Los orígenes del Archivo Histórico Provincial de Ciudad Real
Algunos testimonios documentales sobre los orígenes del Archivo Histórico Provincial de Ciudad Real
Quiero aprovechar esta ocasión para difundir algunos documentos que evidencian las dificultades para la creación y el establecimiento del Archivo Histórico Provincial de Ciudad Real, en sus primeros momentos, durante los años 1932 y 1933.
Para situar el origen de esta institución en su contexto legal, voy a recordar brevemente cuál es la normativa que los creó. El decreto de la República de 12 de noviembre de 1931 promulgado por el Ministerio de Justicia y el de Instrucción Pública y Bellas Artes estableció los Archivos Históricos Provinciales en las capitales de provincia, salvo en aquellas que eran sede del colegio notarial, en las que se creó un Archivo de Protocolos. Su misión original era recibir y conservar la documentación notarial histórica de más de cien años de antigüedad. En el caso del de Ciudad Real, el impulso de los principales organismos públicos en la provincia fue decisivo en el establecimiento definitivo de esta institución: además del Gobierno Central, participaron el Gobierno Civil de Ciudad Real, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento. Los documentos expuestos reflejan, precisamente, los dos obstáculos principales a los que se enfrentó este Archivo para su puesta en marcha: la necesidad de un presupuesto material para su funcionamiento y la localización de un espacio adecuado para la instalación y conservación de los fondos documentales que se depositaron en él. Para solucionar estas dificultades se organizó un patronato, presidido por el gobernador civil y compuesto por el presidente de la Diputación, el alcalde, el notario archivero del distrito, el presidente de la comisión de monumentos, el catedrático de historia del instituto de enseñanza y el funcionario del cuerpo facultativo de archivos.
Estos documentos que presentamos son testimonio del esfuerzo realizado por estas entidades de la provincia para superar todos los problemas que había que resolver para la creación e instalación del Archivo y, la recogida de los primeros protocolos notariales que ingresaron en este organismo para su conservación:
El documento nº 1 incluye la convocatoria para la reunión de la Junta del Patronato para el establecimiento y la puesta en funcionamiento del Archivo.
El documento nº 2 expresa el requerimiento al Ayuntamiento de Ciudad Real para que dispusiera de un local para la instalación del Archivo o, de lo contrario, se perdería el presupuesto aprobado para ese fin.
El documento nº 3 notifica la concesión, dentro de los presupuestos del Estado aprobados, de la cantidad de 2.000 pesetas para que la institución comenzase a funcionar. Partida de la que se hace cargo D. Francisco Tolsada, primer responsable del Archivo.
El documento nº 4 refleja la solicitud a la Diputación, en virtud de lo establecido en el decreto de 12 de noviembre por el que se crean los Archivos Históricos Provinciales, para que, de sus presupuestos, se facilite una cantidad para los gastos de material y conservación del Archivo.
En el documento nº 5 se pide al Ayuntamiento que, para cumplir lo establecido en la normativa de creación de los Archivos Provinciales, se incluya en los presupuestos municipales el dinero necesario para los gastos del local del Archivo Histórico Provincial de Ciudad Real.
Y, por último, un ejemplar del oficio que se remitió en diciembre de 1933 a todos los archivos notariales para el envío de los correspondientes protocolos al Archivo.
Como resultado de estos esfuerzos, aunque no se instalaron en dependencias del ayuntamiento, los protocolos notariales sí se depositaron en una sala en la planta baja de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, aunque allí las condiciones de conservación eran inapropiadas; posteriormente, en 1949, el Archivo se trasladó a una planta superior del mismo edificio, localización más adecuada para la conservación de los documentos. Desde 1961, compartió ubicación con la Biblioteca Pública en la Casa de la Cultura donde disponía de una amplia nave semisótano de 1.760 metros cuadrados con buena iluminación y estanterías metálicas. En 1985 el Ministerio de Cultura inició las obras para la construcción de un nuevo edificio diseñado ad hoc para esta función, situado en la calle Echegaray 2, adonde el Archivo Histórico Provincial de Ciudad Real se trasladaría en 1989 —más de cinco décadas después de que el Archivo iniciara su andadura— y en el que permanece en la actualidad.