Durante el desarrollo de la 1ª campaña de excavaciones arqueológicas en el castillo de Isso (Hellín, Albacete), que se lleva a cabo entre septiembre y octubre de 2021 se ha descubierto la puerta de entrada original a la fortaleza, que estaba constituida por una fachada monumental de estilo mudéjar. El castillo se remonta a época andalusí, aunque sufrió importantes reformas tras la conquista cristiana, entre ellas la construcción de un acceso flanqueado por torres y la puerta ahora descubierta. Se trata de un hallazgo excepcional por su interés científico, dado que hasta ahora no se conocían ejemplos conservados de puertas de este tipo fuera del ámbito de lo que fue el reino nazarí de Granada, así como por su monumentalidad, puesto que se encuentra en casi perfecto estado de conservación. Por todo ello, este descubrimiento contribuirá de forma notable a incrementar el interés por conocer este monumento de la pedanía de Isso, no solo por parte de la comunidad investigadora sino también por el público en general.

La fortaleza de Isso viene siendo estudiada en el marco de un proyecto de investigación autorizado y financiado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, así como por el Ayuntamiento de Hellín, con la colaboración del CSIC a través de un proyecto de investigación del Plan Estatal de I + D + i. El director de la excavación es Julio Navarro Palazón, Investigador Científico de la Escuela de Estudios Árabes de Granada (CSIC), y cuenta con la participación de un nutrido grupo de especialistas en diversas disciplinas pertenecientes a las siguientes instituciones: Universidad de Murcia (UMU), Universidad Católica de Murcia (UCAM), Universidad de Málaga (UMA), Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) y Archivo Municipal de Hellín.

La puerta monumental

Aunque la construcción de la fortaleza de Isso parece remontarse a época andalusí, hay indicios sólidos que señalan que sufrió importantes reformas tras la conquista castellana. La de mayor envergadura es la llevada a cabo en su ángulo suroccidental, en donde se construyó un acceso monumentalizado flanqueado por las dos torres medievales que han llegado en pie hasta el presente. Ha sido en este lugar, en el actual zaguán de entrada a la fortaleza, donde se ha producido uno de los hallazgos más importante de la presente campaña. 

Se trata de una puerta monumental de tradición islámica construida, muy probablemente, tras la conquista cristiana lo que la convertiría en obra mudéjar. Apareció cegada en la pared oriental del zaguán y cubierta por varias capas de enlucidos que fueron retiradas con metodología arqueológica. Con este hallazgo quedó confirmada la hipótesis que planteamos en 2019, que defendía la ubicación en este lugar de una puerta en recodo. La exploración arqueológica de la pared ha permitido identificar la obra original y las sucesivas transformaciones que sufrió hasta su clausura. A pesar de presentar algunas mutilaciones se ha comprobado que es un arco ligeramente apuntado y peraltado, enmarcado por un alfiz y construido en su totalidad mediante una fábrica mixta en la que alternan dovelas de piedra con otras formadas por ladrillos, al igual que en el reto de la portada. Arcos de este tipo aparecen en la mezquita de Córdoba, tanto en su fase emiral como califal, y en varias puertas almohades de la alcazaba de Badajoz y en la mezquita de Mértola. Se trata de una manera de construir antigua que hasta el hallazgo del arco de Isso no se podía llevar más allá de finales del siglo XII.

En cuanto a la decoración, el arco estuvo cubierto de una fina capa de estuco en la que se conformaron sus motivos ornamentales mediante talla, pintura e incisión. El más importante es una “llave del paraíso”, ubicada en el eje de la puerta sobre el alfiz. Este tema, con similar emplazamiento, lo encontramos en diversos arcos de época nazarí, tanto en la Alhambra como en la alcazaba de Loja. Suele estar asociado a la “mano de Fátima”, pues ambos han sido interpretados como símbolos apotropaicos destinados a proteger el lugar en el que se colocaban y a sus moradores. La presencia de este motivo iconográfico hace difícil fechar el arco con anterioridad a mediados del siglo XIII, lo que induce a identificarlo como obra mudéjar de la segunda mitad del siglo XIII o principios del XIV.

Este arco es un hallazgo excepcional debido a su gran valor histórico y artístico, a la vez que demuestra la importancia que tuvo la fortaleza como residencia señorial tras la conquista cristiana. También prueba la capacidad que tuvieron las elites castellanas que reformaron la fortaleza de traer al medio rural equipos de artesanos formados en importantes centros urbanos. La presencia de la llave en la puerta de Isso demuestra que este tema se empleó fuera del reino nazarí de Granada y que fue adoptado por las elites castellanas. 

Sondeos en el interior de la fortaleza
 

En la presente campaña también se está obteniendo información precisa sobre la secuencia cronológica de la ocupación de este yacimiento a lo largo de la Edad Media hasta la Contemporánea. En un espacio de apenas 9 m² que forma parte de una parcela del frente sureste de la fortaleza, en la actual Calle del Castillo, se han documentado dos estancias comunicadas entre sí en las que se registra una ocupación que se remonta a época andalusí (s. XII) y se prolonga hasta el siglo XIII tras la conquista castellana. El pavimento más reciente, construido con mortero de gran solidez, fue perforado por una sepultura ya perteneciente a época cristiana. El abandono o fin de dichas estancias culmina con el desplome del alzado de sus muros y cubiertas, constatado por el registro de un potente estrato de escombro. Posteriormente se construyó el barrio de casas tradicionales (siglos XVII-XX) sobre las ruinas medievales de la fortaleza.

