Tobarra (Albacete), pueblo castellano-manchego, con claras influencias levantino-mediterráneas, celebra desde tiempo inmemorial su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Nacional y Regional y en la que, además de lujosas procesiones, riqueza imaginera y artísticos tronos, se dan dos elementos autóctonos que la caracterizan y diferencian de cualquier otra celebración pasional: la BENDICION y los TAMBORES.
Un pueblo con algo menos de 8.000 habitantes pone en escena tan grande representación que el recién llegado a Tobarra piensa que esta es una población de mayor entidad demográfica, con grandes recursos y con mayor capacidad económica de las que realmente posee.
Lo cierto es que detrás de todo ello hay un gran esfuerzo colectivo por cuidar y transmitir cuanto de genuino tiene esta conmemoración, unas ansias de perpetuar la tradición de siglos, un sentimiento inexplicable de entrega y sacrificio por todo lo que sea en pro y bien de la Semana Santa.
Sin la Semana Santa, Tobarra sólo sería un lugar de paso desde la inmensidad de la llanura castellano-manchega hasta la luminosidad del sureste mediterráneo.
La Semana Santa
Tradicionalmente se ha asociado la instauración de la Semana Santa con la visita que el dominico Vicente Ferrer (elevado a los altares) giró a los pueblos de nuestro entorno, incluido Tobarra, en 1411. Pero serán los franciscanos, desde su convento, los que le dan el impulso necesario para su desarrollo con la institución de las procesiones de acuerdo con los cánones aprobados en el Concilio de Trento (1545-1563).
La presencia de cofradías pasionales en Tobarra se documenta, al menos, desde 1597. El Censo de Cofradías del Conde Aranda de 1770 detalla la relación y situación de las hermandades tobarreñas. En el Siglo XVII la Orden Franciscana construye el Vía Crucis (camino de Columnas y ermita del Calvario) y organiza la Semana Santa, instituyendo actos y procesiones.
La primera regulación o intervención del estamento público comunal que conocemos es la que hace el Ayuntamiento de Tobarra a través de las Ordenanzas Municipales de 1841, dedicándole el primer Capítulo.
El escultor murciano Roque López reseña en su catálogo de 1804 un Paso del Prendimiento para Tobarra. El Santo Sepulcro funda su hermandad en 1883, aunque la imagen ya se mencionaba en 1631. En 1898 se reorganiza la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Sociedad de Armados.
Actualmente, de Ramos a Resurrección, se celebran ocho procesiones en las que participan las quince hermandades existentes, con gran riqueza en imaginería y tronos: Salzillo, Díes López, Rodríguez-Campanario, Guzmán Bejarano...
Es la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo que Tobarra ha acuñado con nombres propios de PRENDIMIENTO, BENDICION, ENTIERRO y ENCUENTRO. Y al fondo el estallido jubiloso de nuestros TAMBORES, con sus incansables redobles durante las ya famosas 104 horas.
Por calles, plazas y cerros sonarán esos miles de tambores hechos por las mejores manos artesanas de la geografía española: cajas caladas, tornos esculpidos, finos parches de piel de cabrito, sonoros bordones, aros de filigrana... algunos bañados en oro y plata. Son los tambores-joya tobarreños que asombran a quienes los ven y escuchan. Varias piezas singulares se exponen en el probablemente único Museo del Tambor de España y de Europa. En él se encuentran instrumentos de todo el mundo (situado en la ermita de la Purísima, calle Mayor).
La Semana Santa de Tobarra está llena de momentos para no perderse: el tipismo de los Soldados Romanos en el Prendimiento y Juicio, la majestuosidad del Jueves Santo, el descomunal pulso contra la empinada cuesta en la Bajada del Paso Gordo desde el santuario de la Encarnación, la emoción de la Bendición en el monte Calvario la mañana de Viernes Santo, mil niños tamborileros en la Tamborada Escolar, la exposición de toda la imaginería en la iglesia de la Asunción, la mañana alegre de la Resurrección, la concentración en torno al Monumento al Tambor para el Cierre de las 104 horas…
Ver a todo el pueblo en la calle, en el Calvario, a los agarráores bajo los palos, el tremendo esfuerzo de quienes tienen que subir y bajar empinadas pendientes por nuestros cerros llevando pesados tronos a hombros.
Actos y Procesiones
Las procesiones se inician el Domingo de Ramos, con la popularmente llamada “Burrica” y ya no se interrumpen: Lunes Santo, Procesión del Recuerdo; Martes Santo la de la Oración en el Huerto (de nuevo cuño desde 2007); Miércoles Santo, cuyo acto central es el Prendimiento, con vistosos movimientos de los Soldados Romanos (cariñosamente, los Socios) alrededor del Paso de los Olivos (llamado precisamente Jesús del Prendimiento). Después se celebra el Juicio, en el que el personaje de Poncio Pilatos se lavará las manos.
Horas antes, a las 4 de la tarde, arranca el Tambor. Los primeros en salir son los niños y niñas de la Tamborada Escolar; desde 1982.
