CONFERENCIA " Las vías como motor de romanización "

Julián Torrecillas Moya

Investigador, Licenciado en Historia, Divulgador

• Jueves, 20 de marzo de 2025
• Hora 17:30
• Lugar: Sala de conferencias SEGÓBRIGA del MUSEO DE CUENCA (C/ Obispo Valero, 12)

            La romanización del interior peninsular no ha sido suficientemente valorada hasta las últimas décadas. La romanización, que es como decir urbanización, también se extendió hasta el último rincón de la Meseta castellana, y para ello necesitó de una densa red viaria. Tanto es así que la falta de esta infraestructura supone, no sólo la inexistencia de ciudades, sino de cualquier tipo de administración.

            No hay viario sin ciudades ni ciudades sin viario. Lo que somos es, en buena medida, consecuencia de las vías de comunicación. Las infraestructuras más determinantes en la génesis y evolución de los territorios. Su trazado “… vertebra el paisaje, es el soporte del hábitat y del parcelario, organizando el territorio en el que se desarrolla la actividad humana”.

            La situación de Cuenca, y por extensión de la Meseta, en una zona central “…estratégica en la Península, que la convierte en eje de todos sus caminos y paso obligado de sus invasores” ha condicionado la implantación de un determinado trazado viario.

            Nuestra red de comunicaciones tiene su origen en la romanización porque serán los romanos, con sus más de cinco siglos de presencia, quienes de forma preconcebida y aprovechando gran parte de los caminos preexistentes, creen un viario adaptado a sus necesidades. Una red que debido a su calidad, complejidad y efectividad ha sido a grandes rasgos el trazado en uso hasta finales del siglo XIX, sólo comparable con la reorganización de Carlos III o con la actual red ferroviaria.

            La red viaria es, junto con el latín, la más perdurable aportación romana y el reflejo de una política imperialista que necesitó de ellas para poder concretarse trascendiendo de la antigüedad para condicionar nuestro desarrollo sociocultural y económico.

            Las vías han sido el medio por donde ha fluido el comercio y las ideas, relacionando unas zonas con otras y determinando su grado de prosperidad y aculturación y, por tanto, de romanización.