Sondeos al exterior del recinto de la fortaleza (huerto occidental)

En el huerto situado a occidente de la fortaleza se han llevado a cabo dos sondeos adosados a los muros exteriores de la fortaleza, que han permitido comprobar cómo se cimentaron las murallas hechas con tapial de hormigón sobre el sustrato rocoso. El sondeo más meridional, situado al pie de la torre del homenaje, ha mostrado que dichos fundamentos alcanzaban en este punto la considerable profundidad de 4 m. En este punto, los trabajos arqueológicos han permitido detectar la actividad de buscadores de tesoros de época romántica, que en el siglo XIX excavaron una profunda tronera hasta la base de los cimientos e incluso perforaron la obra de argamasa de la torre mencionada.

La torre y muralla del ángulo noreste

Los trabajos en curso están precisando, igualmente, aspectos muy relevantes relacionados con la evolución de la planta del edificio y de sus murallas, desde época andalusí hasta la Edad Moderna. La excavación confirma que su planta fue cuadrangular con grandes torreones de esquina y otros más pequeños en el centro de cada lado. La muralla fundacional (de 1’10 m de ancho) estaba fabricada con un zócalo de tapial de cal y canto sobre el que se levantaba un alzado calicostrado; esta obra fue reforzada con un forro de similar aparejo, aunque en este caso se utilizó para el relleno una tierra singularmente rojiza que le permitió alcanzar un grosor de 2’50 m. En el corral de una casa tradicional que ocupaba el ángulo noreste de la fortaleza se han conservado importantes restos de las defensas en alzado, incluido el torreón de esa esquina, que era de planta poligonal y estaba fabricado en todo su alzado mediante tapial de calicanto, con la mampostería dispuesta en sucesivas hiladas horizontales, lo que evidencia una solidez mucho mayor que la de los lienzos de muralla adyacentes, según hemos descrito.

Precisamente en este ángulo noreste de la fortaleza se han exhumado una serie de estancias intramuros que constituyen otra de las novedades más importantes de la presente campaña.  Se trata de tres espacios delimitados por la propia muralla y por unos muros de 40 cm de espesor, fabricados mediante mampostería tomada con argamasa y enlucidos con yeso. Uno de ellos, el que ocupa el lugar central, es un amplio espacio de aproximadamente 5 x 4 m, pavimentado con mortero de cal, que seguramente funcionó como patio al que se abrían los otros dos. La última fase de uso, que es la única que por el momento hemos podido documentar, se fecha en el siglo XIII. La importancia de estos restos constructivos radica en la información que aportarán acerca de la cronología y la función que tuvo la fortaleza medieval de Isso.

Los grafitos históricos
 

Durante esta campaña se ha documentado mediante fotografía y calco por contacto directo numerosos grafitos históricos, de diferentes épocas, que se distribuyen por las distintas paredes del zaguán, el interior de la torre del homenaje y junto a la puerta monumental descubierta. La mayor parte de ellos fueron trazados incisos sobre los diferentes revocos de yeso de las paredes, salvo el localizado junto al alfiz de la puerta que se hizo sobre un fino y duro enlucido de cal. Este último representa un castillo formado por un gran edificio con tres líneas de almenas, mostrando sobre la primera y más alta, una cubierta a dos aguas con tejas indicadas, y entre las otras dos líneas de almenas más bajas, dos cruces latinas. Hacia la derecha de este edificio se alza una torre de sillería rematada por almenas, una cruz y un matacán volado en la vertical. Es interesante resaltar de esta torre el intento del autor por crear cierta perspectiva. Bajo todo este conjunto se observan varios personajes, entre los que destaca el situado bajo la última línea de almenas que muestra un brazo levantado y aparece enmarcado. En la parte superior, y pintado a carbón, parece dibujarse lo que podría ser un barco o una ballesta y otro castillo muy similar al descrito, a modo de boceto que al parecer quedó desechado. Todos estos grafitos son los más antiguos que se han documentado y se remontan a época medieval.

En conclusión

Por todo lo expuesto, estamos ante unos hallazgos excepcionales que incrementarán el Patrimonio medieval español, a la vez que fortalecerán a la provincia de Albacete como espacio rico en testimonios arqueológicos de tradición andalusí. Con este hallazgo, se demuestra la importancia que tuvo Hellín, y muy especialmente la pedanía de Isso, durante el periodo medieval. Estos descubrimientos contribuirán de forma notable a incrementar el interés por conocer la pedanía de Isso, no solo por parte de la comunidad científica sino también por el público en general. La recuperación integral de su fortaleza y la musealización de los restos arqueológicos descubiertos serán un valioso recurso turístico que ayudará al desarrollo sostenible de la comarca. 

Autor: Julio Navarro Palazón
Investigador Científico (CSIC)