Iglesia y convento de Jesús y María
La iglesia y el convento de Jesús y María (también conocido como Convento del Santo Cristo, Monasterio de Santa María de Castejón, Convento de Justinianas o Convento de las Petras) de Huete se asienta sobre una elevación de terreno dentro de dicha población, en el lugar donde anteriormente se encontraba la ermita de Santa Lucía.
Fue fundado por Marcos de Parada, Arcediano de Alarcón, originario de Huete, para recogimiento de doncellas, sirviendo de panteón familiar. Comenzó su construcción en 1554 finalizando las obras en 1576, ocupándose el edificio, a partir de entonces, por las monjas de San Lorenzo Justiniano de Cuenca.
Es un edificio exento, de planta cuadrada, compuesto de un claustro central y una iglesia llamada Santa María de Castejón. En el exterior, el edifico alterna sillería y sillarejo, con las cubiertas a dos aguas, sobresaliendo una original torre-campanario de forma triangular por encima del hastial de la fachada sur de la iglesia.
La iglesia es de estilo gótico y está situada en uno de los laterales del convento; es de planta rectangular, de una sola nave, dividida en tres tramos con cubierta de bóveda de terceletes que arrancan de ménsulas, excepto la cabecera que se cubre con bóveda rebajada con lunetos. Posee un arco toral rebajado, separando la nave de la cabecera, realizado en piedra de sillería, descansando sobre unas esbeltas pilastras cajeadas adosadas al muro.
El ábside de la iglesia es plano, coincidiendo al exterior con una fachada neorrománica del siglo XIX actualmente cegada, con dos ocultos situados en la parte superior del hastial, uno de ellos (el más pequeño) en el interior de un luneto formado por la bóveda. No tiene capillas laterales y se encuentra carente de decoración interior, con unos muros lisos cubiertos con argamasa de arena y cal.
El claustro es de estilo renacentista, hecho con piedra de sillera, de planta cuadrada y constando de dos pisos. El inferior está formado por treinta y dos huecos (ocho por panda) y treinta y dos esbeltas pilastras cajeadas con sus basas y sus capiteles dóricos, sobre las que descansan otros tantos arcos de medio punto. Como decoración aparece una cornisa corrida a lo largo del perímetro del patio y en las enjutas formadas por la unión de los arcos tondos o medallones lisos. El interior de las galerías se cubre con techo plano soportado por vigas de madera, con ocho arcos de piedra rebajados cajeando sus esquinas. El piso superior guarda un riguroso orden simétrico con respecto al cuerpo inferior, con un alto basamento encima del cual se abren ocho vanos por panda con dinteles planos para las ventanas. En el centro del patio se halla una fuente de piedra con un alto pilón o basamento y una columna central acanalada sosteniendo una grada avenerada, decorada con cuatro cabezas de animales haciendo las funciones de caños de agua.
Posee varias entradas, entre las que se encuentran las dos entradas abiertas en la fachada sur, correspondiendo una a la iglesia y la otra al convento y la portada principal del templo abierta a poniente.
La portada de entrada al monasterio posee un vano cubierto por arco de medio punto de grandes y planas dovelas, sobre el que hay un friso con tres representaciones: en el centro el escudo del fundador del monasterio, al lado derecho una calavera, que representa la fugacidad de la vida; y a la izquierda una grulla, símbolo de la vigilancia.
La portada sur de la iglesia se construyó el año 1888 en estilo neorrománico. En el hastial donde se encuentra esta puerta se abre también un gran óculo a modo de rosetón para la iluminación del altar, finalizando el mismo en forma de frontón triangular con una ventana cuatrilobulada en su centro y una cruz de piedra en el vértice superior.
La fachada principal de la iglesia se orienta a poniente y en ella se encuentra la entrada principal de estilo renacentista. Está realizada a mediados del siglo XVI por el arquitecto Andrés de Vandelvira y su discípulo Esteban Jamete. Posee dos cuerpos, en el inferior se abre un arco central de medio punto y dobles columnas laterales sobre altos pedestales, coronada toda ella por un entablamento; en el cuerpo superior se dispone, como eje central, la escena de la Natividad con la Adoración, entre los escudos de Marco de Parada, con figuras cargadas de movimiento y expresividad. Distribuidas convenientemente por toda la portada aparecen las figuras alegóricas de las virtudes teologales y cardinales como atributos del fundador.
Iglesia y convento de Jesús y María
Iglesia y convento de Jesús y María