Puerta de Toledo de Ciudad Real
La Puerta de Toledo de Ciudad Real es un exponente de la arquitectura militar los siglos XIII y XIV. Promueve su construcción el rey Alfonso X el Sabio cuando en 1255 otorga a la villa su Carta Puebla, concluyéndose la obra en 1328 en tiempos de Alfonso XI.
Es la única puerta que se conserva en la actualidad, de las siete que llego a tener la antigua muralla que rodeaba la ciudad. Tuvo diversas funciones a lo largo de su historia, sirviendo como puerta de ronda para la vigilancia de la ciudad, hasta portazgo o puerta donde se pagaban los impuestos en el transporte de mercancías y personas desde Toledo a Sevilla.
La puerta es de estilo gótico-mudéjar, realizada en piedra de sillería con la marca de al menos siete canteros distintos.
Es de planta cuadrada formada por tres cuerpos; dos cuerpos lo constituyen los torreones, situados a ambos lados de la puerta, de formas rectangulares, de 12 mts. de altura por 4 mts. de frente, unidos por otro cuerpo central, constituido por lienzos en cuyos frentes aparecen abiertos arcos ojivales (apuntados) seguidos de arcos de herradura. Este cuerpo central queda dividido a su vez en dos mitades por un doble muro con arcos también ojivales, donde se alojaba el rastillo (puerta levadiza), estando cubierto por dos bóvedas de nervaduras divididas en cuatro paños, con arcos apuntados apoyados sobre ménsulas, en cuyas claves aparecen los escudos de los reinos de Castilla y León. Este doble espacio central guarda gran similitud con las puertas del Sol y de Alfonso VI de Toledo.
Las almenas que coronaban todo el perímetro superior del edificio han desaparecido.
En las fachadas, en la parte superior de sus puertas norte y sur, aparecen el escudo en piedra de Alfonso X el Sabio (norte) y una cartela de piedra con caracteres góticos en rojo fechada en 1328 (sur), indicios claros de cuando se inició y finalizó esta puerta.
Puerta de Toledo de Ciudad Real
Puerta de Toledo de Ciudad Real