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Diccionario de Francisco García Pavón

El escritor Francisco Garcia Pavón nació en Tomelloso, Ciudad Real el 24 de septiembre de 1919.

Ganador del premio Nadal y del Nacional de la Crítica. Referente del cuento y la novela negra española, creador del primer policía del género en este país, Plinio, que le dio gran fama en los sesenta y setenta y que hasta tuvo una serie de televisión en 1972.

En sus libros eran características las palabras que dejaba caer y que escuchó de niño. Su hija, la profesora y filóloga Sonia García Soubriet, las ha documentado en el Diccionario de Francisco García Pavón. 

Te acercamos al significado de las siguientes palabras que son las seleccionadas para un concurso realizado en el Facebook de Cultura Castilla-La Mancha. 

1.-Abocicar. intr. Acercar mucho la cara para ver algo. “Hay gente con las cabezas tan reviradas a un sitio que, aunque los abociques una semana entera a lo que quieres que vean, no se enteran”. Voces en Ruidera, III, 145. (cf. El hospital de los dormidos, III, 608,659)

2.-Acibo. adj. Que es penoso en el trato. “-¿Pues qué hay de malo en las bodas, Rodríguez?/ -¿De malo? Las mujeres, Manuel, las mujeres. Que después de los sermones es lo más pesado que puede mentar la boca, lo más acibo que llegó al mundo de los hombres. Hombres pesados hay, ya lo creo, pero no todos. Y las mujeres, sí. Plomo total”. El hospital de los dormidos, III, 571.

3.-Ademanario. m. Conjunto de gestos y actitudes de una persona. “El resto de la mañana, don Alberto Dupón García le pareció a Plinio un señor totalmente distinto del que conocía. Bebía distraído y con un automatismo inédito en su ademanario”. ‘ Las fresas del Café Gijón’, III, 360,

4.-Aferruchar. int. Esforzarse en algo con afán. “-Y no digamos el Ignacio, / -Muy bien dicho. ¿Estará ya aferruchando?/ -Aferruchando  seguro, pero no sabemos si con la herramienta o sólo con la intención”. Voces en Ruidera, III, 208. (cf. Los liberales, I, 387)

5.-Almorchón. Hombre muy grande y gordo. “Como don Lotario, tan bajito y delgado, creyó una indirecta el dicho del Faraón, replicó vivísimo:/ -Es que tú no eres un hombre./ -Anda, coño,  ¿Pues que soy?/ -Un almorchón.”  El reinado de Witiza, II 238. SECO.

6.-Alujero, ra. Adj. Bromista, festero. “´Don Lotario es el único vetrinario del pueblo que se alegró con el remate de las mulas –dijo Natalio./ -Me llegó el momento de la jubilación./ Sí, y porque tiene más perras que un banco –explicó Plinio- que si no, no andaría tan alujero”. El rapto de las Sabinas, II, 415, 459. (cf. Los nacionales , I, 607,639; El reinado de Witiza, II, 273; Una semana de lluvia, II, 998). SECO

7.-Apescado. Part. Adj. de ‘apescarse'. Apoyado. “Y un rato después partieron los de Tomelloso. Las dos mujeres, con gusto de volver al pueblo pero con ojos de recordar las escenas de aquellos días. Don Lotario, bien apescado al volante y pendiente de las curvas de la carretera”. Voces en Ruidera, III 294. (cf. El hospital de los dormidos, III, 607; Vendimiario de Plinio, III, 39). DHCR.

8.-Badapear. Tr. Mostrar, ofrecer. “También se veían busconas con cara de hambre, una flor en el pelo y badapeando sonrisas y molletes”. Los Nacionales, I 612.

9.-Bascar. Tr. Tener muchas ganas o ansias de algo. “-Tengo una sed que basco –dijo el guardia al cabo de un buen reto-. ¡Qué chicharrera!. El rapto de las Sabinas, II 500, 481. SECO, DRAE, DUE

10.-Bracijuntas. Adj. Agarradas del brazo. “Dos o tres se atrevieron a ir muy enveladas y bracijuntas a una de las misas, y por poco las corren…las corren a pescozones, se entiende”. Los nacionales, I, 578

11.-Cachupinada. F. Tontería, algo sin importancia. “-¿Qué pasa?/ -No sé. Llamó por teléfono al cuarto de guardia, y como no estaba usted, me dijo que lo buscase al contao./ -Espéreme aquí, don Lotario. Será alguna cachupinada. En seguida vengo”. El reinado de Witiza, II, 235.

