La consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, ha señalado que son ocho los museos en dónde se han establecido. A su cargo están en su mayoría docentes que, en colaboración con los técnicos de los diferentes museos, trabajan en el diseño y en la elaboración de materiales didácticos para visitas destinadas sobre todo a escolares.
 
Rosa Ana Rodríguez ha destacado que el Museo de Santa Cruz, que fue el más visitado el pasado año de los dependientes de la Administración regional, ha visto incrementadas sus visitas el pasado mes de enero más de un 27 por ciento y las previsiones son que en este mes de febrero serán también más que en mismo mes de 2022.
 
La titular de Educación, Cultura y Deportes ha señalado asimismo que el libro ‘El edificio de Santa Cruz en Toledo’ que se ha presentado hoy “es de gran relevancia y además de hablar de arquitectura también refleja cómo ha ido evolucionando la sociedad a medida que ha ido pasando el tiempo”.

Con la implantación del gabinete didáctico en el Museo de Santa Cruz, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha dado por concluido el proceso para que los principales museos dependientes de la Administración regional recuperen sus gabinetes didácticos, que fueron suprimidos en el año 2012. Así lo ha señalado hoy la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, durante la presentación del libro ‘El edificio de Santa Cruz’ de Lucía López.
 
A este acto, además de la consejera y la autora del libro, Lucía López, han asistido, entre otros, la viceconsejera de Cultura y Deportes, Ana Muñoz; el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Castilla-La Mancha, Ignacio González-Varas; y el director del Museo de Santa Cruz, Antonio Dávila.
 
Actualmente, ha señalado Rodríguez, son ocho los gabinetes didácticos con los que cuentan estas instituciones museísticas. Están implantadas en los museos provinciales de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara; en el Museo de Santa Cruz, en el Museo Ruíz de Luna de Talavera de la Reina (Toledo) y en los Museos de Paleontología y de las Ciencias de la capital conquense.
 
A cargo de cada uno de estos gabinetes está en su mayoría un docente especializado que, en colaboración con los técnicos de los museos, se encarga del diseño y preparación del material didáctico específico para cada etapa educativa de cada espacio museístico, así como la puesta en marcha de talleres para escolares, etcétera. Para Rosa Ana Rodríguez, con esta figura “conseguimos conectar y acercar a los niños y niñas de nuestros centros educativos a la Cultura”.
 
Por otra parte, la titular de Educación, Cultura y Deportes ha destacado que el Museo de Santa Cruz, que fue el más visitado el año pasado de los dependientes de la Junta de Comunidades, sigue incrementando sus visitantes. “En concreto, el pasado mes de enero aumentó sus visitantes en un 27 por ciento” y las previsiones es que este mes de febrero también se superen. “Esto pone en evidencia que la Cultura se está democratizando y que la misma se está convirtiendo en un elemento de cohesión social y de igualdad para todos”, ha dicho.
 
Gran relevancia de este libro
 
Sobre la publicación del libro ‘El edificio de Santa Cruz en Toledo’ que hoy se ha presentado, Rodríguez ha asegurado que es de gran relevancia “y además de hablar de arquitectura también refleja como ha ido evolucionando la sociedad a medida que ha ido pasando el tiempo”.
 
Este edificio, ha añadido la consejera, “ha sabido reinventarse asimismo y se ha ido adaptando al tiempo que le ha tocado vivir” y esta primera gran monografía que se ha presentado hoy, ha recalcado, “es un documento muy valioso para analizar la historia de un espacio como el Santa Cruz“.
 
Este inmueble, además de museo, ha sido hospital, Colegio General militar, Colegio de Infantería, Colegio de huérfanos de Infantería, ha formado parte de la Academia militar y hasta fue cuartel republicano durante la Guerra Civil.
 
Por este libro pasan personajes como las grandes figuras de Toledo desde la construcción del Edificio de Santa Cruz, a principios del siglo XVI, o incluso antes, desde antes de la aprobación de su construcción, en la última década del siglo XV, cuando todavía no sabían el lugar donde lo ubicarían.
 
Tiene más de 250 páginas, con más de 120 imágenes, con fotos, dibujos, grabados, mapas y planos y forma parte de la tesis doctoral de Lucía López Cenamor, doctora en Arquitectura por el Politécnico de Milán y por la Universidad de Castilla-La Mancha y arquitecta por la Universidad Politécnica de Madrid con especialización en conservación de bienes arquitectónicos.