Si alguien quiere contemplar una excelente procesión, que venga a Tobarra en la noche de Jueves Santo. Aún no ha anochecido y al “Paso Gordo” lo bajan desde el Santuario de la Encarnación. 30 agarráores sufriendo en sus carnes (los hombros acabarán ensangrentados) el descomunal peso por la inclinada cuesta. Detrás, una piña de seguidores sintiendo como cruje la madera y suenan las horquillas.
La Procesión: Más de 4.000 personas, bandas de tambores y cornetas, de música y 12 cofradías desfilando. El derroche de flores e iluminación en los pasos y la seriedad del desfile, hacen que esta sea la procesión más lucida
Pero sin duda lo más solemne y genuino para ver en la S. S. de Tobarra es el Viernes Santo, y de él la Bendición: ceremonia que se celebra por la mañana, hacia las 11, en el Clavario. La imagen (con brazo articulado) de Nuestro Padre Jesús Nazareno bendiciendo a la multitud, y las magistrales notas de Mektub, partitura exclusiva de este momento, ponen emoción y lágrimas en quienes esperan ansiosos este instante, breve pero intenso. Contrasta la algarabía de tambores con el silencio total a toque de corneta.
Por la noche el Entierro, con el Santo Sepulcro y la Virgen de la Soledad como centro de la Procesión. Otra vez se sube al Calvario.
Esta, como la del Jueves, es también una gran noche tamborilera: cientos, miles de tambores tocando, entre otros, el Zapatata, nuestro toque más famoso y popular.
El Sábado se abre un paréntesis en las procesiones. Se da descanso a los doloridos hombros de los agarráores (todos los tronos se llevan a hombros).
En cambio no hay tregua para el tambor: se redobla en cuadrilla, con los amigos, las familias enteras. No queda ni un tambor por salir. Túnicas de los más variados colores: moradas, rojas, verdes, azules, marrones... En un ir y venir constante, se toca por la calle Mayor, la Avenida, la Plaza, en los Caños, los Arcos… en cualquier esquina. También se ha instituido la Marcha Homenaje al Tambor.
El Tambor. Artesanía genuina
Nuestros artesanos no cejan en la búsqueda del mejor sonido, el peso más liviano y la filigrana más depurada.
Los proyectos o diseños pasan por cuatro fases: dibujo, taladrado, calado y tallado.
Previamente hay que hacer el replanteo o reparto para adecuar los dibujos a la circunferencia del tambor, caja y aros.
Fase de dibujo: Se suele recurrir a los escasos especialistas, a los artistas del lápiz. Si son imágenes-normalmente de la Semana Santa– se parte de fotografías que acaban convertidas en trazos exactos para mantener rasgos y caras, lo más difícil.
Confeccionados los 14 dibujos, sueltos o en ‘tira’ (todos juntos) se encolan sobre el metal, generalmente latón endurecido de 1,75 mm. o más recientemente en aluminio.
Fase de taladrado: Se perforan con taladros de 1 y 1,5 mm. todas las partes del dibujo que lo permiten. Por estos agujeros se meterán las delgadísimas sierras de pelo para ir sacando la parte diáfana del dibujo.
Fase de calado: Es muy laboriosa. Con esas exclusivas sierras se va dando forma a las imágenes o figuras. Van apareciendo las siluetas y sus oquedades correspondientes. Se emplearán cientos, miles de sierras que se rompen continuamente por su fragilidad. Las diminutas limas repasan la viveza del corte.
Fase de tallado: Sobre las siluetas se talla o repuja con finos buriles los detalles más finos del dibujo: caras, manos, ropas, etc., resaltando los relieves y vaciados de todas las figuras, para ser fiel al original.
Tanto en tornos como en aros el proceso es parecido.
El trabajo se puede completar con bolas y ‘piezas’ (complementos necesarios en los tornos) diseñadas especialmente en armonía con el conjunto.
Finalmente, con todo acabado, se procede al baño de las partes por separado, buscando contrastes entre dorados y plateados para tornos y aros, y otros colores en las cajas (pavonado, etc.) amén del tradicional metal o el más actual aluminio.
En Tobarra inventamos las torretas (pieza clave que une el torno a la caja), el tambor sin tornos, el tambor sin caja, el tambor pandereta, el tronco-cónico, las copas o cálices para sustituir a las palometas, la reductora (más marcha para el tambor) y la “tira” (juego de tornos anchos de una sola pieza, a modo de sobrecaja), entre otras muchas piezas.
Pero mucho tiempo atrás, nuestros artesanos tuvieron que forjar sus tambores en las fraguas, pasar de la chapa al metal, del bordón de cáñamo al de tripa, a emparchar finas pieles de cabrito. Nuestros abuelos tocaban con el tambor chafao, de grandes dimensiones (parecidos a los de Mula y Moratalla). Y nuestros bisabuelos nos contaban que los suyos eran con caja de madera y apretados con cuerdas.
El tambor se toca en cuadrilla, con número variado de componentes. Se nace con el sonido en las entrañas y se perfecciona en la Escuela del Tambor. Como se ha dicho, el toque arranca Miércoles Santo a las 4 de la tarde con la Tamborada Escolar.
