Castillo de Escalona
El castillo de Escalona fue inicialmente una fortaleza romana, ocupada en época musulmana y posteriormente tomada por Alfonso VI de Castilla; fue decisivo en la defensa contra los ataques de almorávides y almohades en 1131, 1137 y 1196. Tuvo también su protagonismo en las luchas que enfrentaron a los partidarios de Isabel la Católica con los de Juana la Beltraneja a finales del siglo XV, el fin de una época, la Edad Media, que tan importante fue para el municipio de Escalona. El mariscal Suchet, durante la Guerra de la Independencia, bombardeó el castillo e inició su ruina. La adquisición a finales del siglo XX del edificio, o lo que quedaba de él, por una particular Dª Victoria González Choren, restaurando y haciendo habitables algunas zonas, ha salvado al castillo de su destrucción total.
El edificio está ubicado estratégicamente sobre una meseta que bordea el río Alberche entre Ávila y Toledo y se compone de la fortaleza propiamente dicha y de un extenso palacio mudéjar. Su zona interior está dividida en dos partes claramente diferenciadas, la Plaza de Armas que está rodeada por la fortaleza y el Palacio de forma cuadrada que está más al sur. Las dos partes están separadas por el Patio del Honor.
La robusta torre del homenaje del palacio es la estructura que más destaca de todo el conjunto. Su planta es cuadrada, tiene 22 mts. de altura y está cerrada por un rastrillo y buharda. Estaba formada por diversos pisos y un sistema de accesos muy complicado que hacían muy difícil la entrada al recinto. En sus muros apenas aparecen vanos y está rematada por almenas defensivas.
Castillo de Escalona
Castillo de Escalona