12.-Caldo de gallina. m. Cigarrillo de picadura al cuadrado hecho de mezcla de diversas clases de tabaco y que se vende liado en papel amarillento. “Sacó luego Plinio el “caldo de gallina” de los amigos, y empezaban todos a liar cuando se vio moverse la puerta giratoria y enseguida apareció Alcañices, muy prisoso”. El reinado de Witiza, 266 SECO, DRAE.

13.-Catral. Adj. Enorme, tremendo. “-Pues ya veis… Es que las tardes siguen siendo muy largas./ -Coño largas –exclamó Plinio- son catrales”. El rapto de las Sabinas II, 414. (cf. Las hermanas coloradas, II, 610; El último sábado, III, 331; El hospital de los dormidos, III, 634; Vendimiario de Plinio, III, 21, 41; Voces en Ruidera, III, 242; El Reinado de Witiza, 365, 374). SECO.

2. Adj. Perteneciente o relativa al catre. “Desde luego al hablar era muy mental y en sus ademanes se apreciaban algunos vigores de hombría. Pero tampoco esto significaba que tuviese hobbies extraviados. Las cuestiones catrales no la desvelaban”. El rapto de las Sabinas, II, 444.

14.-Cepujo. m. Trozos de cepa que se echan a la lumbre. “Aunque pintaba abril aquel sábado, estaba encendida la chimenea de baldosas rojas. Y sentado en el borde de la cama turca, con la gorra y las gafas puestas, el abuelo tenía extendidas las manos hacia el rescoldo de un cepujo”. Los nacionales, I, 562 (cf. Una semana de lluvia, II, 893). EHPT.

15.-Cujón, m. Manta de mula. “Los utensilios y remedios de más volumen los apastaban en las bolsas del carro: el pienso, las rejas, las mantas de dormir y las otras de mula, llamadas de cujón”. Una semana de lluvia, II, 874

16.-Datilear. Intr.. Mover los dedos de los pies. “Y, además de echármelo cuando me baño o me ducho, me lo echo también en los pies, que me los suelo levar mucho, para no aburrirme. Sí, chicos, me lavo en una palanganilla, porque me gusta mucho datilear  en el agua caliente”. El hospital de los dormidos, III, 661.

17.-Ensile. M. Acción de comer, copiosamente, engullir. “… hasta que llegó el Faraón con la barriga más agresiva que nunca, y un botón de la bragueta desabrochado. Según confesión repetida, hasta aquella reconditez, sobre todo después del ensile, no le llegaban los pulgares”. Voces en Ruidera, III, 138.

18.-Escriño. M. Cesto de esparto utilizado para llevar el pan o guardar los dulces. “En un gran escriño se amontonaban los panes de a kilo de harina blanca, altos, lisos y poco tostados por la cara, con los agujerillos de rigor y dos diámetros en cruz por el envés, más pálido”. Una semana de lluvia, II, 899, 895. SECO, DRAE, DUE.

19.-Ezpizcá. adj. Se dice de alguien que está muy deseosa. “En fin, no hay más que contar, padre. Avise cuando llega para que le preparemos comida o cena a su gusto; y que sea prontico, porque ya estamos ezpizcás por tenerlo en casa”. Las hermanas coloradas, II, 765.

20.-Gachamiga. Masa de harina frita en forma de torta gruesa. “- Ahora, que menda el escarolero, el año que viene, coge las alforjas y la familia y nos vamos a Francia a ganar cada uno quinientas pesetas al día. Ya se lo dicho a la contraria. Se acabó el gachamiga  y el ajo de patatas. Que por el arregosto del terruño, no aprende nunca uno a volar”. Vendimiario de Plinio, III, 17. (cf. Las hermanas coloradas, II, 641). SECO, DHCR.

21.-Galianos. M. pl. Guido caldoso hecho con tortas de pastor, perdiz y conejo deshuesados y desmenuzados. “-Galianos. ¡Huy qué buenos, madre!/ -Espérate que los arreglen y luego hablas”. Voces en Ruidera, III, 220. SECO, DRAE, DUE, DHCR.

22.-Garnacha. F. Especie de uva roja que tira a morada, muy dulce y fina. “todo el campo bullía de gentes y trebejos, tintados por los rojos de las uvas cencibeles, de las cordales y garnachas, o por los oros de las airenes y albillas”. Vendimiario de Plinio, III, 20. SECO, DRAE, DUE. 2.

Garnacha, o. adj. Que tiene la cualidad de la garnacha. “Que toda la vendimia huele a sexto mandamiento, a culos desgobernados, a tetas garnachas y a meneo del vientre entre los sombrasoles de los pámpanos pajizos”. Vendimiario de Plinio, III, 14.

