Nuestra región cuenta con un importante número de bienes materiales declarados como de Interés Cultural. Iglesias, castillos o yacimientos arqueológicos repartidos por toda la región, testimonio de su rico pasado, al que se va uniendo paulatinamente el amplio legado inmaterial que atesora Castilla-La Mancha, entendido como las manifestaciones culturales vivas asociadas a un grupo humano y dotado de significación colectiva.
Conscientes de la necesidad de proteger un patrimonio especialmente frágil y sensible a las transformaciones sociales, junto a la Seguidilla Manchega o la Cerámica de Talavera, situamos ahora en el punto de mira de protección como Bien Inmaterial a las Alfombras de Nudo Español de la albaceteña localidad de Alcaraz, donde se ha sabido preservar esta sobresaliente manifestación cultural a través de los tiempos.
Las alfombras de nudo español de Alcaraz (Albacete)
El nudo español, es una técnica textil empleada en la confección de alfombras y tapices en España desde la Edad Media. El nudo español envuelve un solo hilo de la urdimbre por delante, cruzando los dos extremos por detrás y sacándolos a la superficie en cada lado. Para la confección de la alfombra se alternan los nudos con los hilos de la urdimbre en cada pasada, es decir, se anudan los hilos pares en una fila y los impares en la siguiente, de forma que los nudos se presentan en zigzag. Componiendo un dibujo tupido y compacto, similar a las teselas de un mosaico. Hablar de alfombras de nudo español es hablar de alfombras de Alcaraz.
La alfombra puede definirse como un tejido de lana, o de otras materias, confeccionado en un telar, de varios dibujos y colores, con que se cubre el piso de las habitaciones y escaleras para abrigo y adorno. Las alfombras, comúnmente pueden clasificarse, según el modelo de nudo que siguen, y el sistema utilizado.
La densidad de nudos es una medida tradicional de la calidad de la alfombras hechas a mano –atar nudos a mano es una tarea muy laboriosa–; entre dos alfombras con la misma antigüedad, origen, condición y diseño, aquella que tenga la mayor cantidad de nudos será la más valiosa.
El nudo español fue muy empleado en los talleres de Alcaraz y en los de Cuenca hasta mediados del siglo XVII, cuando comienza su declive Los motivos de las alfombras españolas eran muy variados y atractivos; muchas de ellas se hacían por encargo para que figurara en su campo el escudo de armas del propietario. Son las llamadas alfombras heráldicas o alfombras del Almirante.
Alcaraz ha tenido un papel muy destacado en la historia. Todas las civilizaciones que han pasado por la Península han dejado su impronta en esta localidad. Si bien, fueron los musulmanes los que dejaron un mayor legado, desde su nombre “Alcaraz”, que significa lo consagrado o el cerezo, el Castillo, que fue el antiguo paso hacia los Reinos de Granada y, sobre todo, el arte de confeccionar las alfombras, que llevan el mismo nombre que la ciudad “Las alfombras de Alcaraz de Nudo Español”, y que en la actualidad se siguen confeccionando, siguiendo la tradición de antaño. La importancia medieval de la ciudad justifica sobradamente la leyenda que ostenta en su escudo: “Cabeza de Extremadura y Llave de toda España”. La localidad fue declarada en 1979 Conjunto Histórico por la amplitud de sus valores patrimoniales entre los que destacan la Plaza Mayor, la Torre del Tardón y la Iglesia de la Trinidad y su Torre.
Evolución histórica
La edad de oro de la alfombra de nudo español fue del siglo XV al XVII. La elaboración de alfombras estaba muy extendida en el ámbito islámico; se usaban para vestir las estancias y para crear ambientes más cálidos y confortables. Actuaban como aislante térmico para el frío en invierno, ayudando a mantener las estancias más caldeadas y también como aislante sonoro, que amortiguaba las pisadas y reducía el nivel de ruido de una habitación. Además, engalanaban y adornaban el interior de las casas.
Los árabes trajeron a la Península la milenaria técnica del anudado artesanal de alfombras. Durante este período y hasta el s. XVII, la producción de alfombras en Alcaraz fue muy importante, y tener una de sus alfombras, que eran consideradas las mejores de toda Castilla, era símbolo de prestigio social. Las alfombras de Alcaraz eran auténticas obras de arte, de una belleza plástica, riqueza y composición de colorido muy especial, junto con una técnica muy detallada en su elaboración.
Tras el primer tercio del siglo XVII esta actividad comenzó una rápida e imparable decadencia debido principalmente a la grave crisis económica por la que atravesaba la localidad y todo el país. La producción descendió bruscamente, aunque todavía siguieron elaborándose.
