Casa solar de los Bustos

La Casa Solar de los Bustos es una casa solariega y señorial que plasma una idea preconcebida y regularizada en un intento de exteriorizar la semántica de poder propia del Antiguo Régimen.

La casa perteneció, en un principio a la familia del Busto, uno de los linajes más antiguos y propietarios de la capilla del primer y último enterramiento de Don Francisco de Quevedo en la Iglesia de San Andrés. Sus armas se encuentran en el escudo de la fachada, así como en las esquinas del patio interior. Desde el siglo XIX pertenece a la familia Rebuelta.

El exterior de la casa es de muros de tapial y mampostería con una fachada formada por una portada principal descentrada, formada por dos vanos superpuestos adintelados y enmarcados por jambas y dintel de piedra de cantería, centrados con dobles escudos heráldicos y adornados con un molduraje. La puerta se remata con un frontón triangular partido. El resto de la fachada tiene vanos regularizados con torre en el extremo.

La casa posee tres plantas en la zona dedicada a vivienda y dos plantas en las dependencias del servicio, con un zaguán situado frente a la entrada principal en un ángulo de la casa, que da acceso a su vez a un patio central que es el núcleo y centro dispositivo de las demás estancias.

El patio es de dos alturas y porticado, con dos galerías que vuelan sobre grandes vigas rematadas en canes, mientras que las otras dos se elevan sobre columnas de piedra con capiteles jónicos, rematadas con grandes zapatas de madera que sostienen la carrera o viga sobre la que se alza el piso superior. Este último se cierra con balaustres también de madera y los pies derechos son cuadrangulares. Las cubiertas se cubren con vigas de madera unidas con bovedillas de mampostería o ladrillo.