Castillo de Atienza

El castillo de Atienza es una construcción militar de los siglos XI y XII, que se encuentra sobre un promontorio rocoso cuya cima se encuentra arrasada. La cúspide es estrecha y alargada y en ella se asientan los restos de lo que fue alcazaba mora y fortaleza cristiana.

El castillo destaca por tener una doble línea de murallas que se adapta a la morfología del terreno. En su interior se abren dos profundos aljibes rectangulares tallados en la roca, el mayor construido durante la época islámica, conservando ambos el arranque de la cubierta abovedada de ladrillo.

En la esquina sur del edificio se encuentra la torre del homenaje, ofreciendo una sencilla estructura de planta rectangular y tres picos con puerta en la planta baja, salas interiores, y una escalera en el muro que asciende a las plantas superiores y finalmente a la terraza. Como elemento defensivo de esta torre destaca el garitón volado que se coloca en la esquina más meridional.

Integrada y visible en el muro norte se encuentra la torre islámica realizada con aparejo de espiguilla que destaca entre la mampostería posterior; está enmarcada por el cuerpo que acoge la puerta de entrada y el resto del muro cristiano. En la cumbrera del paramento se puede observar más de la mitad de su planta cuadrada rematada con un mortero de hormigón calcáreo, posiblemente el trasdós de una bóveda perforada en algún momento para entrar en la torre, ya que su puerta se cegaría al incluirla en la construcción cristiana. Se trataría de una de las torres citadas en el Cantar del Mio Cid.

Próxima a la torre islámica, situada también en el muro norte, encontramos los restos de la entrada al castillo, a la que se accede por una escalera tallada en la roca que parte desde el camino de ronda. Está flanqueada por dos torres cuadradas.