Corpus Christi de Porzuna
El Corpus es la fiesta barroca más representativa de Castilla-La Mancha formando parte de la cultura popular y su arraigo entre nosotros ha ido afirmándose con el paso del tiempo.
La celebración se lleva a cabo el jueves posterior a la solemnidad de la Santísima Trinidad, que a su vez tiene lugar el domingo siguiente a Pentecostés (es decir, el Corpus Christi se celebra 60 días después del Domingo de Resurrección). Específicamente, el Corpus Christi es el jueves que sigue al noveno domingo después de la primera luna llena de primavera del hemisferio norte. Esta fiesta surgió en la Edad Media. Fue instituida como fiesta litúrgica el 8 de septiembre de 1264 por el papa Urbano IV.
En su origen, además del desfile procesional acompañando a la Custodia, surgieron en torno a ella una serie de actos y representaciones para dar mayor realce a esta celebración. Entre éstos merecen ser destacados los autos sacramentales. En Porzuna, con motivo de la festividad del Corpus hay que destacar el protagonismo que adquiere la danza, que es ejecutada durante toda la procesión, por un grupo de doce danzantes, o “danzarines”.
En esta celebración no faltan las muestras de arte efímero plasmadas en la consabida instalación de altares y otros adornos en las calles. A media tarde comienza el cortejo procesional. En este ritual destaca la presencia de los doce “danzarines”, mozos del lugar que ejecutarán la danza durante toda la procesión. En la actualidad los danzantes no se encuentran vinculados a ninguna cofradía, ni están obligados por cumplimiento de promesas, simplemente se ofrecen de forma voluntaria para mantener el ritual que desde su infancia han vivido y presenciado como espectadores. Comienzan la danza en el interior del templo, dispuestos en tres filas de a cuatro y se arrodillan ante el sacerdote que sostiene la custodia para iniciar la procesión. Cuando el sacerdote se dispone a salir los danzantes, que estaban en actitud de adoración, se levantan y comienzan a bailar, al son de las castañuelas, junto a la música de la rondalla, que les acompaña durante todo el recorrido tocando instrumentos de cuerda, especialmente guitarras y bandurrias. Esta danza no finaliza hasta que de nuevo el sacerdote entra en el templo para depositar la custodia y terminar la procesión. La danza cuenta con una particularidad única en cuanto a la forma de danzar. Los “danzarines” siempre bailan de espaldas, de cara a la custodia. En cuanto a la coreografía de la danza hay que señalar que se trata de un baile que se interpreta al compás de un fandango, siguiendo la música interpretada por la rondalla, por lo que puede ser interpretado en otras épocas del año.
La indumentaria que visten estos danzantes está compuesta por una camisa blanca, faja, calzón negro corto hasta debajo de la rodilla y adornado con botones plateados, puntilla y lentejuelas. Medias bordadas y alpargatas, cuyas cintas van cosidas a las medias para evitar que se caigan durante la danza. Cruzándoles el pecho llevan un mantón de Manila sujeto con alfileres, prenda de la indumentaria femenina festiva que en esta localidad se muestra como ejemplo de riqueza. En la cabeza se atan un pañuelo sobre las sienes con la misma flor que llevan bordada en las alpargatas. Por debajo del pantalón se colocan unas rodilleras para protegerse, pues a lo largo del recorrido son muchas las ocasiones en que deben arrodillarse.
Corpus Christi de Porzuna
Corpus Christi de Porzuna