la primera mitad del siglo XVII.  A través de este artículo, te acercaremos a esta estupenda publicación. 

Fray Alberto de la Madre de Dios (1575-1635), fue un artista santanderino enterrado en la localidad castellano-manchega de Pastrana. Este fraile carmelita descalzo fue uno de los arquitectos españoles más importantes de todos los tiempos, tanto por sus innovaciones como por la cantidad de obras diseñadas en los diferentes territorios peninsulares.

Entre sus trabajos podemos encontrar numerosas obras inéditas del que fue el verdadero autor del estilo barroco cortesano, que va a perdurar durante décadas en Madrid, y sobre todo del estilo carmelitano, que tendrá gran influencia en los conventos españoles, con repercusión también en América. 

Entre sus obras más importantes se encuentra el Real Monasterio de la Encarnación de Madrid, que le encarga la reina Margarita de Austria, o el Santuario de la Vera Cruz de Caravaca, que diseña por orden de Felipe III.

La figura de fray Alberto en la Corte estuvo ligada principalmente al duque de Lerma, y es 1618, cuando éste es destituido, el momento en el que fray Alberto traslada su residencia a Cuenca. Desde aquí emprendió importantes obras en Castilla-La Mancha, especialmente en las provincias de Cuenca y Guadalajara.

En Castilla-La Mancha el arquitecto planteó la edificación de numerosos edificios. Sus obras están presentes en cuatro de las cinco capitales de la región (Cuenca, Guadalajara, Toledo y Ciudad Real), así como en numerosas ciudades y pueblos de la región (Yepes, Talavera de la Reina, Pastrana, Huete, Viso del Marqués, Gascueña, Yunquera de Henares, Garcinarro, Buendía, San Clemente, Cuerva, Puebla de Montalbán, Ocaña, Motilla del Palancar, Campillo de Altobuey, Uclés, Fresneda de Altarejos, La Parra de las Vegas, Torralba, Villaescusa de Haro, etc).

 

Mapa de las obras en Castilla-La Mancha del arquitecto Fray Alberto.
Mapa de las obras en Castilla-La Mancha del arquitecto fray Alberto. 

 

Los documentos muestran una apabullante victoria de fray Alberto sobre el resto de arquitectos del momento, puesto que fue el que más edificios diseñó en el primer tercio del siglo XVII. Las estadísticas son innegables. Su figura es fundamental para conocer la arquitectura barroca, una arquitectura de grandes edificios y nuevas técnicas constructivas que juegan con los materiales, alternando colores y calidades, mezclando lo rico y lo pobre, lo llamativo y lo discreto, lo práctico y lo aparatoso. 

 

Convento de Santo Domingo de Guzmán (Huete, Cuenca). Obra del arquitecto Fray Alberto
Convento de Santo Domingo de Guzmán (Huete, Cuenca). Obra del arquitecto fray Alberto de la Madre de Dios. 

 

También es importante resaltar que transformó el aparejo toledano tradicional, de características irregulares, en lo que es el aparejo toledano barroco, que es totalmente regularizado y milimétrico en sus verdugadas de ladrillo, como vemos en la Real Encarnación de Madrid, o los conventos que levantó en Guadalajara y Toledo. 

 

Convento de las Carmelitas de San José. Toledo. Obra del arquitecto Fray Alberto
Convento de las Carmelitas de San José. (Toledo). Obra del arquitecto fray Alberto de la Madre de Dios.

 

Iglesia parroquial de Motilla del Palancar (Cuenca). Obra de
Iglesia parroquial de Motilla del Palancar (Cuenca). Obra del arquitecto fray Alberto de la Madre de Dios. 

 

Además, fue el primer arquitecto del barroco español que levantó un edificio construido totalmente en ladrillo, como es el caso de San Cirilo de Alcalá de Henares, aparte de que fue de los primeros en emplear la planta curvada, como vemos en su trascoro de Murcia o en las capillas de Torrelaguna.