Durante el período de mayor esplendor de la Ciudad de Alcaraz las alfombras, además de ser una riqueza mercantil de primer orden, también eran utilizadas por el Concejo de Alcaraz para obsequiar a Reyes, grandes señores y personalidades influyentes. Los regidores de la Ciudad utilizaron las alfombras para agasajar, comprar favores y ganar influencias.
La nobleza poseía alfombras como objetos de auténtico lujo y prestigio, y a veces las donaban a iglesias o conventos, siendo un ejemplo de ello, las alfombras de los Velasco que regalaron al Monasterio burgalés de Medina de Pomar. Algunos las compraban para revenderlas o las almacenaban como una mercancía fácil de transportar y de valor importante.
También fueron apreciadas por los embajadores y viajeros de alto rango, que las darían a conocer por la Europa del siglo XVI, como muestran algunos cuadros de Hans Holbein, el Joven, que dan nombre a un modelo de alfombras de Alcaraz, o El Maestro de San Gil que hacia 1500 pinta una alfombra de este tipo en el cuadro de La Misa de San Gil.
Hacia 1920, el aumento por el afán del coleccionismo y la magnífica estimación de estas alfombras, hicieron que el comercio de antigüedades se dedicara a buscar y adquirir estas alfombras, lo que hizo que se exportaran del país muchos ejemplares de gran calidad y antigüedad. Esto llevó a que grandes coleccionistas y museos extranjeros adquirieran apresuradamente alfombras españolas.
José Ferrandis Torres, entusiasta de las artes decorativas españolas, que colaboró en la instalación del Museo Nacional de Artes Decorativas, fue el primero en elaborar un completo catálogo y estudio general sobre las alfombras antiguas españolas (1933).
Técnicas de producción y materiales.
Las alfombras anudadas se fabrican sobre un bastidor o telar donde se colocan una serie de hilos verticales a los que se llama urdimbre y otros transversales que reciben el nombre de trama. Los nudos son lazadas realizadas a mano alrededor de los hilos de la urdimbre y fijados por la trama, lo que permite crear una superficie tupida y compacta.
Entre los materiales empleados en su elaboración se encuentran la lana, uno los más usados debido a su durabilidad y a sus propiedades naturales; y la seda, para alfombras más ligeras y refinadas. El algodón fue también utilizado, pero solo como material base en los hilos de la urdimbre. La estructura de una alfombra se compone de una malla en la que se cruzan los hilos verticales de la urdimbre y los horizontales de la trama. Para fabricar alfombras se amarran nudos sobre los hilos de la urdimbre, afianzándolos a través de los hilos de la trama. El tejedor hace uno a uno estos nudos y los va cortando al finalizar para generar el pelo de la alfombra. La forma de realizar estos nudos es diversa, existiendo diferentes variantes. Tres de los tipos de nudos más conocidos son el nudo turco o Ghiordes, el persa o Shenne, y el nudo español, de tradición hispanomusulmana. Curiosamente, la técnica de anudado no ha cambiado substancialmente desde hace siglos.
El nudo español se usa desde época hispanomusulmana. Su técnica se basa en anudar un solo hilo de urdimbre, cruzando por detrás y volviendo al frente abrazando por los dos lados de la urdimbre. Se diferencia del nudo persa y turco en que en los dos anteriores el nudo se realiza sobre dos hilos de urdimbre, sin embargo, en esta modalidad se anuda únicamente sobre uno.
El material más utilizado en las alfombras españolas, como en el resto de otros nudos, es la lana de oveja y, en menor medida, el pelo de cabra. A partir del siglo XVIII se utiliza el lino y el yute para la confección de la urdimbre y de la trama. La seda sólo se utiliza en contadas ocasiones, en ejemplares de lujo y mezclada con lana
En los siglos de alta producción tejedora eran abundantes los rebaños, algunos de ellos de varios millares de cabezas, que venían a los ricos pastos alcaraceños desde villas cercanas, Yeste, Hellín, Chinchilla… y también con una tradición trashumante desde ciudades de Castilla. Esta abundancia de lana y manos artesanas cristalizó en la elaboración alfombrera. Multitud de documentos, protocolos notariales, ordenanzas municipales, etc., prueban la existencia de gran número de cardadores, peinadores, urdidores, tejedores, bataneros que trabajan esta fibra. En Alcaraz existía un importante comercio de animales y lanas, distinguiéndose fundamentalmente la vellorí, la más fina y la que alcanzaba mayor precio, y la burel, aunque las calidades variaban mucho.
Tintes.
Para teñir la lana se utilizaban colorantes naturales, con fórmulas conocidas solamente por los maestros tintoreros, transmitidas de generación en generación, y a partir de productos elaborados con materias vegetales, generalmente obtenidos de la vegetación local, o de animales. El efecto de los colorantes dependía, en gran manera, de la calidad y cantidad de las aguas, a las que se atribuía muchas veces el brillo y la intensidad de los colores de las alfombras.
