Convento de Carmelitas Descalzos o del Espíritu Santo de Toledo
El convento de Carmelitas Descalzos, situado actualmente en la plaza del mismo nombre, próxima a la zona conocida como de los Cobertizos del casco histórico de Toledo, debió ser edificado entre 1643 y 1655, tras ubicarse en dos ocasiones anteriores en otros puntos de la ciudad como fue una primera ubicación en el distrito parroquial de San Nicolás -Casas del Torno de las Carretas- y después a una zona de extramuros de la ciudad, detrás del castillo de San Servando.
El edificio dispone sus dependencias en torno a un patio, cuyo piso principal lo forman cuatro galerías con bóveda de cañón con lunetos, salvo en los tramos de esquina que están cubiertos con bóvedas de arista; todo es muy sencillo, funcional, con parámetros enjalbegados.
La iglesia es de planta rectangular, de tres naves, la central el doble de ancho que las laterales y cubierta con bóveda de medio cañón. Posee un amplio crucero de brazos cortos con cúpula sobre pechinas. Tiene el coro en alto, situado a los pies del templo, cuyo acceso desde el exterior es una triple arquería de altura desigual sobre pilares. Se disponen yeserías decorativas, de libre diseño, tanto en las bóvedas del crucero y del presbiterio como en la cúpula.
El exterior es, en general, de ladrillo visto con rafas de mampostería, de volúmenes cúbicos y perfiles rectilíneos, con un cimborrio cuadrangular que enmascara la cúpula.
La portada de la fachada principal de la iglesia se contrató en 1651, según trazas de arquitecto carmelita descalzo, fray Pedro de San Bartolomé. Es de piedra, del tipo retablo -cuerpo y ático con hornacina-, con soportes en forma de pilastras toscanas.
Convento de Carmelitas Descalzos o del Espíritu Santo de Toledo
Convento de Carmelitas Descalzos o del Espíritu Santo de Toledo