Se ha dicho que fray Alberto fue un gran arquitecto práctico, y es cierto, pues tenía una gran experiencia en obras, el que más de todos los de su época en España, pero también fue un gran teórico, como lo demuestran las extensas condiciones que se transcriben en el libro, que sin duda sirvieron posteriormente a fray Lorenzo de San Nicolás para elaborar su famoso tratado. En esta materia, la de los tratados, el carmelita demuestra un gran conocimiento, considerando cuestiones como el clima y la orientación de los edificios, pasando por la firmeza de las obras, la salubridad, los materiales, recursos técnicos, las proporciones de los órdenes, etc. Fue el máximo impulsor de las novedades del primer barroco, el iniciador de un nuevo estilo en el entorno cortesano y su área de influencia, las dos Castillas y Portugal.

Se hacía necesaria una revisión de su figura. Era pertinente una nueva monografía que integrara el gran número de obras descubiertas recientemente. Por otro lado, era necesario revisar algunas piezas que no encajaban en la trayectoria de este gran arquitecto, por ellos se ha sido publicado un nuevo libro sobre el arquitecto fray Alberto de la Madre de Dios (1575-1635), un libro que saca a la luz numerosas obras inéditas, al tiempo que presenta una meticulosa investigación en la que se ha revisado toda la documentación concerniente a los arquitectos reales Juan Gómez de Mora, Francisco de Mora y el propio fray Alberto.

El primer punto que no encajaba en su biografía era la obra de las Descalzas Reales de Madrid de 1612, donde se había publicado que fray Alberto de la Madre de Dios estaba ejerciendo de ayudante de Gómez de Mora. Este rol de aparejador suponía una excepción en toda su carrera artística, puesto que el oficio de fray Alberto era el de trazador, es decir, arquitecto. La revisión de la documentación de esta obra era imprescindible para comprender si era cierta su subordinación a la figura del arquitecto real. La sorpresa fue mayúscula. Es cierto que fray Alberto redacta unas condiciones para el desarrollo de unas trazas de Gómez de Mora, pero la documentación también refleja que el arquitecto carmelita aparece en los documentos con un grado de preeminencia sobre Juan Gómez de Mora, no como subordinado, algo que se ha ocultado en las publicaciones.

 

Capilla del Sagrario (Catedral de Cuenca).  Obra del siglo XVII, cuyo autor fue fray Alberto de la Madre de Dios.
Capilla del Sagrario (Catedral de Cuenca).  Obra del siglo XVII, cuyo autor fue fray Alberto de la Madre de Dios. 

 

Este descubrimiento llevó a revisar toda la documentación sobre los años de cohabitación de fray Alberto con Juan Gómez de Mora en la Corte. Era necesario acudir a las fuentes primarias, a los documentos de los archivos, y en ellos, se comprueba que Juan Gómez de Mora no realiza ninguna obra importante hasta 1616, cuando comienza los diseños para la Clerecía de Salamanca. Muchas de las obras de esos años se le han atribuido erróneamente, otras obras son de poca relevancia. Se ha localizado un aluvión de atribuciones falsas a Gómez de Mora, a veces, incluso buscando el prestigio personal de documentar obras de un arquitecto real.
Otro aspecto que se tenía que revisar era el de las trazas. Un arquitecto tan importante tuvo que producir un número ingente de ellas. Trazar era su trabajo. Encontrarlas ha supuesto un verdadero reto, puesto que no solía firmarlas. Aparte de la del noviciado de jesuitas y las de la cripta de la parroquia de Puebla de Montalbán, ya conocidas, han encontrado un buen número de ellas, aunque seguro que quedan muchas más por identificar.

Con estos descubrimientos se ha comprobado que el arquitecto carmelita fue uno de los primeros en diseñar altares de planta curva o en mezclar materiales de diferentes colores, trabajando de forma exquisita los mármoles. Al mismo tiempo, fray Alberto elevó el ladrillo a nivel de material noble. Lo combinó con piedra y con mampostería, y otras veces lo utilizó en solitario, como en San Cirilo de Alcalá, que recuerda a las obras de época romana o al Moneo actual. Adaptó el aparejo toledano a las obras del barroco, poniendo especial interés en los rejuntados. Tampoco olvidan sus dotes como ingeniero, siendo llamado para solucionar los problemas más complejos de la época, levantando puentes, acueductos, santuarios en sitios imposibles o sujetando la capilla Mozárabe de Toledo.
También debía revisarse la supuesta influencia de Francisco de Mora en fray Alberto, ya cuestionada en la monografía de 1990. Para muchos autores, es Francisco de Mora quien crea el prototipo de fachada carmelitana en San José de Ávila (1608). Por ello, se defendía que fray Alberto era un seguidor o imitador del arquitecto real, restando capacidad creadora al carmelita en la Encarnación. Lo cierto y verdad es que fray Alberto había diseñado un buen número de templos con anterioridad a 1608, por lo que la idea de imitación de la fachada no es válida. Por otro lado, como comprobará el lector, fray Alberto no llegó a trabajar con Francisco de Mora, como se ha dicho hasta ahora, o por lo menos no se ha documentado. Lo que ha circulado es un error que se ha extendido de autor en autor.

