Convento de San Pedro Mártir de Toledo
La historia del Convento de San Pedro Mártir arranca en 1230 cuando Fernando III el Santo fundó en Toledo el primer convento de dominicos, en la llamada Huerta del Granadal, bajo la advocación de Pedro de Verona, religioso dominico y sacerdote, asesinado en el siglo XIII en el bosque de Barlassina (Seveso-Milán).
En 1407 los monjes dominicos se trasladaron a uno de los barrios más céntricos del casco urbano, en las casas de Dª Guiomar de Meneses (esposa del Adelantado de Cazorla, Alonso Tenorio de Silva) que las había donado para tal fin. Rápidamente el convento fue creciendo a expensas de otras casas contiguas, formando junto con el convento de Madre de Dios y la iglesia de San Román una inmensa manzana, situada en uno de los cerros más elevados de Toledo.
Se trata por tanto de un edificio de grandes dimensiones, ocupando algo más de 20.000 mts2. Está constituido por 21 edificios, de estilos diversos y que a pesar de su magnitud (estructurado en volúmenes y alturas muy diversas), no es un cenobio suntuoso sino austero, acorde con el carácter mendicante de la Orden. Su gran extensión venía determinada por las diversas actividades que en él se desarrollaron.
El convento se organiza en torno a tres patios: el más cercano a la entrada se denomina "Real", el más pequeño es llamado del "Silencio" y el de los "Naranjos" o de las "Procesiones" que está situado en el lado de la epístola de la iglesia.
El patio llamado del "Silencio" es el más antiguo de todos y consta de tres plantas. La planta baja tiene arcos de medio punto que descansan sobre columnas. El segundo piso está formado por arcos rebajados que se apoyan sobre columnas muy semejantes a las inferiores.
El patio del "Real", es de tamaño mucho mayor que los otros dos. Comenzó a construirse con trazas de Covarrubias, en 1541 por su discípulo Hernán González de Lara. Consta de tres pisos enteramente construidos en piedra. El piso bajo está compuesto por arcos de medio punto que descansan sobre columnas. De estas mismas fechas es la puerta que da acceso al convento desde la calle de San Pedro Mártir, que antiguamente era la entrada principal.
El patio de los "Naranjos" sufrió una total transformación a mediados del siglo XVIII y ha llegado hasta nosotros con una primera planta de arcos rebajados sobre columnas.
Nicolás de Vergara el Mozo fue el encargado de llevar a cabo las obras de la nueva iglesia y de la sacristía. La planta de la primera es de tres naves, con coro en alto y presbiterio plano, con dos capillas laterales. Las naves están separadas por tres arcos con pilastras dóricas que sostienen el entablamento, encima del cual se levanta una bóveda de cañón. El crucero destaca con una bóveda de media naranja sobre pechinas. Una reja de comienzos del siglo XVII separa el crucero de la nave central.
Actualmente el edificio acoge la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Convento de San Pedro Mártir de Toledo
Convento de San Pedro Mártir de Toledo