Iglesia de San Juan Bautista de Alatoz

La iglesia de San Juan Bautista de Alatoz es una construcción del siglo XVIII, de estilo barroco y adornos con motivos rococó. Se sabe que en 1761 estaba levantada, al menos, la cabecera y el crucero y que su conclusión data de 1780.

El templo es de planta de cruz latina, de una sola nave de cuatro tramos, con capillas laterales situadas entre los contrafuertes y cabecera plana.

Junto a la cabecera, en el lado de la epístola, se encuentra la sacristía  que tiene planta cuadrada y cubierta con una gran bóveda vaída; a los pies se sitúa el coro alto, sostenido por un arco carpanel con abovedado sotocoro. También a los pies en el lado del evangelio, se alza la torre, de planta cuadrada, con tres cuerpos separados por impostas.

El alzado de la nave principal y del crucero es más alto que el de las capillas laterales. El crucero se cubre por una cúpula de media naranja sobre pechinas y la nave central por una bóveda de medio cañón con lunetos y arcos fajones. 

El acceso desde la nave principal a las capillas laterales se realiza a través de arcos de medio punto que se apean en pilares de planta rectangular. En los laterales de la nave central existen adosados a los muros, además, unas pilastras cajeadas sobre basa, un arquitrabe moldurado bajo un entablamento general y  una cornisa volada.

 La decoración interior está constituida por carnosas rocallas en las bóvedas, intradós y pechinas de la cúpula, sobrepuertas, ventanas del coro y frentes del púlpito, todos motivos pertenecientes al estilo rococó. En cuanto al mobiliario encontramos el retablo mayor, sin policromar, obra del arquitecto Lorenzo Alonso Franco, que lo diseñó en 1806. Entre las imágenes encontramos un crucificado de finales del siglo XVII y una Virgen Dolorosa y un Jesús Nazareno, ambas del escultor discípulo de Salzillo, Roque López, documentadas en 1783.

El exterior del edificio está realizado en mampuesto alternado con verdugadas de ladrillo; la sillería se reserva para el enmarcado de portadas, cornisas de separación y esquinas de los cuerpos superiores de la torre. Sobresale el cimborrio, en forma de prisma octogonal, cubierto por un apiramidado tejado.

La fachada principal, situada a los pies del templo, está compuesta por un hastial de perfil mixtilíneo de filiación rococó. La portada es de piedra con arco adintelado, con jambas y dovelaje almohadillado. Al lado norte se abre otra puerta más sencilla y clásica, con un vano delimitado por pilastras toscanas y entablamento liso.