A la altura de 1603, fray Alberto de la Madre de Dios ya era considerado un arquitecto de prestigio, como se percibe en su visita a Barcelona. Esto lleva a la conclusión de que, con anterioridad a ese año, el arquitecto debía tener un apreciable elenco de obras, aspecto que se ha podido confirmar en esta investigación.

 

Nichos sepulcrales de Don Alonso de Bazán y su esposa en Viso del Marqués (Ciudad Real)
Nichos sepulcrales de Don Alonso de Bazán y su esposa en Viso del Marqués (Ciudad Real) . Obra del arquitecto fray Alberto de la Madre de Dios.

 

Una de las aportaciones más importantes de esta obra son los nuevos datos sobre su formación y etapa inicial. Se portan datos sobre su temprana participación como novicio en el diseño del convento de Cascais en 1594, con solo 19 años. Estos descubrimientos son fundamentales para entender la inmersión temprana del carmelita en la arquitectura, lo que le permite diseñar complejos conventuales a la altura de 1600, incluso antes. Esto apoya la hipótesis de que, en las reuniones de arquitectos carmelitas para el diseño de la casa principal, la de San Hermenegildo de Madrid, fray Alberto fuera uno de los que más aportó al proyecto, si no el que más. Aquí, en esta obra, es donde se define el estilo carmelitano, con un pórtico de tres arcos y una plazoleta de acceso, mucho antes de que Mora diseñara San José de Ávila.

 

Puente del Castelar (Fresneda de Altarejos, Cuenca). Obra deñ arquitecto Fray Alberto
Puente del Castelar (Fresneda de Altarejos, Cuenca). Obra del arquitecto fray Alberto de la Madre de Dios.

 

Una buena parte de estas obras iniciales del arquitecto se encuentran en Portugal, donde ha ocurrido como en la mayor parte de los sitios: el nombre de fray Alberto ha pasado desapercibido para los investigadores. Pues bien, aunque se percibía que los conventos de Évora, Lisboa, Coimbra o Figueiró dos Vinhos eran muy cercanos a la arquitectura del carmelita, estos conventos fueron diseñados entre 1601 y 1607, años en los que apenas aparece la figura de fray Alberto en Castilla. Por tanto, era necesario investigar la figura de fray Alberto en Portugal, analizando las fuentes documentales y bibliográficas más antiguas y consultando sus archivos. Y efectivamente, la misma Crónica de los carmelitas descalzos de 1657 nos da la noticia sobre su actuación como novicio en las obras de Cascais y constata la presencia de fray Alberto en las obras del convento de los Remedios de Évora. Si hasta ahora los estudiosos hablaban de un Francisco de Mora mandando trazas desde Madrid, o realizando una visita esporádica, lo que ahora se percibe es a un fray Alberto residiendo varios años en Portugal acompañando al máximo responsable de la orden en el país luso, ejerciendo como su secretario personal en un momento en el que se ponen en marcha las principales construcciones portuguesas del Carmen descalzo.

Como vemos, el estudio de fray Alberto de la Madre de Dios es apasionante, y con esta nueva biografía se pone al personaje a la altura que se merece, como el primer arquitecto del barroco español, el que introduce las primeras formas barrocas en Castilla, como diría el profesor Chueca Goitia.

Invitamos al lector a entrar en estas páginas y descubrir al hombre, sus obras y su repercusión.Los autores de este laborioso estudio han sido los historiadores José Luis García Martínez, jefe de área de Archivo del Ministerio de Hacienda y Función Pública, y José Miguel Muñoz Jiménez, de la Universidad Francisco Marroquín.

Libro publicado por el Servicio de Publicaciones de la Junta de Castilla-La Mancha en: https://cultura.castillalamancha.es/sites/default/files/pdf/libro/CLM_LIBRO_CATALOGO_2023.pdf

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