Caballada de Atienza
La Caballada de Atienza es una fiesta con más de ocho siglos de antigüedad que se celebra el Domingo de Pentecostés en memoria de la liberación, por parte de sus arrieros, del rey niño Alfonso VIII en el año 1162, cuando las huestes de su tío Fernando II de León le perseguían.
El Domingo de Pentecostés los cofrades, vestidos con el típico atuendo y precedidos por su bandera, van en romería desde el casco histórico de la Villa hasta la ermita de la Virgen de la Estrella, que dista unos dos kilómetros de la población, rememorando la gesta realizada por sus antepasados.
La fiesta la protagoniza la Cofradía de la Santísima Trinidad –muy antigua y jerarquizada– compuesta en sus comienzos por arrieros que, posteriormente, también desempeñaban labores agrícolas (de ahí la aparición en escena de San Isidro, además de los aperos que figuran en la bandera), y que tiene varios días fijados para su realización: el preparativo, el de la víspera y el principal, o Domingo de Pentecostés, que se celebra con misa, baile posterior y procesión en honor a la patrona, subastas diversas y comida de hermandad, así como otro día más destinado al recuerdo de los cofrades enfermos y fallecidos (día de la Cernina).
El escrito más antiguo que certifica la celebración de esta Caballada es un albalá de Alfonso X el Sabio, fechado en 28 de octubre de 1255 en Burgos, en el que viene a ratificar otro anterior firmado en Peñafiel en 1232 por Fernando III.
Caballada de Atienza
Caballada de Atienza