Catedral de Sigüenza

La Catedral de Sigüenza es, en conjunto, un ejemplar de edificio cisterciense o del primer gótico; el estilo que predomina en ella pertenece a la época de transición del románico-gótico de influencia aquitano-borgoñona.

El templo fue mandado construir por el obispo D. Bernardo Agén en 1121, siendo de planta de cruz latina, con tres naves, crucero y capilla mayor con girola. Su interior se ilumina por pequeños vanos abiertos sobre las arcadas, por los grandes rosetones y por la linterna que remata la bóveda del crucero. Sobre la puerta se abre un gran rosetón, obra del siglo XIII, con complicada tracería.

Las naves están divididas por grandes pilares con columnas adosadas, que rematan en líneas de capiteles unidos, sobre los que se apoyan los arcos ojivales, de los que arrancan los nervios de las bóvedas de crucería.

De estilo románico son las portadas de la fachada principal, los pilares del crucero, algunos de la nave central y todos los muros inferiores de la iglesia. También del mismo estilo son los muros superiores, el crucero y sus rosetones, los ventanales del presbiterio y de la nave central.

Singular mención merece la Capilla funeraria de los Arce, dedicada a San Juan Bautista y Santa Catalina y donde encontramos el sepulcro de D. Martín Vázquez de Arce, más conocido por El Doncel de Sigüenza. Realizada en piedra de sillería combina formas arquitectónicas tardogóticas y elementos renacentistas italianizantes; se trata de un espacio cuadrangular, cubierto con bóveda estrellada de terceletes que posee varios sepulcros enmarcados con arcosolios de medio punto y donde la figura del doncel aparece, en el sepulcro de la entrada, recostado leyendo un libro formando una composición simétrica y naturalista.

El claustro es una construcción gótica, de una sola planta de forma cuadrangular, de siete arcos cada panda, adornados con tracerías flamígeras muy sencillas, separadas por contrafuertes unidos por arcos rebajados donde se asienta el alero. Posee una puerta de acceso al jardín en el eje este-oeste, con arco escarzado y encima una ventana flamígera. Las galerías están cubiertas con bóveda de crucería simples. En el centro del patio aparece un pozo que descansa sobre tres gradas circulares, con brocal, horcón y frontón volado de piedra.

La catedral se rodea de muro y de torres, formando un conjunto fortificado, que se perderá, en gran parte, en los primeros años del siglo XVI. La parte ornamental se alargó hasta el siglo XVIII cuando concluyó definitivamente la obra.