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El curioso caso de la falsificación cervantina: Documento del Mes de Mayo del Archivo Histórico Provincial de Toledo

Hoy os presentamos un caso curioso relacionado con la carta de dote otorgada por Miguel de Cervantes a su esposa Catalina de Palacios Salazar. El asunto no es novedad absoluta porque, como veremos, incluso se discutió en el Senado, pero el tiempo había borrado los detalles y merece la pena recordarlos.

Como es bien sabido, Cervantes otorgó la preceptiva carta de dote y arras a su esposa, Catalina de Palacios, ante el notario de Esquivias (Toledo) Alonso de Aguilera el 9 de agosto de 1586. El documento, con la firma original de ambos cónyuges, ha sido publicado repetidas veces. Pero no es tan conocido que en el segundo tercio del siglo XIX el entonces notario de Esquivias, Mariano Tubilla, realizó una copia casi perfecta, reproduciendo con asombrosa verosimilitud la escritura al completo (incluyendo sus firmas) y hasta utilizó papel sobrante del propio protocolo original.

Tubilla falleció en 1889, y su viuda e hijas, en difícil situación económica, anduvieron en tratos para vender este “facsímil”. Por lo que parece, hacia 1908 alguno de estos tratos se había extendido hasta París, y, dada la fidelidad de la copia, corrió el rumor de que la carta original había sido robada y se encontraba en esa ciudad lista para ser vendida. El rumor parecía estar avalado por personas doctas de la época y llegó a oídos del senador Luis Palomo Ruiz, con el consiguiente revuelo.

Palomo preguntó formalmente por el caso al Ministro de Gracia y Justicia y éste, en la sesión de 5 de diciembre de 1908 (http://bit.ly/22NQrHm), aportó una comunicación del notario archivero del distrito de Illescas asegurando que el original cervantino se encontraba en su poder mientras que la copia seguía en poder de las hijas del notario Tubilla.

Por cierto, que el senador Palomo realizaría varias intervenciones a lo largo de su carrera parlamentaria en relación con el estado de los archivos de protocolos. Los protocolos notariales del distrito de Illescas, entre los que se incluyen los de Esquivias, fueron trasladados al Archivo Histórico Provincial de Toledo en noviembre de 1936, aunque el registro de entrada de documentos del Archivo no los consigna hasta febrero de 1941.

En cuanto al facsímil, perdemos su pista hasta que en octubre de 1940 su entonces propietaria, Eugenia Alcázar, vecina de Madrid, lo ofrece en venta al Estado a través del director del Archivo, Francisco de Borja San Román, quien recomienda su adquisición; en efecto, apenas dos meses después el Director General de Archivos y Bibliotecas autoriza su compra.

Actualmente, en el AHPTO se conservan el original y la copia, en verdad casi indiferenciables. Todavía hoy podemos preguntarnos por los motivos que tendría un notario de finales del siglo XIX para reproducir casi fotográficamente este documento, cuando hubiera podido realizar una sencilla copia autenticada como las que ya se habían hecho en otras ocasiones.

Además, hay que tener en cuenta que en el mismo protocolo, unos folios antes, existe otro documento también firmado por Cervantes, en esta ocasión una carta de poder a favor de su suegra ¿Humilde homenaje al gran escritor o falsificación interesada? Es probable que nunca lo sepamos. En todo caso, aquí están la hoja final del documento original de 1586 (signatura AHPTO 24191, f. 56), su facsímil de finales del XIX (signatura AHPTO 23041/11) y el informe elaborado por Francisco de Borja San Román en 1940 (signatura AHPTO 69366/4).

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