Iglesia de Santa Catalina de El Bonillo

La iglesia de Santa Catalina de El Bonillo es un ejemplar arquitectónico renacentista del siglo XVI. De la fábrica precedente quedan la gran y maciza torre y la capilla de los pies de la nave lateral del lado de la epístola.

El templo tiene trazas de salón, con tres naves, la central más alta y ancha que las laterales, sin capillas y cabecera plana que sobresaliente en planta consiguiéndose con ello una gran espacialidad interior. La nave principal posee cuatro tramos y tres las laterales, debido al que el último tramo, el de los pies, de las naves del evangelio y de la epístola, lo ocupan sendas capillas cubiertas por bóvedas de crucería. Los pilares que sostienen la cubierta son cuadrados unos y cruciformes otros, de los que arrancan arcos de medio punto. El abovedamiento está formado por bóvedas de arista separadas por fajones y formeros, menos el crucero que no sobresale en planta y que se cubre con una cúpula semiesférica sobre pechinas.

Tienen interés arquitectónico la sacristía y el coro. La primera se sitúa en el extremo este del edificio, siendo rectangular, amplia y muy marcada en planta; se construyó siguiendo el eje axial de la nave lateral del lado de la epístola. El coro se sitúa a los pies de la iglesia, sobre un arco rebajado, con un gran desarrollo superficial; posee una balaustrada de madera torneada y tiene forma de U con los laterales sobre ménsulas.

La torre está situada en la fachada oeste, levantada en el lado del evangelio, de estilo herreriano; está dividida por impostas en cuatro cuerpos; ventana plateresca en el primer cuerpo; el segundo y el tercero son lisos, destacando en éste último el reloj de la villa; en el cuarto se aloja el campanario y todo el conjunto está rematado con un chapitel.

Mención aparte merece el cuerpo que se edificó para albergar al Cristo de los Milagros. Se edificó anexo al templo y a la torre y se abre a él en el primer tramo de la nave lateral del lado del evangelio. Tiene planta rectangular de la que dos tercios lo ocupa una capilla cuadrada y con cúpula semiesférica con linterna, y un camarín que acoge al Cristo. El tercio restante lo ocupan dos pequeñas salas superpuestas destinadas a Museo.

Al exterior aparecen dos portadas de acceso, de corte clásico, situadas al sur y al oeste respectivamente. La portada oeste consta de un arco de medio punto circunscrito entre dos pilastras.