Situadas en el cerco de San Teodoro fueron construidas entre 1923 y 1925 para albergar los diversos talleres del establecimiento minero: carpintería, herrería, ajuste, etc. y servían tanto a la mina como a la metalurgia. 

Están formadas por un grupo de 4 naves de planta rectangular, con muros de carga de ladrillo separada en cuatro zonas diferenciadas.

La cubierta es de diente de sierra orientada al norte, con lucernarios de vidrio armado, y carpintería de acero. Posee cerchas metálicas, tablero de madera y teja plana.

En la fachada principal aparecen ventanas de arco rebajado con marco de ladrillo visto, pilastra en esquina y coincidiendo con las cerchas de cubierta de ladrillo visto, resto del paño revestido con revoco de cal, la cornisa es de ladrillo visto, las bajantes están al exterior.

Existe también una nave adosada con sótano en el alzado posterior de la zona de garaje. 

Todos los talleres están equipados con la maquinaria que se utilizaba en el momento del cierre de la mina.