Tobarra toca el tambor durante 104 horas seguidas; ni una más pero tampoco ni una menos. Así, no permitimos que el cambio al horario de verano, que a veces coincide con Sábado Santo, nos robe una hora de tambor y para ello le llevamos la contraria a toda la Unión Europea y en Tobarra no se mueve el reloj esa noche. Siempre según el Bando de la Alcaldía que lo autoriza. Las 104 horas son sagradas.
La tamborada de Tobarra es la más larga de cuantas se celebran en nuestro país. Y si, al estilo de nuestros hermanos aragoneses, resulta impresionante el momento de Romper la Hora, esto es, comenzar a tocar todos a un tiempo, mucho más complejo y estrambótico es pasar del mayor de los estruendos al sobrecogedor silencio; o lo que es lo mismo, dejar de tocar todos al unísono; cuando el reloj de las 104 horas marca 00:00.
El Domingo de Resurrección se vuelve a la actividad pasional. Saludo entre el Resucitado y la Magdalena. Después el Encuentro, en el Calvario, sobre las 11 de la mañana: Resucitado y Virgen de los Dolores (imagen de Salzillo). El Tambor seguirá, de acuerdo con el horario oficial de toque, hasta las 12 de la noche (han sido en total 104 horas), apurando los últimos minutos antes de descolgarlos y despedirse hasta el año que viene. Es el momento triste del Cierre o toque de silencio.
Breve cronología histórica.
SIGLO XVI. Ya existe la hermandad de la Sangre de Cristo. 1597
SIGLO XVII. Franciscanos. Ermita del Calvario. Santo Sepulcro (1631). Nuestro P. Jesús Nazareno. San Juan.
SIGLO XVIII. Litigio entre HH: Agonía-NPJN. Censo Aranda (1770).
Conocemos esplendor S.S. primeras décadas Siglo XX.
1936. Conocemos destrucción salvaje de todo el patrimonio (excepto cabezas Virgen y Ecce Homo, algún trono, manos...
El resurgimiento de los años cuarenta. Se restituye la imaginería.
1946. Nueva hermandad: La Caída.
1954. Llega el Cristo de la Columna.
1970. Se funda la Asociación de Cofradías. Nuevo impulso a la S. Santa.
A partir de 1983: la renovación de tronos e imágenes.
1984. La “Burrica (nueva imagen)
1986. Virgen de la Soledad (otra nueva imagen)
2007. Oración en el Huerto (nuevo grupo escultórico)
2009. Virgen del Perdón (nueva cofradía)
2012. Descendimiento (nueva cofradía)
Dos nuevas procesiones: Lunes Santo 2003 la del Recuerdo. Martes Santo 2007 la de la Oración en el Huerto.
2011. Monumento al Nazareno
Tambor
1982. Tamborada Escolar
1984. Museo del Tambor (se abre en 1986)
1987. Escuela del Tambor
1995. Monumento al Tambor
2018. Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Galardones de la Semana Santa de Tobarra
Declarada de Interés Turístico (B.O.E. 10-XI-1983).
De Interés Turístico Regional (D.O.C.M. 19-VI-1984).
De interés Turístico Nacional (B.O.E. 16-V-1988).
Villa Hermana de Híjar (Teruel) (31-III-1985).
Semana Santa hermanada con la Semana Santa de Alicante (29-III-1992).
Tamborada declarada Bien de Interés Cultural (D.O.C.M. 23-5-2016).
La Semana Santa de Tobarra ha sido tema de un sello de Correos, incluido en la programación general de la Comisión Filatélica del Estado, serie Semana Santa. Tradiciones y Costumbres. Montaje de carnet dedicado a las Semanas Santas de Lorca, Tobarra, Sevilla y Cuenca. Empezó a circular el 16 de marzo de 2016.
Y desde 2018, el toque del Tambor en Tobarra está reconocido como PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE LA HUMANIDAD por la UNESCO.
Autor: Guillermo A. Paterna Alfaro (G.A.P.A) Cronista Oficial de la Villa.
Guillermo A. P… el Sáb, 23/03/2024 - 18:24
Un placer dar a conocer nuedtra Semana Santa por este canal cultural. Gracias por publicar íntegro el contenido.
Enrique Pont S… el Dom, 24/03/2024 - 18:26
Que orgullo tener amigos así, sin ellos Tobarra sería un poco menos Tobarra.
Guillermo A. P… el Dom, 07/04/2024 - 00:09
Muchas gracias, amigo Enrique. Un abrazo.
Pilar Rodrigue… el Mar, 26/03/2024 - 09:53
Me encanta. Gracias Guillermo.
Guillermo A. P… el Dom, 07/04/2024 - 00:10
Gracias Pilar. Besos.
eusebio rodriguez el Mar, 26/03/2024 - 13:59
Buen y detallado resumen, Guillermo.... Otro paso más.....
Guillermo A. P… el Dom, 07/04/2024 - 00:12
Gracias, Eusebio. Un abrazo.
ANA MARIA ALPU… el Vie, 29/03/2024 - 21:03
¡ Que bonito Guillermo ! Un abrazo.
Guillermo A. P… el Dom, 07/04/2024 - 00:11
Gracias Anamaría. Besos.