Castillo de Belmonte
El castillo de Belmonte es un palacio-fortaleza de origen renacentista, situado al suroeste de la provincia de Cuenca, en el municipio del que toma su nombre. Comenzado a construir en 1456 por orden de D. Juan Pacheco (I Marqués de Villena) con trazas del arquitecto Hanequin de Bruselas, es probable que se terminase en 1474 por el II marqués de Villena, D. Diego López Pacheco.
El recinto principal se rodea de una barrera artillera, con tres puertas de acceso, de exquisita construcción que defiende las partes bajas. La puerta llamada de los Peregrinos o de Santiago, se abre en un cubo desde el que debía colgar el puente levadizo; la del Campo, desde donde se accede al castillo, orientada al naciente, y por último, la de la Villa, que enlaza la fortaleza con la población. Flanquean estas dos últimas sendos torreones cilíndricos.
La planta del castillo es de" estructura atenazada", construida sobre un rectángulo equilátero, con dos cuerpos en dos de sus lados y en el otro la torre del homenaje, formando todo el conjunto un triángulo que se convierte en polígono de nueve lados con seis torres en los vértices, a modo de una estrella de seis puntas.
Los dos cuerpos, formando un ángulo agudo, constan de tres plantas y en éstas se distribuyen las distintas estancias y aposentos del palacio. Se accede a tales piezas desde una escalera que desemboca en las zonas nobles a través de galerías.
Algunas de las techumbres que cubren las estancias están cubiertas por artesonados y alfarjes mudéjares, como la de la sala utilizada para la capilla (de planta octogonal y articulada mediante mocárabes ricamente policromados), las de los dormitorios de los marqueses (ochavadas a modo de cúpula), o la del Salón de Gobierno.
Especial mención merece el Salón de Gobierno que representa el verdadero marco solemne y señorial del poder nobiliario; tiene forma rectangular con una superficie que ronda los 150 mts2 y está cubierto por una estructura construida con madera de pino mediante la técnica de par y nudillo.
De igual modo la exuberancia y riqueza ornamental aparecen en algunas piezas y elementos de su arquitectura interior, tales como frentes de chimenea o los alféizares de algunas ventanas.
Castillo de Belmonte
Castillo de Belmonte