Las materias tintóreas básicas en la elaboración de estas alfombras eran:
- El Pastel, para los azules, desplazada posteriormente la planta por el Índigo.
- La Gualda y el Azafrán, para los amarillos.
- La Rubia o Granza, para la obtención de los rojos.
- La Orchilla, utilizada en ocasiones como mordiente.
- El Zumaque, para los marrones.
- La Cochinilla mejicana, que se introdujo en el siglo XVI, para los rojos.
Previamente, la lana se preparaba en madejas, preparada con mordientes entre la materia colorante y las fibras, fijándose el color e incluso a veces, modificando el tono. El más usado, posiblemente, fue el Alumbre que producía tonos muy brillantes, sacados de las minas de Mazarrón, Murcia o el importado de Italia, porque tenía mayor calidad, aunque era mucho más caro. En los documentos antiguos de Alcaraz leemos que había, generalmente, una cláusula o una frase en los pedidos haciendo mención del colorido… “de buenos colores” … “de finos colores…”
El telar.
El telar para tejer alfombras de Alcaraz es de tipo vertical, el denominado de “alto lizo”. Este telar está compuesto por dos troncos de madera en vertical y paralelos, ajustados al suelo y sujetos al techo para que tengan la suficiente estabilidad. Estos elementos verticales sostienen dos cilindros o rodillos en horizontal, de madera, uno superior donde se va enrollando la urdimbre (esqueleto de la alfombra), y otro inferior, donde se va enrollando o escondiendo la alfombra que se va efectuando. Con este sistema tan característico la longitud de una alfombra puede ser ilimitada, aunque su anchura está limitada por las dimensiones del telar correspondiente.
Urdimbre.
La urdimbre está formada por una serie de hilos paralelos, colocados verticalmente en el telar, montando una urdimbre doble por donde pasa posteriormente la trama. Es un elemento fundamental de la alfombra por su consistencia y del que depende la duración de la misma alfombra. Sus hilos son de lana o de lino de color crudo.
La trama.
La Trama es el elemento móvil que va formando el tejido de la alfombra al pasar alternativamente dos o más hebras juntas por detrás de los hijos pares o impares de la urdimbre. Es el elemento menos lucido de la elaboración, pero importante al ser éste el que sujeta al nudo español.
El nudo.
El nudo es el elemento fundamental en la elaboración de la alfombra, dado que configura la decoración del tejido, y del número de nudos por centímetro cuadrado y de la calidad, grosor y longitud de sus extremos, depende la calidad y la duración de la alfombra.
Herramientas.
En este proceso de fabricación, intervienen una serie de herramientas auxiliares para poder llevar a cabo este trabajo, los elementos básicos son tres:
- Urdidor: Efectuado con hierro o madera, el urdidor sirve para hacer la urdimbre de la alfombra con las medidas adecuadas a cada alfombra de Alcaraz.
- Tijeras: Son tijeras especiales fabricadas para este tipo de trabajos en Albacete, con una de sus puntas en cuadrado para poder acompañar al nudo cuando se está efectuando en su proceso de bajada hasta ser colocado en el sitio correspondiente en combinación con la decoración escogida.
- Peine: Su base suele ser de hierro y el mango de madera. Su función es la de apretar los nudos con la trama después de cada vuelta para prensar la alfombra e igualar todas sus partes, quedando horizontalmente todos los nudos en su sitio.
Evolución del diseño.
No se puede estudiar la evolución del diseño de las alfombras de nudo español basado únicamente en un orden cronológico, ya que hay ejemplos de estas alfombras que se copiaban y los estilos perduraban en el tiempo junto a las nuevas corrientes.
Las características generales de estas alfombras es que son rectangulares y en la ornamentación de su campo central aparecen varias unidades de diversas formas. Se caracterizan por la combinación de una unidad consigo misma de forma que genera elementos rítmicos como un encadenamiento ordenado de las unidades en su relación con el espacio. Las cenefas son de gran variedad de ritmos, y las más frecuentes son repeticiones, simetrías, alternancias, series, intercambios, subordinaciones y superposiciones.
Los primeros diseños correspondientes al siglo XV están dominados, lógicamente, por los motivos mudéjares, para ir introduciendo posteriormente otros de clara inspiración gótica, como elementos vegetales y a finales del XVI animales como perros o leones. Poco a poco, siguiendo la moda renacentista, se van introduciendo motivos algo más recargados entre los que destaca la piña. De una clara influencia árabe, se va pasando lentamente a la introducción de motivos decorativos más occidentales.
