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El Ceremeño de Herrería

El Ceremeño es uno de los yacimientos arqueológicos más representativos de la Edad del Hierro en la Meseta oriental y exponente de la cultura celtibérica en esta parte del territorio castellano manchego. Está situado en el término municipal de Herrería, al noreste de la provincia de Guadalajara.

Este pequeño poblado, posee una superficie que apenas alcanza los 2.000 mts2, estando estratégicamente dispuesto en un pequeño cerro adelantado sobre la vega del arroyo Saúco, que vierte sus aguas al río Gallo. Su altitud, sobre el nivel del mar es de 1.067 mts. (por debajo de la altitud media del entorno), y de unos 20 mts. desde su base. Próximo a él, sobre la terraza izquierda del rio, distante a unos 500 mts., pero manteniendo con él perfecta relación de visibilidad se encuentra la necrópolis de Herrería.

Este castro muestra la existencia de dos fases de ocupaciones sucesivas y superpuestas. La primera está fechada a mediados del siglo VI a.C., correspondiendo al periodo Celtibérico Antiguo caracterizada por ser un asentamiento en altura, con buena planificación del espacio habitado, modelo de “calle central”, construcciones domésticas y estructuras defensivas de piedra, todo lo cual le confiere al poblado un carácter sólido y permanente.

Tras el abandono del castro sufrido a causa de un incendio, se volvió a ocupar poco tiempo después en pleno siglo V a.C. (periodo celtibérico pleno) y aunque es una continuación de la etapa anterior, se observan algunas variaciones en la distribución urbana como son que las viviendas cambian ligeramente de orientación, reducen y estandarizan su tamaño y el sistema defensivo también introduce novedades como es la construcción de una torre en los ángulos noroeste y suroeste y un codo o inflexión en la muralla.

Desde el punto de vista económico se trata de una sociedad agraria dedicada a la plantación de cebada, trigo común, escanda, mijo, bellotas……etc. Alternaban los cereales de ciclo largo y corto, recogían frutos silvestres, y también se dedicaban al pastoreo con un mayor porcentaje de ovicapridos, seguidos de los bóvidos y el cerdo y en cuanto a animales cazados destacan el ciervo y el jabalí.

En cuanto a la demografía se estima que el número de habitantes del poblado estaba en torno a las 50 personas.

Forman partes de este yacimiento las siguientes:

a) La muralla: Para reforzar su posición natural se construyó inicialmente una potente muralla de piedra caliza, adaptada a las características topográficas del terreno, que reforzaría todo el perímetro del poblado, aunque se ha conservado mejor en los lados oeste y sur. La anchura de la muralla es de unos 2-2,5 mts. y se conservan unos 65 mts. de largo (35 de ellos en el lado oeste y 30 en el lado sur). El tramo sur no tiene un trazado recto, sino que sufre una inflexión brusca hacia el exterior (para adaptarse al terreno y conseguir un mejor control visual). A su vez, el tramo del lado oeste presenta un codo o saliente que permitiría ejercer un mejor control de esta zona de la muralla.

b) La torre rectangular: En el segundo momento de ocupación se reforzaría la muralla del castro construyendo una torre rectangular (6 por 4 mts.) en el ángulo de unión de los dos tramos amurallados, construida hacia el interior en vez de sobresalir al exterior. Esta elevación serviría como punto de observación del entorno y para controlar el lado sur, hasta la puerta de acceso al poblado, mientras que por el oeste se completaría con el codo, al que se le añaden sendos contrafuertes, para conseguir un completo control visual.

c) El espacio interior del poblado: En el interior se disponen las viviendas, rectangulares y adosadas entre sí, siguiendo el modelo de “calle central”, habitual de muchos poblados durante la Edad del Hierro. Constan de dos o tres estancias interiores: el vestíbulo, la gran habitación central donde se situaba el hogar y la despensa al fondo donde se guardaban las provisiones. En el nivel inferior, que corresponde al poblado más antiguo, se han podido diferenciar nueve viviendas, ordenadas con un esquema que responde al modelo característico de “calle central”. Cinco de estas casas están adosadas entre sí y alineadas a lo largo de la muralla sur y con la puerta hacia la calle interior, mientras que dos apoyan su parte trasera sobre la muralla oeste y sus puertas se orientan hacia el espacio interior, oscilando su tamaño entre 35 y 50 mts2. El segundo poblado se estructura, manteniendo el modelo de “calle central”, pero separando el espacio por medio de un muro central, dispuesto en dirección este oeste, en dos barrios que están constituidos cada uno de ellos por dos hileras de casas, una de ellas descansa su parte trasera sobre el tramo de muralla correspondiente (norte o sur) y la otra lo hace adosando su parte trasera al muro central. Se han podido delimitar 28 viviendas (de las que se han excavado sólo 9 de planta rectangular y casi idénticas medidas entre los 17 y 19 mts2, más pequeñas que las de la fase antigua.

d) La necrópolis: Fue descubierta en 1997. Su descubrimiento y estudio ha proporcionado varias fases de utilización sucesivas y superpuestas que explican el desarrollo cultural en la zona a través de una amplia secuencia temporal.

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Información
  • Provincia y localidad
    • GUADALAJARA
    • HERRERÍA
  • Categoría
    ZONA ARQUEOLÓGICA
  • Fecha DOCM
    20/05/1992
  • Figura de protección
    Bien de Interés Cultural (BIC)
  • Adscripción cultural
    Prehistoria
  • Tipo
    BIEN INMUEBLE
  • Periodo
    S. VI a. C. - S. V a. C.
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DOCM DECLARACIÓN

El Ceremeño de Herrería

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