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Generalmente todas las comunidades folklóricas, en algún momento se ven influenciadas por canciones y danzas de otras comunidades, recibiéndolas y adaptándolas a su propia idiosincrasia, es por ello que en nuestra región tengamos un amplio abanico de bailes y danzas tradiciones que forman parte de nuestro Patrimonio Cultural Inmaterial.

Los géneros de baile más característicos y representativos de esta comunidad se pueden resumir en cinco: las seguidillas, consideradas como la matriz de las danzas de esta comunidad y cuyo origen se piensa que también deriva de ella. Además de las jotas, fandangos, rondeñas y malagueñas.

Sobre el origen de la Seguidilla Manchega no existe ningún documento que certifique su procedencia a pesar de que estas aparecen desde tiempos inmemorables vinculados a dicha comarca natural. Tanto es así que, por extensión, se denominan seguidilla a todos los tipos que de ellas se hayan. Existen referencias constantes en la literatura y en la narrativa de la novelística antigua que vuelven a constatar su antigüedad. Un ejemplo de ello sería el cancionero poético-musical conocido como “de Palacio” de la época de los Reyes Católicos en el que se presentan los primeros signos de las seguidillas musicales, aunque el término literario se conoce desde mediados del siglo XV. En el siglo XVI la presencia de la seguidilla se hace casi constante tanto en el campo como en la ciudad, afirmándose su costumbrismo en el siglo XVII, como bien alude Cervantes en varias de sus obras, como en la segunda parte del Quijote. En el siglo XVII se imprime en Madrid la primera “Colección de las mejores coplas de seguidillas, Tiranas y Polos”, en dos tomos de Iza Zamácola y Ozerín firmado con el seudónimo de Don Preciso.  

 

Las seguidillas es tal vez el baile folklórico más antiguo que hay en España, en todas se baila ya con su propio nombre solo o seguido de un adjetivo provincial que las diferencian como las zamoranas, las aragonesas, las gallegas, las pasiegas, las guipuzcoanas, entre otras. En Castilla-La Mancha se las conoce como castellanas o manchegas, de las cuales se piensa que derivan todas las demás. En Murcia se le llaman murcianas o parrandas, en Andalucía sevillanas, en Castilla y León habas verdes. También se usan otros denominativos como gitanas o playeras, chamberas o torrás, cuando las seguidillas se presentan aflamencadas. Además, las encontramos como seguidillas boleras, rodadas, afandangadas, rondeñas, entre otras.

 La Seguidilla Manchega, música, canción y baile popular de ritmo vivo y alegre es una creación genuina de La Mancha y, aunque no hay documentación fidedigna de su primitiva estructura musical, se conservan las letras en las que se vislumbra la índole del ritmo. Éste es ternario (tres tiempos, uno fuerte y dos débiles) y movimiento animado, con acompañamiento de guitarras, bandurrias y laúdes, aunque también instrumentos de percusión como el almirez, panderos, panderetas, botella de anís con llave...

Dentro de la región manchega el baile de las seguidillas tiene diferentes variantes pero su ritmo siempre es rápido, de mucha viveza. La Seguidilla puede ser simple o compuesta. La simple consta de cuatro versos con rima asonante en el segundo y en el cuarto, quedando sueltos los versos primero y tercero; la compuesta es la que va seguida del estribillo. En resumen, la métrica de la Seguidilla Manchega es muy sencilla, cada copla se puede componer de cuatro o siete versos. Si su composición es de siete versos se divide en dos partes; la copla propiamente dicha que comprende los cuatro primeros versos, y el estribillo o estrambote, compuesto por los tres últimos, que pueden complementar el sentido de la copla. El segundo verso rima con el cuarto, y el quinto con el séptimo. Los versos primero, tercero y sexto son de siete sílabas y segundo, cuarto, quinto y séptimo pentasílabos.

Es obvio que la Seguidilla, en cuanto a baile, desde antiguo ha cumplido su función de baile de divertimento, como así lo atestiguan diferentes cronistas. La Seguidilla, en un principio literaria, después musicalizada, y más tarde coreografiada o bailada, debe su nombre a lo seguido de sus coplas y de su música. Sin lugar a dudas estamos ante una de las piezas instrumentales, cantadas y bailadas, más antiguas y genuinas de cuantas ha mantenido la cultura y tradición oral castellana; las seguidillas son uno de los bailes de pareja más antiguo y genuino de España.

El valor cultural y etnográfico de la Seguidilla en Castilla-La Mancha en el pasado, y su presencia como elemento vivo en la actualidad, está incrustado y pervive en los Grupos de Folklore, en las fiestas de nuestros pueblos, en los colegios y escuelas de música y danza, y en diferentes actos festivos y culturales de Castilla-La Mancha, siendo multitud sus ejecutantes.

La Seguidilla Manchega fue declara Bien de Interés Cultural de Castilla-La Mancha, en noviembre de 2015, en la categoría de Inmaterial. Hay varios tipos de seguidillas manchegas, como las pardicas que son más saltonas y rápidas, además de llevar más diseños coreográficos de corros y líneas. También están las toreras, gandulas de aire reposado y poblatas entre otras.La Federación Castellano-Manchega de Asociaciones de Folclore, fue la percusora en esta declaración 

Fandangos, Rondeñas y malagueñas son variantes como anteriormente se ha mencionado de la seguidilla, con tempos más reposados, señoriales y elegantes. Como curiosidad, una variante de este tipo de baile sería “las meloneras” baile que en la actualidad casi ha desaparecido y no tienen canto.

Las Jotas es el género más popular a lo largo de toda la geografía española, con partes bien diferenciadas, bien pueden ser solo musical o con canto. Si a la jota se le une la seguidilla se convertirían en otros bailes como las “enredás”, “seguidillas corridas” entre otras.

Las danzas que actualmente se conservan en Castilla-La Mancha proceden de los viejos cultos y rituales paganos, que a pesar de la cristianización conservan reminiscencias originarias. Sus temas son de tipo religioso, histórico, guerrero y gremial. Estas danzas se interpretan en días y fiestas muy concretaos dentro del calendario religioso.

 Los bailes y danzas más características de cada una de las provincias son:  

Provincia de Albacete: Pardicas, malagueñas, toreras, danzas de palos, cintas o danzas del zángano.
Provincia de Ciudad Real :”danzas de animas” y “danzas en honor al Corpus Cristi”.
Provincia de Cuenca: danzas palo o paloteo, danza de espadas y dazas endiabladas.  
Provincia de Guadalajara: danzas de las botargas, danzas ambulatorias y danzas de paloteo, espadas y cadenas.  
Provincia de Toledo: danzas ambulatorias, danzas de paloteo, trenzado del cordón, arcos y cintas, de gran relevancia son las danzas del Corpus, así como los bailes de “animas” o de “Pujas”.


Bibliografía:

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