Iglesia de San Pedro de Villaescusa de Haro

La iglesia de S. Pedro Apóstol de Villaescusa de Haro es un templo situado dentro del casco urbano, de cuya construcción originaria datada en el siglo XIII quedan pocos elementos, por lo que su aspecto actual obedece a un edificio renacentista del siglo XVI.

Al exterior el tempo presenta forma rectangular, acusando los volúmenes de la sacristía y de algunas capillas interiores, sobre todo la Capilla de la Asunción que muestra la planta poligonal de su cuerpo superior con pináculos en las esquinas. Los muros están coronados por crestería y decorados con gárgolas. A los pies se sitúa la torre, centrada en ese testero.

En el muro septentrional se abre la portada principal, renacentista, formada por un arco de medio punto con dovelas decoradas con medallones, flaqueado por dobles columnillas que permiten decorar las enjutas con medallones de bustos en relieve. Sobre el entablamento aparecen unos pináculos a ambos lados flanqueando el emblema de San Pedro y sobre él aparece una hornacina avenerada entre columnillas que sujetan un pequeño frontón con medallón en el centro.

En el lado opuesto (muro meridional) se abre otra portada más sencilla, con arco de medio punto adovelado y recercado a modo de alfiz.

En el interior encontramos una iglesia columnaria con planta de salón, compuesta por tres naves (la central más ancha y cubierta con tres tramos de bóveda de arista) y bóvedas de cañón con lunetos en las laterales. Estas naves están separadas por arcos de medio punto que descansan sobre grandes columnas toscanas (cuatro exentas y cuatro adosadas al muro).

En el apartado de espacios interiores que forman parte del templo, encontramos en las cabeceras de las naves laterales, sendas capillas cubiertas con cúpulas. A ambos lados del presbiterio se abren las capillas de los Coronados, reformada en el siglo XVII, con reja e importante retablo gótico y la antigua capilla de San Sebastián. La sacristía conserva una espléndida cajonera de nogal y se cubre mediante alfarje ollero cuadrangular con cuatro vigas jácenas apoyadas en estribo y decoradas con motivos vegetales. También anteriores al siglo XVI son las capillas de San Andrés y de San Pablo y San Pedro.

En el piecero, ampliado en el siglo XVIII, se encuentran las capillas de las Ánimas, con interesante lienzo, construida por su Hermandad, que aparece representada en el lienzo como una milicia armada, y la de San Antonio, con retablo barroco. También del mismo estilo es el retablo del altar mayor, construido entre los años 1780 y 1785, dedicado a San Pedro y que fue financiado con las creces de trigo del Pósito Municipal.

Por último, hay que hacer mención al retablo que preside la capilla de la Asunción, abierta en el lado del evangelio. Se atribuye al taller de Felipe de Bigarny, de estilo gótico flamígero. El conjunto presenta un banco o predela, cuatro cuerpos y su coronamiento. Las entrecalles centrales se separan por diecisiete repisas con representación de figuras bajo doseletes. El tema principal es el de la Asunción de la Virgen, escena que se sitúa en la calle central. En la base del retablo o predela, aparecen cinco escenas que narran episodios de la vida, muerte y resurrección de Jesús, Separando estas escenas encontramos figuras de santos y evangelistas, en pie y bajo doselete. En los cuerpos superiores también aparecen escenas dedicadas a la vida de María, destacando en la calle central, por su gran tamaño, la Dormición de la Virgen y, por encima, la Asunción. Cierra la composición la figura de Cristo bendiciendo, en alto relieve, rodeado de dos ángeles con los escudos de la familia.