Castillo de Pioz

El castillo de Pioz es una fortificación edificada por Lorenzo Vázquez a final de la Edad Media, en el último tercio del siglo XV.

La construcción tenía un triple función: defensivo, residencial y simbólica del poder señorial.

El edificio es de planta regular y forma cuadrangular con torres de planta cilíndrica en los ángulos, destacando la Torre del Homenaje situada al noreste. Estas torres están unidas por lienzos de muro, de sillería regular.

La construcción principal debió organizarse alrededor de un patio central, rodeado de galerías; en los aposentos y en las salas del interior de las torres solían aparecer chimeneas y sus paramentos estaban adornados, en ocasiones, con pinturas o ricas yeserías. Hoy solo se ha conservado el exterior del mismo.

Rodeando al cuerpo central del castillo se alza una segunda barrera o barbacana defensiva que protege la base del recinto anterior y que no es otra cosa que una segunda línea defensiva de murallas en cuya parte meridional y entre dos pequeñas torres, se abre la puerta principal con arco de entrada apuntado.

Esa segunda barrera aparece reforzada, en alguno de sus lienzos, con un talud, para el rebote de los proyectiles arrojados desde las zonas altas.

Otro elemento defensivo del que constaban las murallas eran las troneras, relacionadas con la utilización de las nuevas armas de fuego, y que estaban formadas por un hueco circular y encima una cruz o una saetera (cruz y orbe). Se situaban a ras del suelo debido a que las armas disparadas se montaban sobre carros de escasa altura.

Alrededor del castillo existe un foso, franqueable mediante un puente levadizo, hoy desaparecido.