Conjunto Histórico de Belmonte
Belmonte es un municipio situado al suroeste de la provincia de Cuenca, a unos 100 kms. de la capital, a 878 mts. de altitud, contando con 1.903 habitantes.
Se trata de un territorio de transición entre la planicie manchega situada al sur y la Serranía de Cuenca al norte, con unos terrenos ondulados dedicados al cultivo de la vid, el cereal y la oleaginosa.
Su historia comienza en época ibérica y romana ya que se han encontrado restos arqueológicos de estas épocas como son las minas de lapis specularis en el paraje conocido como Las Horadadas.
De su pasado visigodo (siglo V) habla una sepultura con laja de piedra aparecida en en ábside de la Colegiata de San Belmonte y la planta de una iglesia.
En el siglo XII, fue capital de la antigua Cora musulmana de Santaver, pero las primeras noticias escritas datan del año 1294, cuando el municipio figura en el libro de cuentas del rey Sancho IV, entre los pueblos en los que se recogió moneda para pagar a los caballeros que habían de acompañar a Don Juan Manuel, el futuro Príncipe de Villena, a tierras murcianas.
En una primera época, después de la Reconquista, Belmonte fue aldea de Alarcón gozando de su mismo fuero y privilegios, perteneciendo a su vez al poderoso Marquesado de Villena. En 1456 D. Juan Pacheco, primer marqués de Villena, ordenó construir el castillo de Belmonte y la Colegiata de San Bartolomé.
En 1467 Belmonte pasa a pertenecer a Don Diego López Pacheco, hijo de Don Juan Pacheco y segundo Marqués de Villena quien, al igual que su padre, tomó partido por la Beltraneja, a la que pretendían legitimar como reina de Castilla, enfrentándose contra los Reyes Católicos. Tras la batalla de Toro librada en 1476, Isabel y Fernando le arrebataron todas sus posesiones y le obligaron a jurarles fidelidad e incorporaron nuevamente la villa a la Corona de Castilla, declarándola villa independiente.
Entre los siglos XV y XVIII, Belmonte tuvo su época dorada. Se conservan numerosos edificios de esta época.
A principios del siglo XIX, durante la invasión francesa, Belmonte tuvo gran relevancia por utilizarse el castillo como cárcel francesa.
En el siglo XIX, Eugenia de Montijo, al morir su marido Napoleón III, se refugió en el castillo de sus antepasados, realizándose entonces una reforma del mismo.
Personajes ilustres que ha dado esta localidad son el poeta, humanista y religioso Fray Luis de León (1527-1591), D. Juan Pacheco (1419-1474) favorito de Enrique IV, D. Pedro Girón (1423-1466) rico-hombre de Castilla y alcalde de Toledo y Logroño o Gabriel Barahona que formó parte de la tripulación de Cristóbal Colón.
Forman parte de su trazado urbano, típicamente medieval, edificios tales como la Colegiata de S. Bartolomé (de estilo gótico del siglo XV), el Palacio de Buenavista, la Casa de las Comedias, la Ermita de Nuestra Señora de Gracia, el Convento de los Jesuitas o casas blasonadas como la de los Baillo. Además, la villa se encuentra abrazada por una muralla, con cinco puertas de acceso, como son la de San Juan, Chinchilla, Almudí, Toledo y la Puerta Nueva y presidida por un castillo de estilo gótico-mudéjar del siglo XV.
Conjunto Histórico de Belmonte
Conjunto Histórico de Belmonte