En diseño mudéjar, quizá sean las piezas más singulares de toda la manufactura alfombrera alcaraceña. Existen dos tipos fundamentales, el tipo de campo central en panal y numerosas cenefas con empleo de pocos colores, ricos y con una armónica combinación cromática, extraordinaria abundancia de motivos iconográficos, motivos geométricos y representación de animales -caballos, perros, aves –, figuras humanas, blasones y escenas de caza. El segundo tipo mudéjar, con campo de grandes cuadros, octógonos inscritos y estrellas centrales de diferente diseño. Es frecuente una cenefa delantal y decoración central a base de estrellas de ocho puntas, de las que parten palmetas o arabescos.
El diseño gótico, contemporáneo a grupo mudéjar, incluye otros productos con decoraciones relacionadas con esquemas góticos. La característica fundamental del estilo son sus colores variados, alegres y bien entonados, colores azules y verdes oscuros, rojos y una variedad en la ornamentación del campo central.
Finalmente, el diseño renacentista a partir de principios del siglo XVI, incluye en sus diseños una reducida gama cromática siendo sus esquemas bicolores, o incluso de dos tonos del mismo color. Los motivos decorativos son propios del Renacimiento, predominando el tema vegetal en forma de piñas, alcachofas o granadas. Su decoración también se extiende a coronas de hojas vegetales, estrellas con lacerías o floreros, cardos, flores, estrellas con coronas exentas, leones, jarrones y blasones. Sin olvidar que las cenefas renacentistas tienen una decoración plateresca, de dragones, y las denominadas cenefas de candelieri.
Hoy podemos encontrar magníficas alfombras hispanoárabes, o bien fragmentos, de los siglos XIV al XVII en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, en el Museo de Victoria y Alberto de Londres, en el Museo Textil de Washington o en el ya citado Museo de Arte Islámico de Berlín, entre otros. Afortunadamente podemos encontrar también algunos ejemplares en varios museos españoles, entre los que destacan la Colección del Museo de Artes Decorativas de Madrid, Instituto Valencia de D. Juan, Museo Arqueológico Nacional, el Convento de las Clarisas de Medina de Pomar y el Museo Diocesano de Cuenca.
En la actualidad, Alcaraz sigue siendo un centro artesanal de alfombras de nudo español, gracias al taller de Trinidad García Esteban, reconocida como Maestra Artesana de Alfombras de Alcaraz por la Junta de Comunidades de Castilla- La Mancha desde 2008 y artesana de alfombras desde su infancia.
Esta forma de creación de alfombras es una clave importante en la historia de Alcaraz, transmitiéndose la tradición artesanal de generación en generación. Su declaración de Bien de Interés Cultural Inmaterial, dentro de las Artes Decorativas, es una medida eficaz para garantizar la conservación de este importante legado y asegurar su continuidad en el tiempo, y hoy 13 de febrero de 2023, se publica en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) la resolución de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes por la que declara Bien de Interés Cultural (BIC)
Agradecimientos al Ayuntamiento de Alcaraz
Concha Iglesi… el Lun, 31/10/2022 - 18:40
¡Enhorabuena!
Y mi más sincero agradecimiento a quien ha tomado la decision y consideración a esta artesania ancestral que no sólo ha tenido como núcleo productor a Alcaraz, sino también a varios pueblos de la provincia de Toledo(Los Yébenes, Mora...ligada a los núcleos de produccion potentes en los dos últimos siglos,(la Real Fábrica de tapices de Madrid y Antigua Fundacion Generalísimo en una etapa de su vida en la posguerra) que ofrecieron a estos pueblos potenciar y dinamizar su economía incorporando a la mujer rural al trabajo en torno a los telares de alto lizo y las alfombras de nudo español y turco.
Actualmente aun existen telares con producción (mínima pero existen, sin ir más lejos en mi propia casa)
Espero que después de esta iniciativa se pueda continuar para conseguir declarar este arte ancestral Patrimonio cultural inmaterial , pues es probable que sea merecido .
Si necesitan conocer más de esta tradición en Los Yebenes y Mora, así como ponerse en contacto con los artesanos que aún quedan en la comarca no duden en ponerse en contacto conmigo.
También soy maestra alfombrera e impartí un taller de empleo para Diputación Provincial de Toledo en Mora (Toledo).
Atentamente,
Concha Iglesias Llamas
Fanny el Dom, 10/12/2023 - 11:51
Buenos días
Tengo un telar de alto lizo y necesito que me ayude a montar la urdimbre y el lizo.
Podría ayudarme? Vivo cerca de Alcalá de henares.
Un abrazo
carmen Salas Pinilla el Mar, 15/11/2022 - 13:24
Me gustaria saber el precio de las alfombras de nudo español.
Flora el Sáb, 13/01/2024 - 09:53
Muy interesante el artículo. Estoy aprendiendo está t chica y me gustaría saber dónde puedo comprar las tijeras
Gracias