Conferencia "Conociendo la Prehistoria de Cuenca a través de la investigación en el poblado de la Edad del Bronce de El Recuenco (Cervera del Llano)
“Conociendo la Prehistoria de Cuenca a través de la investigación en el poblado de la Edad del Bronce de El Recuenco (Cervera del Llano)”
Maria Isabel Martínez Navarrete.
Científica titular (jubilada), Instituto de Historia, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid.
- Jueves, 25 de abril de 2024
- Hora 17:30
- Lugar: Museo de Cuenca
El Recuenco es un asentamiento en cerro (≈ 970 m s. n.m.) ocupado durante la Edad del Bronce (5 fechas ≈ 2200 -1500 cal.AC). D. Vicente Martínez Millán, maestro y alcalde de la Hinojosa, notificó su descubrimiento al Museo de Cuenca, posibilitando su estudio.
La topografía le individualiza en el valle de Cervera del Llano sobre el que tiene un buen dominio visual. Los habitantes del caserío tuvieron un fácil acceso a fuentes y terrenos adecuados para la agricultura, la construcción en tierra y la alfarería gracias a la composición geológica (areniscas y arcillas) del cerro y su entorno.
La investigación de El Recuenco incluyó excavaciones, dataciones C14 y estudios geomorfológicos, edafológicos, arqueobotánicos, faunísticos, petrológicos y de tecnología lítica. Se enmarcó en los planes anuales del Dpto. de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid y del Museo de Cuenca con subvenciones del Ministerio de Cultura, la Junta de Castilla-La Mancha y la Universidad de Durham.
Dos equipos vinculados con la UCM desarrollaron la investigación en la plataforma superior (≈1417 m2): uno dirigido por Mª Isabel Martinez Navarrete (1977 con Teresa Chapa y Pilar López) y otro por Margarita Díaz-Andreu (1989-1995 y 1966 con Ignacio Montero). La transición se hizo con una dirección conjunta (1987, 1988), cuando la primera se incorporó al CSIC. Durante esos 20 años “las chicas del cerro” contaron con la ayuda incondicional de D. Víctor Navarro y Doña Teodora Belinchón, propietarios de El Recuenco.
La valoración de la información histórica obtenida (restos constructivos, domésticos y productivos) en las campañas de 1977 y 1980 logró la declaración de El Recuenco como monumento histórico-artístico de carácter nacional (BOE 58, 08/03/1984, Ministerio de Cultura, pp. 6515 y 6575; BIC en la categoría Zona Arqueológica, Junta de Comunidades Castilla-La Mancha).
Una mayor subvención permitió ampliar las catas y afrontar la consolidación de los muros descubiertos. En 1984, tras la topografía general, D. Rafael Gras (COAM) redactó el proyecto básico y de ejecución de consolidación. Este se aprobó y realizó en 1985. Entre 1987 y 1996 cinco campañas de campo alternaron con los estudios de materiales.
La interpretación final del asentamiento es un reflejo de los cambios en la perspectiva general sobre la Edad del Bronce en la península ibérica. Hace 20 años lo habitual era imaginar sitios aislados, cuyos habitantes se defendían de sus vecinos, amurallándose en cerros elevados. Hoy los vemos, más bien, como parte de un paisaje campesino en red. La trama conecta desde caseríos aislados, ocupados por familias con una decena de miembros (El Recuenco) a “aldeas urbanas”, habitadas por varios centenares de personas, con cisternas y viviendas separadas por calles estrechas y drenajes (La Almoloya, Murcia). La investigación asume esa red pero debate su carácter en términos de organización política.
Esa red de comunidades campesinas está bien documentada por un registro arqueológico que se repite en los yacimientos del cuadrante suroriental de la península ibérica. El Recuenco por su cronología, estructuras y materiales es un nudo mas de la red. Comparte las características tecnológicas y formales de la producción doméstica de cerámica, lítica (talla y pulimento), ósea y de actividad textil vegetal (esparto) y lanera (tope de huso). Como en la mayoría de los pequeños establecimientos campesinos no hay objetos metálicos.
La investigación generalizada a fines de los 1980 sobre la arquitectura en barro, típica de estas comunidades, ha permitido comprender mejor la versatilidad en el uso y construcción del espacio y, a la vez, recuperar numerosa información agroambiental. En El Recuenco las improntas de tallos, raquis y glumas dejadas en los restos de construcción identificaron el cultivo de cebada y trigo. Los huesos de ratón casero confirmaron el cultivo de cereales y su almacenamiento en la vivienda. Los polenes de cereal y Plantago localizaron los campos cerca del caserío. La proximidad de manantiales explicaría el cultivo de lino (¿tejidos?¿aceite?) y haba.
La ganadería se basó en la oveja y la cabra. Se ha identificado perro (¿pastor?). La caza del ciervo parece oportunista y mas vinculada a la protección de los cultivos que al aprovisionamiento de carne. Su presencia es coherente con el bosque abierto, reconocible en las improntas de hojas de carrasca y acebuche sobre los restos de construcción y las cerámicas. Lo confirma la identificación de granos de polen de estos géneros y de alisos, olmos, avellanos, nogales y acebos.
Este registro arqueológico de la Edad del Bronce nos remite al mundo rural de un pasado que no está muy lejano en el sur de Europa y tiene plena actualidad en la mayoría del mundo. Investigaciones como las emprendidas en El Recuenco han generado, y preservado, numerosa información tradicional y multidisciplinar, base potencial para nuevas lecturas con otras miradas.
Conferencia "Conociendo la Prehistoria de Cuenca a través de la investigación en el poblado de la Edad del Bronce de El Recuenco (Cervera del Llano)
Conferencia "Conociendo la Prehistoria de Cuenca a través de la investigación en el poblado de la Edad del Bronce de El Recuenco (Cervera del Llano)