23.- Goteja. f. Chato de vino. “-¿Quieren ustés echar una goteja? -ofreció muy fino el casero”. Vendimiario de Plinio, III, 28. DHCR.

24.-Ijar. m. Cavidad entre las costillas falsas y los huesoso de la cadera. “Tenemos hasta que a nuestra mujer, el que la tenga, le parezcan sueños aquellas cabalgadas que durante tantos años hicimos agarrándonos a sus ijares…” El rapto de las Sabinas, II, 465. (cf. Los liberales, I, 350). [ijada] DRAE, DUE.

25.-Jarocha. adj. Persona tosca. “Asómese usted, Manuel. Exclamó la jarocha alzando mucho el labio de arriba…, que hace tres noches que no sentimos roncar al Tachuelas”. El hospital de los dormidos, III, 621. DRAE, DUE.

26.-Magancia. f. Engaño, trapacería. “Esto de olfatear las cosas en vez de “verlas”, le parecía a él que no era virtud demasiado masculina, que olía a magancias mujeriegas”. Una semana de lluvia, II, 873. [magancería] DRAE, DUE.  

27.-Mojicón. m. Golpe que se da en la cara con la mano. “Nosotros venga de quererlo traer aquí y los otros rodeándonos, apretando. Intentando darle mojicones”. Una semana de lluvia. II 981.

28.-Mostillo. m. Dulce hecho con mosto cocido, harina, corteza de limón y canela, se adorna con almendras. “El verdadero propósito de muestra excursión, aparte de merendar un pollo frito, arrope con letuario y mostillo con almendras, era cazar pájaros con tato en los tejados de La Corneja, donde, según Salvadorcito, llegaban a montones”. Cuentos republicanos, I, 157. (cf. Las hermanas coloradas, II, 643). SECO DRAE, DUE, DHCR.

29.-Murria. f. Tristeza, melancolía. “Pasados los tres días que digo ni volvió Antoñíto, pero supieron que había regresado culocampana. Fue un remedio, porque la murria ya les chorreaba por todos sitios”. El hospital de los dormidos, III, 657. DRAE, DUE, SECO.

30.-Nona. adj. Hueca. “-Es que la cabeza de éste es totalmente nona”. Vendimiario de Plinio, III, 36

31.-Ñaclo. m. Niño pequeño. “Que este es sitio de placeres y no de entuertos. De licores de vida y no de calostros. Que la clientela no acude a ver ñaclos, sino al esparcimiento de la ingle”. Los liberaes, I, 348 SECO.

32.-Overo. adj. Amarillento. “-Por cierto, que yo solo había dicho el fémur de un cura muerto…muerto, que ya es bastante, no fémur verdoso./ -Es que los fémures enterrados mucho tiempo se ponen muy overos. “El hospital de los dormidos, III, 600.

33.-Partija. f. Partición o repartimiento, especialmente el de una herencia. “Y más luego, hechas partijas nuestros papeles, enseres y trajes, desmontando el nicho para otros vecinos y rota la lápida, lo que fue nuestra vida y presencia, muestra palabra y dengue, quedaban tan fuera de la realidad, tan aire, como antes de haber nacido.” Las hermanas coloradas, II, 626. SECO, DRAE, DUE.

34.-Pataco. m. Moneda de diez céntimos de peseta. “¡Puñeto!, si todavía no hace dos años que el Colodro compraba losmolones a peseta el kilo y los vendía a nueve patacos. Lo que el hombre quería era que lo creyeran negociante.” El reinado de Witiza II, 256.

35.-Planto. m. Llanto con gemidos y sollozos. “Que nunca viene mal una risotada en velatorio sin fin. Más bien da respiro y recuerda que la vida sigue más allá de plantos y ciriales. “ El reinado de Witiza, II, 301. SECO, DRAE, DUE.

36.-Quirio. m. Grito. “Y las chispas se hicieron enseguida tan recias, que los músicos también miraban las nubes, con los instrumentos, fuera de la boca, de tal manera que, durante unos segundos, sólo sonaron unos quirios  sueltos.” Una semana de _lluvia, II, 913. (cf. Las hermanas coloradas, II, 612) SECO.

37.-Realias. m. Doblemente apodado. “El Giocondo, realias Cachondo, estaba como un nazareno." Una semana de lluvia, II, 978.

38.-Rebinar. tr. Recordar. Darle vueltas a una cosa ya pasada. “-No ha sido un pronto, Manuel, no ha sido un pronto, ni mucho menos. Desde que me pegó por primera vez a los pocos días de casarme, que ayer por cierto hizo cuarenta años, rebino la idea”. ’Un crimen verdaderamente perfecto`, III, 409. EHPT.

