Iglesia de Santa María de Piedraescrita

De la iglesia de Santa María de Piedraescrita, en el término municipal de Robledo del Mazo, se conserva un documento, fechado el 30 de mayo de 1188, donde se concedía una licencia para edificar una iglesia en Petram Scriptum, bajo la advocación de Santa María. A finales del siglo XV se sabe que no tenía categoría parroquial, algo que obtendría posiblemente a finales del siglo XVI.

El edificio muestra varios periodos constructivos. El más antiguo parece ser el ábside. En 1768 debieron reformarse las cubiertas ya que se conserva inscrita esta fecha en una de las vigas. Las pinturas murales del intradós del arco que da paso a la capilla absidial se enmarcan dentro del estilo rococó de la 2ª mitad del siglo XVIII. En los años 60 del siglo XX, Manuel Cuadrado acometió una importante restauración del templo consistente en la supresión de un camarín en el ábside, para dejar al descubierto las pinturas románicas, y la consolidación de los paneles cerámicos descolocados durante la Guerra Civil. Unos años más tarde se reparó la cubierta.

El templo tiene forma rectangular, de tres naves con seis pilastras sosteniendo los 200 mts2 de superficie que ocupa y está realizada a base de lajas de pizarra, revocadas por su exterior. La cubierta es un tejado a dos aguas.

El pórtico de entrada, también rectangular, se encuentra cerrado por ambos costados y con un arco de medio punto en su frente.

Desde el pórtico, cuatro escalones descendentes llevan al solado interior, hundido un metro bajo el nivel del terreno exterior por este lado, y a 1,70 mts. más bajo por el lado opuesto.

Interiormente, al comienzo de cada nave hay un altar de fábrica revestidos de azulejería talaverana del siglo XVI, atribuida a Juan Floris o Juan Fernández, que representan escenas del Nuevo Testamento. En el centro del testero aparece una capilla absidial de planta octogonal al exterior y de arco de herradura en el interior, taladrada por una ventana a media altura y decorada con un pantocrátor pintado al fresco de época románica, además de una pila bautismal. A los pies del edificio, sobre el hastial opuesto al ábside, se alza una espadaña del siglo XVIII, con hueco para tres campanas, coronada con veleta y cruz de hierro.