Pasar al contenido principal

Singularidades de la Pasión de Calatrava de Castilla- La Mancha

Desarrollada en Aldea del Rey, Almagro, Bolaños de Calatrava, Granátula de Calatrava, Miguelturra, Pozuelo de Calatrava, Torralba de Calatrava, Valenzuela de Calatrava, Moral de Calatrava y Calzada de Calatrava. Desde septiembre de 2016 se declaró Fiesta de Interés Turístico Nacional, la primera vez que se hacía de manera conjunta a diez municipios, un total de 50 cofradías y 20 bandas de música.Dos de las singularidades de esta Pasión la encontramos en Los Armaos y Las Caras. 

Ruta de la Pasión de Calatrava. 

LOS ARMAOS DE ALMAGRO

El origen real de los armaos (fecha) es incierto. Se supone que debió aparecer a lo largo del siglo XVIII porque el libro más antiguo que conservamos (1884) hace referencia a documentos anteriores que desaparecieron tras un incendio.

También resultaría interesante señalar que ya en los años 70 había mujeres vestidas de armao y que hasta han llegado a mandar (en 2010); desde 2012 hay mujeres en la junta directiva. Este año, por primera vez y deseo expreso del comandante, su guardia personal, la cuarta o gastadores, iba a estar formada exclusivamente por mujeres a excepción del cabo –que sería su hijo–.

Los armaos se articulan por un estricto reglamento que emana de la influencia de las soldadescas (por eso se cree que su origen podría estar en el siglo XVIII): es muy severo y con tintes muy militares, como su música. Las canciones que se tocan son las mismas que se tocaban hace 200 años y no existen partituras, todo se ha pasado de oído.

Los cargos de jefatura (comandante, capitán, capitán ayudante y tres teniente) son por antigüedad de pertenencia la Compañía (nos identificamos como Compañía Romana, no Hermandad o Cofradía), a excepción del teniente abanderado que es por sorteo: aquellos o aquellas que quieran serlo han de ser miembros y haberse vestido sin faltar los dos últimos años al completo. Aquellos que se visten de armao y no forman parte de la Compañía porque no poseen traje propio se les llama aspirantes.

En cuanto al funcionamiento interno, es bastante orgánico y democrático: se vota en asamblea a un presidente (aún no habido presidenta) que formará junta directiva a su elección y con una duración de 4 años. La junta directiva se encarga del cumplimiento de los estatutos y mantener el orden en el mando. Una vez llegada la Semana Santa, el poder absoluto de la junta directiva pasa a la jefatura con el comandante a la cabeza(evitando así que el poder recaiga siempre en los mismos). La jefatura, y más aún el comandante, estructuran los diferentes pasacalles y asignarán a armaos y aspirantes sus puestos en las diferentes guardias. Tradicionalmente al abanderado le acompañan los niños y el resto quedan repartidos entre el capitán y los otros tres tenientes.

Al pasar la Semana Santa, cabos y sargentos han de escribir un informe en el cuenten los participantes y las posibles incidencias que han tenido. Estos informes se pasan a sus superiores, tenientes y capitanes, y junto con el comandante escriben un informe en el que se cuenta lo ocurrido. Tres domingos después del Domingo de Resurrección, la junta directiva se junta y pone en común todas las posibles incidencias y buen hacer de los armaos y se convoca una junta general, una asamblea, en la que se hace público el balance económico del año, se leen las actas de la junta directiva, se lee el parte del comandante y se nombra la jefatura del año siguiente. Por último, se realiza el sorteo del abanderado: primero el presidente invita a viva voz si hay algún voluntario y en caso de haber más de uno se hace por sorteo en una urna en la que el muñidor (Rudisildo) saca las papeletas.

El abanderado será aquel que resulte al salir su nombre en una papeleta y después el dibujo de la bandera. Existen dos particularidades muy curiosas con este puesto: sólo se puede salir de abanderado una vez y en caso de que algún capitán que no haya salido aún de abanderado solicite serlo, no hay sorteo y se le asigna como abanderado siempre y cuando haya participado en el sorteo anteriormente y por cosas del azar no haya resultado.

Por último, en cuanto a cuándo salimos a la calle “con chapa”:

Lo de “con chapa” lo digo porque los ensayos de la banda  (solo tenemos cornetas,tambores y dos timbales) comienzan en enero, tras la celebración de San Antón (17 de enero) y los que no tocan instrumentos hacen instrucción los tres domingos antes del Domingo de Ramos por la tarde. En estos domingos es el momento de pagar el recibo (10€) y presentarte al comandante para que te ponga en lista (sino no sales); aquellos que no sean miembros de los armaos, podrán alquilar un traje el fin de semana anterior al Domingo de Ramos. Los precios de alquiler varían, pero son unos 80€ de media todo incluido (los que participen en la banda están exentos de pagar el alquiler, solo tienen que pagar los 10€ de cuota por vestirse). Un traje nuevo cuesta unos 1200€, el plumero unos 100€, la ropa (camisa, pantalones y cinturón) unos 400€ y las botas unos 120€ [total: unos 1820€].

