Convento de los Agustinos de Fuenllana

El convento de los Agustinos de Fuenllana es un edificio de estilo barroco construido en 1735 sobre la casa en que nació Santo Tomás de Villanueva, patrón de la localidad. Estuvo en uso conventual hasta su desamortización en 1836. Actualmente aún se conserva la habitación que viera nacer al santo, donde se guardan las reliquias del mismo y también se ubica en él las dependencias del ayuntamiento de la localidad.

El edificio se cubre a dos aguas con teja curva y su planta es cuadrangular, desarrollada en torno a un claustro porticado; en la planta baja se distribuían las dependencias comunes de los monjes, y en la alta, a la que conduce una amplia escalera, los dormitorios o celdas y accesos.

El interior del claustro, es de dos alturas, formado por arcos de medio punto cegados y separados por pilastras, a los que se abren unas ventanas. Todo ello forma unas galerías que recorren el perímetro del patio interior cubiertas con bóvedas de cañón.

La fachada principal alterna la fábrica de sillería en las esquinas y vanos con el mampuesto en el resto de las superficies. En ella se abren tres puertas de acceso; dos de ellas se sitúan en los extremos y son de igual estructura, con puertas de doble hoja, adinteladas, decoradas con baquetones de formas mixtilíneas en el dintel y las jambas, flanqueadas por pilastras adosadas, con balcones en la parte superior cerrados con baranda de forja y rematadas con sendos medallones de piedra con las efigies de Santo Tomás de Villanueva ( izda.) y San Nicolás de Tolentino (dcha.). La otra puerta, de menor entidad, aparece sin ornamento alguno, es de una sola hoja y se encuentra ligeramente descentrada con respecto al eje central de la fachada. Además en parte baja se abren tres ventanales con una acusada verticalidad.

En la parte superior de fachada principal, en su parte central y sobre el eje que forma la cubierta, se encuentra el reloj inserto en una especie de espadaña.