Casa de las Cadenas de Toledo

Este edificio, de estilo mudéjar-plateresco, está situado en la calle de Las Bulas en el barrio de la Judería, siendo un notable ejemplo de la típica casa toledana de finales del siglo XV o principios del XVI.

Es llamada Casa de las Cadenas por las cadenas que cuelgan de su fachada y que antaño figuraban adornando el zaguán de entrada al patio simbolizando el derecho de asilo de sus propietarios. Desde finales del siglo XVIII funcionó como casa de vecinos hasta que fue adquirida en 1962 por el Ayuntamiento de la ciudad. En 1973 fue cedida a la Dirección General de Bellas Artes y en 1975 abrió sus puertas como Museo de Arte Contemporáneo. Vuelto a cerrar, hoy está pendiente de asignarle un nuevo cometido por el Consistorio Municipal.

Se trata de una construcción de planta irregular, condicionada por la morfología del solar. Sus muros son de un aparejo de piedra y ladrillo, lo que le confiere un carácter típico toledano. Está construida en torno a un patio central con galerías de madera (cuatro en la primera planta y dos en la segunda).

La fachada principal del edificio está formada por una sencilla portada de piedra granítica que soporta un ancho dintel acompañado de dos columnas adosadas de altas y estilizadas líneas. No presenta ni frontispicio ni ninguna otra forma de ornamento y acoge una puerta descentrada con respecto a la fachada, realizada en madera con cuarterones y una interesante labor de forja. El resto de vanos abiertos no guardan alineación alguna en su disposición y amplitud.

La puerta principal da paso al zaguán que es de forma rectangular, con el pavimento de losas de granito y las paredes de enlucido. Se cubre con un techo plano de madera, toledano alfarje, éste con labor de menado de estilo mudéjar.

A través del zaguán se accede al patio compuesto de una planta baja dividida en cuatro crujías en las que se disponen columnas que no guardan un ritmo regular en la distancia de sus intercolumnios y que pertenecen a distintos estilos: toscano, gótico y mudéjar. Éstas sostienen un entablamento de madera que reposa en zapatas típicas mudéjares y ménsulas con canecillos y saledizos reformados, esquema que se repite en las dos galerías superiores que se abren también al patio, si bien ahora las columnas y el pilar han sido sustituidas por pies derechos de madera.

El patio también cuenta con dos aljibes situados de manera excéntrica y empotrados en la pared, manifestándose al exterior en forma de brocal de pozo. Son de piedra y alcanzan casi un metro de altura.

Del patio interior parte una escalera, situada en su extremo lateral izquierdo, con ventanas al patio y al zaguán. Es de estilo plateresco, comenzando con un arco rebajado, con tres tramos irregulares y con escalones con cantos de madera y la contrahuella de azulejos.

La escalera conduce a una entreplanta, destacando en ella una sala decorada con pinturas murales al temple, representando una frondosa vegetación y algunas fuentes (el llamado "Estrado de Damas"), que hacía las funciones de la tradicional salita donde hacían vida diaria las mujeres de la época.

Algunas de las vigas de madera de la techumbre de la casa aún muestran policromías antiguas. Las puertas y las ventanas se hallan decoradas con atauriques, yeserías mudéjares que enmarcan los vanos y los techos están formados por estructuras de madera plana como son los alfarjes o en forma de artesas como las armaduras de par y nudillo o de limas mohamares.

Por último el edificio está recorrido por un friso con la leyenda de caracteres latinos, datado de la segunda mitad del siglo XVI, que recoge una rogativa para la protección de sus moradores.