Como anécdota: hay dos días que los armaos guardamos con mucho cariño, el día de las mangas y el día de las catas. El día de las mangas es el último domingo antes del Domingo de Ramos y es cuando la junta directiva hace el traspaso de poderes a la jefatura: el presidente entrega las mangas con los galones correspondientes y el sable a los jefes. En cuanto al día de las catas, se hace el Miércoles Santo después de comer nos juntamos en pequeñas partidas de amigos a tomar café en la plaza hasta que a las 16:00 el presidente se pone en medio de la plaza y el resto le seguimos para ir a visitar a los miembros de la jefatura. En cada casa los jefes sacan comida y bebida en abundancia y se cuentan batallitas, es un momento en el que niños, jóvenes y de ancianos nos juntamos. El día finaliza con la visita al teniente abanderado: al llegar a su casa hacemos todos pasillo y dejamos pasar a los dos armaos más viejos y al presidente que portan la bandera de la Compañía Romana y se la entregan al abanderado para que la custodie.

Carlos Emeterio Sobrino Costoso 

Fotos: Archivo de la Compañía Romana de Almagro 

 

 

LAS CARAS 

Se trata de un juego de azar en el que se apuestan importantes cantidades de dinero. Practicado cada Viernes Santo en muchas poblaciones de la comarca, alcanza su máximo esplendor en la localidad de Calzada de Calatrava, donde está declarado "Fiesta de Interés Turístico Regional" desde el año 1993, practicándose sin interrupción desde épocas muy lejanas. 


Las Caras parecen tener su origen en el primer Viernes Santo, pues los romanos despojaron a Jesús de sus vestiduras y se las jugaron a los dados. Una segunda hipótesis es que Judas se jugó las treinta monedas con las que entregó a Cristo, mientras que una tercera habla de que los soldados romanos pagaron monedas por la túnica de Jesús que habría sido subastada, por lo que sólo se juega en Semana Santa.

El juego. Hay una persona que tiene la banca y alrededor se colocan los apostantes, que reciben el nombre de puntos, no existiendo más límites para las apuestas que el fondo del que disponga la banca que, situada en el medio del círculo, cubre las apuestas depositadas en el suelo. El baratero es quien organiza y cuida que el juego se haga con normalidad.


Para jugar, se cogen dos monedas de cobre del reinado de Alfonso XII, con la cabeza del rey y el escudo bien visibles. El que tiene la banca junta las piezas, quedando a la vista la cara de las monedas. Esta colocación es importante, y a veces se pide la comprobación. La gente del corro, los puntos, apuesta su dinero, y la banca pone en el suelo la misma cantidad. Se retira a un lado cualquiera y, después de mostrar las monedas al baratero, las tira al aire. 
 

Cuando las monedas se encuentran suspendidas en el aire, resistiéndose a caer, todas las miradas se dirigen al cielo esperando el desenlace. Tras su recorrido descendente, y al chocar las monedas contra el suelo, es cuando se conoce si la suerte nos acompaña.

Es el momento de la verdad. Si al caer al suelo y botar salen las dos caras hacia arriba, el baratero grita: ¡Caras!, y la banca recoge todo el dinero de las apuestas hechas. Si, por el contrario, después de caer y botar quedan visibles los escudos, entonces la palabra que pronuncia es: ¡Cruces!, y son los puntos quienes recogen el dinero de sus respectivas apuestas, pues perdió la banca. Esto supone que el jugador que lanzó las piezas deje de hacerlo y el ‘baratero’ las entregue al siguiente que la haya pedido. 


Pero puede ocurrir que, al caer las piezas, quede cada una de lado diferente. En este caso, el ‘baratero’ vocea: ¡Cara y Cruz!, con lo que no gana nadie. Se recogen las piezas, las entrega al banquero y vuelve a iniciarse el juego.


El ‘baratero’ recibe, aunque no siempre, una propina, pues él suele ser el dueño de las piezas y se ocupa de la organización del corro. Pero en caso de ganar los del corro, no hay propina para él.


Cuando las monedas están en el aire, los puntos pueden retirarse de la jugada diciendo: ¡Barajo! A partir de este momento ni pierde ni gana, es como si no hubiese realizado la apuesta. Esta expresión también puede indicar la necesidad de anular la jugada si se ha observado alguna irregularidad.


Unos días antes, los habituales ‘barateros’ preparan sus corros pintando círculos con cal y poniendo en el centro su nombre o sus iniciales. Esto se hace en ciertas esquinas y, sobre todo, en la calle Real y plaza de España, si bien los “corros” más importantes se organizan en el casino y en la obrera, que son dos sociedades recreativas privadas, pero que este día abren sus puertas a todo el mundo.

Las Caras 
La Pasión de Calatrava  


 

GALERÍA DE IMÁGENES