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Cuadras | Molino Grande

Se abre en un lado, al fondo del corral y era el lugar destinado a recibir las bestias después del duro trabajo diario en el campo manchego.

Esta estancia está compuesta de un suelo empedrado que evitaba que los animales resbalasen (se abrieran). En sus paredes aparecen, situados a media altura, los pesebres realizados de obra que hacían las funciones de abrevadero y comedero y unas estacas clavadas en ellas que servían para depositar el utillaje propio de las caballerías, tales como: albardas, anteojeras, argollas, barriqueras, bozos, colleras, yugos, correas…etc.

Los techos están formados por vigas de madera que soportan cielos rasos.