Iglesia de Santa Eulalia de Toledo
La iglesia de Santa Eulalia parece datar de los primeros años de la Reconquista -siglo XII-, siendo ya mencionada en documentos del año 1181 y constituyendo uno de los primeros y más arcaicos ejemplos de templos mudéjares toledanos. Anteriormente también, los versos falsamente atribuidos a San Ildefonso (607-667) afirman que fue fundada por Atanagildo en el 559 d.C, y aunque ningún otro testimonio se refiere a ella hasta el 1181, parece probable la existencia de un edificio anterior de época visigoda a tenor de los numerosos restos arqueológicos reutilizados que aparecen en la iglesia actual.
El templo presenta planta basilical de tres naves de diferente altura, con un alzado interior donde aparece una sucesión de vanos con arcos de medio punto, cerrados por unas celosias de piedra visigoda, que discurren por encima de la arquería de la nave central, procedentes de la estructura originaria, y que tornan en un friso de arquillos de ladrillo ciegos en la zona de la cabecera. La parte inferior de la nave central está compuesta, a su vez, por ocho arcos de herradura (cuatro a cada lado), dispuestos de una forma pareada y enmarcados en alfiz, y por pilares de ladrillo adosados a columnas aunque posteriormente estas últimas quedaran exentas.
Las tres naves se cubren con estructuras de madera en forma de artesa invertida (artesonados), de inspiración mudéjar, con tirantes pareados apoyados en sus canes de perfiles lobulados.
En cuanto a la cabecera de la iglesia resulta más problemático establecer la estructura primitiva, a causa de su completa remodelación. La capilla mayor fue adquirida en 1604 por Alonso Díaz Francés de Alarcón y su mujer María de Mora Sotelo, que la reedificaron y la dotaron como capilla privada para sí. Por los mísmos años puede situarse la reforma de las capillas laterales- cubiertas por cúpulas sobre pechinas con linterna- y la reconstrucción de la torre.
La iglesia mantiene aún hoy el rito mozárabe, consistente en una forma de celebración de la liturgia católica en lengua latina que se desarrolló en Hispania entre los siglos V y VII y que duraría hasta mediados del siglo XI. Santa Eulalia fue una de las seis parroquias de Toledo a las que el rey Alfonso VI concedió permiso para mantener el citado rito, después de la implantación del rito romano.
Iglesia de Santa Eulalia de Toledo
Iglesia de Santa Eulalia de Toledo