Palacio de Pedro I de Torrijos
El primitivo palacio de Pedro I fue probablemente erigido sobre una anterior fortaleza a mediados del siglo XIV. La obra sería iniciada por el rey Alfonso XI en conmemoración de la batalla del río Salado en la que venció a los benimerines, y ya concluyó su hijo Pedro I.
Vive el palacio los momentos de máximo esplendor durante el reinado de Pedro I de Castilla, como así lo refieren varios capítulos de la “Crónica” del canciller-historiador Pedro López de Ayala.
No es hasta el año 1482, momentos en los que don Gutierre de Cárdenas compra las villas de Torrijos y Alcabón al cabildo de la catedral de Toledo, cuando el Palacio vuelva a recobrar cierto esplendor. El “Señor” de Torrijos rehabilitará el viejo palacio, intentando convertirlo en futura residencia de su hijo, Alonso de Cárdenas y Enríquez. Pero la accidental muerte de su hijo en Burgos (1497) trastoca los planes de Comendador Mayor. Fallecido don Gutierre (31-01-1503), su esposa Doña Teresa Enríquez convertirá definitivamente el palacio en convento de la Purísima Concepción en 1507. La transformación del palacio fue definitiva: el gótico dejaba paso al renacimiento.
Del primitivo palacio quedó poco en pie. Los arqueólogos consideran pertenecientes al siglo XIV la fachada principal con el antiguo torreón del ángulo derecho (actualmente rehabilitado), algunos ventanales, subterráneos y restos de cimentación.
El paso inexorable del tiempo, la invasión napoleónica, la guerra civil, el abandono, obras inadecuadas… fueron agravando progresivamente su situación de ruina.
En 1970 y debido a su estado ruinoso, las monjas abandonaron el convento. Afortunadamente, en mayo de 1983 el Ayuntamiento de Torrijos, inicia las gestiones para la adquisición del inmueble. En 2001 concluyen las obras de restauración y se inaugura como sede del Ayuntamiento.
El edificio consta de las siguientes partes:
1) Claustro interior: El claustro principal renacentista de doble galería del siglo XVI estructura la comunicación entre las diferentes dependencias. Se compone de arcos carpaneles en la planta baja, y escarzanos en la primera, ambos sustentados por columnas toscanas de fuste recto. En este claustro se ubica la escultura de Pedro I en actitud orante, cuyo original se halla en el Museo Arqueológico Nacional.
2) Refectorio: Se ha podido localizar la antigua ubicación del refectorio o comedor del convento, por la aparición de frescos con escudos de la orden franciscana con las cinco llagas de Cristo, un texto en latín que rodea la sala que hace referencia al momento de la consagración del vino y el pan, y sobre todo por un fresco en grisalla de la Última Cena, fechado en 1510. Digno de mención es su techumbre de alfarje, cuyas jácenas descansan sobre canecillos en dientes de sierra y grandes canes de lóbulo. Actualmente es la Oficina de Turismo y Sala de exposiciones temporales.
3) Sala capitular: Lo más destacado es la armadura de tracería mudéjar totalmente restaurada. Es de estructura de par y nudillo ochavada con limas mohamares, en sus cuadrantes aparece decoración de pergamino. Pasa de la planta rectangular de la nave a la planta octogonal irregular de la armadura. Destaca la decoración geométrica del almizate de lazo apeinazado. Actualmente es el Salón de Plenos del Ayuntamiento.
4) Claustro exterior: Cuenta con la misma distribución de arcadas que el interior pero su disposición es de logia renacentista. Bajo las galerías se encuentra la entrada a las galerías subterráneas. Se trata de un espacio con múltiples usos recreativos.
5) Iglesia: La antigua iglesia del convento fue añadida posteriormente como se aprecia en fachada. Actualmente es el Auditorio Municipal y el escenario ocupa lo que anteriormente fue el altar. Se aprecian en los muros las hornacinas laterales que albergaban diferentes imágenes religiosas. El techo tuvo una bóveda de cañón, hoy desaparecida.
Palacio de Pedro I de Torrijos
Palacio de Pedro I de Torrijos