Palacio del Infantado
El palacio del Infantado es un edificio de estilo gótico isabelino con elementos renacentistas que fue mandado construir por Íñigo López de Mendoza y Luna, a finales del siglo XV.
Su estilo es absolutamente hispano, pues aunque parte de la decoración y estructura de balcones o portadas son de corte gótico de tradición flamenca, otros muchos elementos decorativos y la disposición de vanos en la fachada, pertenecen al arte mudéjar.
La fachada principal, orientada a poniente, es una de las joyas del arte gótico civil. Los elementos decorativos más destacados son unas puntas de diamante en toda la fachada; la última planta, que corona la fachada, presenta una galería corrida de balcones y garitones alternados. La puerta principal de entrada al edificio se encuentra en esta fachada, pero descentrada, situada en el extremo izquierdo, correspondiéndose con el patio interior. Está flanqueada por dos gruesas columnas cilíndricas que presentan en su intermedio sendos collarines de cordones entretejidos.
El patio central, llamado de Los Leones, es de forma rectangular, ligeramente alargada de sur a norte ya que en los lados de levante y poniente aparecen siete arcos, frente a cinco que aparecen tan sólo en los contiguos. Se compone de doble arquería superpuesta, formada de arcos conopiales mixtilíneos en la galería baja; en la galería superior se encuentran arcos similares con un par de entrantes laterales que se complican y quiebran aún más. Las columnas que sostienen la arquería son de orden toscano.
Eran famosos también los artesonados mudéjares del interior del edificio que desaparecieron durante la Guerra Civil.
Actualmente el edificio alberga el Museo Provincial de Guadalajara, donde se depositan los restos arqueológicos encontrados en la provincia.
Palacio del Infantado
Palacio del Infantado