2. Recordar. “Allí, te sientas en la terraza del San Fernando, y apenas cruza un individuo, la cabeza rebina toda su historia, sus dichas y desdichas, sus cojeras y demasías, sus cuernos y sus muertos, sus ganancias y pedriscos…” Las hermanas coloradas, II, 644, 744. (cf. El hospital de los dormidos, III, 564; El reinado de Witiza, II, 363). SECO, DRAE, DUE, DHCR.

39.-Recalcá. adj. Se dice de personas de cierta edad que han perdido el cuerpo de la juventud. “-Hombre, ya está un poco recalcá. se le empieza a desajustar el esqueleto./ -recalcá y dodo tiene un tiro de cuerpo que da miedo… y una boca grandona… puritica sandía”. Una semana de lluvia, II, 901, 889. (cf. Las hermanas coloradas II, 744)

40.-Recochura. f. Inquietud, preocupación. “Marchó el Jefe a la cabina con cierta recochura por el color del panorama-“ Una semana de lluvia, II, 851. (cf. Vendimiario de Plinio, III, 15; Las hermanas coloradas, II, 733). DHCR.

41.-Redaño.  m. Fuerza, brío. “Mis hijas. Están allí, en la Residencia de Madrid, durmiendo tan tranquilas, y yo, mira…O aunque no duerman y están churreteando por ahí. Es igual. Por ellas hay que tener redaños y acabar esto bien acabado…” El último sábado, III, 305. SECO, DRAE, DUE.

42.-Terne. adj. Perseverante, obstinada. “Pero la Loreta, muy terne en sus deseos y objeciones, sentada en la silla baja y agarrada con ambas manos al borde del ataúd, decía ‘que no y que no’, al tiempo que lloraba cansina”. Los nacionales, I, 571. (cf. Las hermanas coloradas, II, 747).

2. adj. Fuerte, robusto. “Sólo los cipreses, siempre ternes, más negros y brillantes que de contino, se limitaban, por toda protesta, a inclinar un poco el vértice de su cucurucho”, Una semana de lluvia, II 868, 880. SECO, DRAE, DUE.

43.-Terrón.  adj. Bruto. “-Pero no seas terrón, coño, Escolapio -rio el de arriba limpiándose la punta del naso con el lomo de la mano- alguien: montao, a pata o a gatas, ¿qué más tercia?”. Vendimiario de Plinio, III, 26.

44.-Testero. m. Pared “En el otro testero del salón, un soldado de Etapas, mal tenido de puro vino, le daba tercamente al manubrio del organillo, que sonaba ‘Rocío, ay mi Rocío’ con ritmo discontinuo entre timbres y martilletes mecánicos del aparato.” Los liberales, I 347. SECO.

45.-Tocata. f. Zurra, paliza. “Con atención contemplaba el manojo de arrugas que partían en abanico desde los cuévanos hasta la sien. Y las puntas de su boca vencidas, por tan mantenido uso de la vida y sus tocatas”. Una semana de lluvias, II, 918.

46.-Tope. m. Flan o eje de gachas que quedan en el centro de la sartén. “Cuando las gachas van a buen paso, queda en el centro el ‘tope’, como flan o eje…lo pegao suele ser lo más sustancioso del plato. Así que las gachas pegadas desaparecen y queda el fondo de la sartén relucío, se ataca el ‘tope’, y comida concluida”. Una semana de lluvia, II, 899.

47.-Verdó. m. Juego de botella de agua y vaso para la mesilla de noche. “Con las muletas hizo su último viaje a la cama. Y la campanilla estaba ahora sobre la mesilla de noche, junto al verdó y los frascos de específicos” Los liberales, I, 232. DUE

48.-Zurrapa. f. Expresión para comentar un desacierto. “Si es que tengo la negra con las huellas digitales, cada vez que las tomo en cuenta, ¡zurrapa!”. Las hermanas coloradas, 726. 2. (al primer tapón)-. Frase con que se comenta un desacierto cometido en los primeros pasos dados en una cosa. “-Ná, ná. Me borro de la sociedad. A mí no. Al primer tapón, zurrapa, no. Mal empiece. Me borro”. El rapto de las Sabinas, II, 560. (cf. las hermanas coloradas, II 726). DUE.

49.-Zurries. m. pl. Sonar las tripas. “Pobre cuerpo, qué trajín de zurrires, que entra y saca de cosas innecesarias”. Voces en Ruidera, III, 229.