Iglesia de San Simón de Brihuega

Diversos autores sostienen que el templo de San Simón pudo haberse levantado sobre la que fuera la mezquita de Brihuega. Oculta más de un siglo en el interior de construcciones particulares y convertida en vivienda, volvió a descubrirse en el año 2004, cuando se derribó el edificio que ocultaba su ábside de mampostería encintada y ventanas con arcos de herradura abocinados de ladrillo. Tuvo la entrada por la plaza del mismo nombre y los restos son ahora visibles desde la c/ Mayor.

Levantado entre los siglos XIII y XIV, se trata de un pequeño templo de estilo enteramente mudéjar, construido sobre un solar de reducidas dimensiones, con una distribución interior muy simple.

Exteriormente su tipología constructiva presenta un zócalo de mampostería de unos 3 mts. de altura, sobre el que se dispone un paramento de aparejo toledano (cajas de mampostería y verdugadas de ladrillo).

Interiormente el templo consta de dos espacios claramente diferenciados: una nave y la cabecera o ábside. La nave se configura como un espacio cuadrado cubierto por una bóveda de crucería, cuyos nervios arrancan de los ángulos. La cabecera es un espacio semicircular cubierto por una bóveda de cascarón reforzada por seis nervios que se unen en una clave común. Este espacio incorpora cinco ventanas, de las que exteriormente solo se aprecian dos, construidas mediante cuatro arcos concéntricos, de ladrillo, ligeramente apuntados.

El acceso principal incorpora un arco apuntado polilobulado y, en su parte superior, un óculo o rosetón.