En el año 2006, dentro del proyecto general de intervención arqueológica de la Vega Baja de Toledo, se lleva a cabo la excavación de la llamada Parcela R-3, que permite identificar una ocupación intensiva de esta zona de la ciudad desde mediados del siglo I d.C. hasta el s. VIII d.C., momento en el que este espacio se convertirá en una zona de cultivo. Junto con los restos de los viarios y ambientes domésticos de época visigoda, esta intervención arqueológica ha permitido documentar interesantes materiales cerámicos, que ilustran la vida cotidiana en este arrabal toledano.

Especialmente relevante fue el hallazgo de un pozo de forma cuadrangular, posiblemente ritual a la vista del excepcional estado de conservación de los materiales que lo colmatan, fechable en la segunda mitad del s. I d.C. Junto con el abundante material cerámico documentado, en el que destacan las producciones pintadas y de terra sigillata de origen gálico, se halló la parte superior de un acus crinalis que muestra una venus saliendo del baño, cuyo paralelo más cercano, en este caso conservado de forma íntegra, se encuentra depositado en el Museo de Badalona (MB inv. 3713).

Pertenecientes a época tardorromana se descubrieron también interesantes contextos cerámicos que evidencian la producción local de cerámicas comunes, junto con la llegada de materiales de importación, como las cerámicas de engobe rojo procedentes de los talleres de Lucus Augusti (Lugo) y piezas de Terra Sigillata Hispánica Tardía. Dentro de los materiales cerámicos recuperados en esta intervención son destacables igualmente, por su excepcional estado de conservación, algunos cuencos de época emiral temprana, entre los que destaca la pieza expuesta con decoración pintada de lúnulas en rojo y negro.