Episodios Caudetanos

Los Episodios Caudetanos forman parte del patrimonio cultural del pueblo de Caudete. Es una obra de teatro, una representación de un drama histórico en tres actos -la invasión, reconquista y la aparición- y en verso, un legado cultural que ha permanecido a lo largo de los siglos y que atesora la esencia primitiva de su puesta en escena, ejemplo vivo del teatro festivo-religioso del siglo XVII, joya teatral de gran intensidad donde se presenta el drama histórico de La Reconquista.

Por la situación geográfica en la que se encuentra Caudete, al este de la provincia de Albacete, muy próximo al Levante español, esta obra teatralizada se inscriben en el contexto de las Fiestas de Moros y Cristianos levantinas.

Finalizando la estación del estío, en los días centrales de las Fiestas de Moros y Cristianos, el pueblo se reúne, a media tarde, en la Plaza de la Iglesia de la Villa, los días 7, 8 y 9 de septiembre, para asistir a la representación de esta pieza teatral, por actores no profesionales que, generación a generación, han sabido mantener casi intactos los gestos, declamaciones y ademanes originales de la obra.

El escenario de la representación teatral es en un castillo que se monta cada año para tal evento. La fuerza de sus textos en verso y la riqueza de los atuendos de inspiración medieval confieren a esta obra una vistosidad digna de las mejores representaciones de tema histórico. Es un acto vivo, sujeto a las transformaciones que ha experimentado la sociedad a lo largo de cuatro siglos de representación, pero que conserva aspectos arcaicos muy relevantes, que se plasman básicamente en el discurso ideológico, en la estructura del espectáculo que lo sustenta y en la técnica interpretativa derivada del mantenimiento de la tradición de esa representación. El recitado de los versos constituye el elemento más importante de su técnica actoral. Dicho recitado va acompañado por una gestualidad llena de convenciones.

Los Episodios Caudetanos contribuyen por tanto a la diversidad cultural castellanomanchega por lo que esta manifestación popular se ha hecho merecedora de su reconocimiento formal como tal, mediante su declaración como Bien de Interés Cultural con categoría de bien de carácter inmaterial.