Conjunto Histórico de Alcalá del Júcar

Alcalá del Júcar está situada en la comarca de la Manchuela Albaceteña, al noreste de la provincia de Albacete, limitando al norte con la provincia de Cuenca y al este con el valle de Cofrentes. Esta comarca tiene un aspecto diferenciador que le confiere el transcurrir de los ríos Júcar y Cabriel.

El municipio posee una gran belleza natural al estar situado en lo alto de un meandro formado por el río Júcar, del que toma en parte su nombre.

Pese a tener un pasado íbero romano y árabe, la historia conocida del municipio arranca en el año 1211, cuando una expedición relámpago del rey Alfonso VIII consigue arrebatar a los musulmanes, para la Corona de Castilla, la plaza fuerte de Alcalá, quedando su dominación efectiva garantizada dos años después, cuando se produjo la victoria sobre los almohades en las Navas de Tolosa (1212). Desde ese momento pasa a depender del municipio de Jorquera hasta que el 18 de abril de 1364, el rey de Castilla Pedro I el Cruel, firmó un documento en el Grao de Valencia, concediendo a Alcalá del Júcar el villazgo y la segregación con respecto a Jorquera, con asignación del Fuero de las Leyes, ordenamiento concejil y otros derechos.

La villa perteneció al marquesado de Villena padeciendo las vicisitudes de este señorío, que tanta importancia tuvo en la Edad Media y en la gestación de la moderna monarquía castellana, hasta su disolución a raíz de la Guerra de Sucesión Castellana en 1475. Después pasó a depender del Reino de Murcia hasta la nueva configuración territorial de España, acometida por el ministro Javier de Burgos en 1833, cuando se crea la provincia de Albacete. Desde ese momento forma parte de esta provincia hasta la actualidad. Asimismo, perteneció a la demarcación episcopal de la diócesis de Cartagena hasta la creación de la de Albacete en 1949.

Hasta nosotros ha llegado un patrimonio histórico y cultural riquísimo que le ha hecho valedor de su declaración como Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico.